Correo
Polémico llamado
Un senador del Partido Comunista, colectividad que forma parte de la coalición de Gobierno, ha propuesto convocar a la presión de la ciudadanía para sacar adelante las reformas legislativas que impulsa el Ejecutivo. Si tomamos la definición de "presión" como fuerza moral o influencia ejercida sobre una persona para condicionar su comportamiento y en este caso al Poder Legislativo, estamos en un caso grave, merecedor de una acusación.Lo que más llama la atención es que el Gobierno, que afirma no coincidir con la declaración del senador, llama a acuerdos con los partidos de oposición y, sin embargo, no ha sido capaz de lograrlo entre sus propios partidos. ¿Es posible creer en la veracidad del contenido de los acuerdos?
Marcos Concha Valencia
Conveniencia
El Partido Comunista, pese a que en el pasado se le aplicó la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, dejándolo fuera de su participación democrática como partido político, no aprende de su propia historia y sigue planteando la concreción de sus objetivos mediante la presión social, en este caso, con un pie en la calle y otro en La Moneda. Propusieron rodear la fracasada Convención Constitucional y plantearon la desobediencia colectiva para derrocar a un gobierno electo democráticamente.
Se dicen demócratas en defensa del pueblo; sin embargo, la democracia la respetan hasta que no los favorece.
Mario Jara Iragüen
Presión ciudadana
Hasta en el campo de la democracia la violencia está vetada. La violencia es ruptura del orden, causa temor, desunión, fuerza bruta, irracionalidad, odio, trata a la persona como un medio y no un fin. Por tal motivo, avalar la violencia llamando a la "presión ciudadana" está fuera de la ley moral y de la democracia.
Iván Alviña Olavarría
Proyectos
Lo normal es que a través de nuestros legisladores y los medios de comunicación nos enteremos de proyectos de ley gracias a su denominación: ley anticorrupción, ley Naín, ley de fármacos II, etc. Luego, la discusión pública se centra, superficialmente, sobre si queremos o no regular tal materia y conseguir sus objetivos. A veces, cuando alguien se opone a un proyecto, lo acusan de querer ocultar algo o generar impunidad, por tanto, hay ciertas normas que si bien son defectuosas en cuanto su redacción y utilidad, no tienen opositores por cuanto nadie quiere aparecer en los medios como el porfiado que no quiere algo bueno, a pesar de que la iniciativa no tenga la calidad mínima que se requiere.
Esta moda de redactar irreflexivamente aparece todos los meses. Sin ir más lejos, este 18 de marzo se presentó un proyecto para sancionar la antropofagia (canibalismo), siendo que el homicidio con ensañamiento ya está sancionado, así como también existe el Código Sanitario que regula el manejo de cadáveres. ¿Se han asesorado correctamente los congresistas o, simplemente, tuvieron esta idea mirando TikTok?
Está bien que la opinión pública se quede en un debate más superficial, la gente trabaja todo el día y esperamos que nuestros especialistas nos resuman los temas de interés público, pero si estos especialistas se preparan mirando historias de Instagram o Facebook, difícilmente regularán como el país necesita, con calidad.
Carlos Muñoz Lecerf
Salud mental
En el mundo y en Chile nos encontramos ante una verdadera pandemia de salud mental. Los datos nos muestran que la incidencia y prevalencia de patologías está subiendo, tensionando los sistemas públicos y privados de salud.Esta realidad se extiende a la población penitenciaria, donde la crisis de salud mental es profunda en extensión y gravedad de las patologías, sin capacidad de las instituciones de hacerse cargo, mezclando a los reclusos de distinta peligrosidad, con riesgo para todos los involucrados. Lamentablemente, la falta de formación, recursos y las vulnerabilidades propias de los reclusos generan una situación altamente voluble, con una fuerte transgresión de sus derechos.
En el caso del ámbito penitenciario, existe falta de diagnóstico, años sin tratamiento, listas de espera, falta de cupos en los centros psiquiátricos del país.
La capacidad técnica y profesional está instalada en las universidades y en los profesionales para afrontar estos desafíos. Lo que falta es una política pública efectiva para el abordaje de esta problemática que hoy no está siendo abordada.
Por lo anterior, es clave la prevención, promoción e intervención en la salud mental de la población penitenciara con el fin de evitar no sólo la vulneración de sus derechos, sino que la vulneración futura de los derechos de otras personas.
Pablo Palma Director de Carrera Psicología, Universidad Autónoma de Chile