El explosivo aumento de la población penal en el país, que ha ido de la mano de la fuerte alza delictual y de reos extranjeros, mantiene hoy una alta ocupación en centros penitenciarios con elevada población penal y escasa dotación de gendarmes a cargo de estos recintos.
Desde hace una semana, los funcionarios del Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) concesionado de Antofagasta permanecen en "jornadas de reflexión", como forma de protesta. Esto implica la limitación de algunos servicios en este recinto, aunque sin dificultar la gestión del penal. Sin embargo, esta medida representa el paso previo a un "estado de alerta", en que pudieran adoptarse otras muestras de presión.
De acuerdo a datos de Gendarmería de Chile, correspondientes al 31 de diciembre pasado, el CCP de Antofagasta registraba un 102,1% de ocupación. Una nivel mayor en uso de capacidad mostraban a esa misma fecha el Centro Penitenciario Femenino Antofagasta (158,0%), y los centros de detención preventiva de Calama (208,4%), Tocopilla (254,7%) y de Taltal (421,9%).
Marcelo Meneses, presidente provincial de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup), comenta que en el CCP de Antofagasta enfrentan a diario carencia de personal. A estos se agrega falta de equipamiento técnico y de implementos de seguridad. "Hoy nuestras peticiones se basan en cinco puntos principales, de los cuales uno tiene que ser solucionado con premura, como es la falta de dotación. Estamos con funcionarios con pauta parada nuevamente. Eso quiere decir que no tienen descanso. Estamos nuevamente ocupando funcionarios antiguos en puestos nuevos y así estamos sacando gente de donde no hay. Hoy (lunes) sacamos dos funcionarios administrativos para ir a cubrir hospital. El sábado hubo una riña masiva, que terminó con seis internos derivados al hospital desde un módulo X; y se quedó sin funcionarios la unidad, el CCP concesionado de Antofagasta".
"Porque cuando sale un interno tiene que ir acompañado por dos custodios. Esto nos genera un problema porque al ser seis los internos heridos, tenemos que ocupar 12 funcionarios que salen de la guardia interna. Tenemos que estar cubriendo esos puestos con otros funcionarios, los cuales ya tienen un desgaste mayor, porque al final el 'garitero' qué es lo que hace. Baja de la 'garita', va a cubrir servicios al hospital, después llega y tiene que volver a subir a su puesto. Están sin horas de descanso", añade Meneses.
Contingente
Según el representante provincial de la Anfup, en la cárcel concesionada cuentan con una guardia interna de 26 funcionarios para cuidar a 1.400 reos. Sin embargo, esta cifra registra hoy una baja. "Algunos funcionarios se han ido con licencia debido al desgaste que han tenido. Ahora incluso hay funcionarios con grado cubriendo puestos de garita. La guardia interna en este momento está con un máximo de 20 funcionarios para cuidar a 1.400 internos", detalla Meneses.
A este panorama se agrega, según comenta este dirigente gremial, la derivación de unos 240 reos a este mismo recinto. Este proceso, que se estima finalice en junio de este año, considera la recuperación de celdas dañadas y la incorporación gradual de nuevas literas, según informaron desde Gendarmería de Chile. Esta medida alerta al gremio por los eventuales mayores riesgos que implicaría el incremento de internos con la actual dotación de funcionarios.
"Nosotros estamos sobrepoblados, y estamos a punto de alcanzar el hacinamiento. Además, la población interna también se está dando cuenta de que faltan funcionarios y del poco poder de reacción; entonces, como que tienen chipe libre para hacer todas sus maldades, porque al final ellos se dan cuenta que hay poca vigilancia. Ahí se arman las peleas. En este momento para atender dos o tres riñas masivas en un módulo, no tenemos esa capacidad de funcionarios. Quizás haya armamento, pero no el personal que los maneje", explica Meneses.
Hoy la falta de funcionarios se agudiza por la falta de equipamiento, reflejado tanto en implementos de seguridad y carros de traslado para los internos, reconocen en el CCP. Sobre estos requerimientos, detalla que ha habido conversaciones con las autoridades regionales, aunque sin avances en logros concretos. "El otro día la guardia me informó que estaban sin gas pimienta. Tuvieron que llamar para que les subieran un par para aguantar la situación en ese momento. Los escáner además están malos, entonces, no se puede hacer la revisión como corresponde. Esto vulnera completamente la unidad del penal en cuanto a la seguridad", manifiesta Meneses.
Amenazas a funcionarios
Al igual que en el resto del país, la región mantiene un sostenido aumento de la población penal extranjera. En diciembre del 2023 este segmento llegaba a 1.025 reos (35,2% del total). Una fuerte alza comparado a los 695 reos foráneos de diciembre de 2021 (30,9%), último año con información a este mes en la plataforma digital de Gendarmería.
Desde el gremio de gendarmería alertan por un nuevo tipo de internos extranjeros, con un mayor nivel de peligrosidad. "Nosotros estábamos acostumbrados al interno chileno, que siempre lanzaba amenazas, pero nunca se concretaba. Hoy tenemos internos de alta peligrosidad. Extranjeros con preparación paramilitar y la amenaza no es la misma. Porque si uno ve la contingencia actual en Chile, hay personas que han sido raptadas, personas que han sido secuestradas. Te amenazan con tu familia; y los funcionarios no estaban acostumbrados a eso", expresa con inquietud Meneses. Según datos de Gendarmería, desde 2019 a 2024 en la Región de Antofagasta se registran 232 amenazas a funcionarios de Gendarmería por parte de internos.