Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Cartelera y Tv
  • Deportes
  • Contraportada

Cuando las células creen tener exceso de nutrientes, el envejecimiento se acelera en animales

MADRID. Un estudio demuestra que órganos como páncreas, hígado y riñones se inflaman, funcionan mal y la vida se acorta hasta en 20%. El proceso es extrapolable a humanos de 70 años.
E-mail Compartir

Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de Madrid, España, descubierto en modelos animales que cuando las células creen tener exceso de nutrientes, el envejecimiento se acelera y la vida se acorta, pese a llevar una dieta normal.

Cuando esto ocurre, los órganos como el páncreas, el hígado y los riñones funcionan mal y se inflaman, según un estudio publicado en la revista Nature Aging.

Aunque la investigación se hizo en modelos animales, los autores sostienen que la comparación de sus procesos moleculares con muestras de sangre de personas septuagenarias indica que se pueden extrapolar al envejecimiento humano.

Proteínas mTOR

Ante una población cada vez más envejecida, es fundamental comprender qué pasa en el organismo con el paso del tiempo a escala molecular. Se sabe que en muchos procesos interviene el complejo de proteínas mTOR, un agente clave en múltiples funciones del organismo y en especial en el metabolismo.

El nuevo trabajo descubrió en modelos animales que cuando la actividad de mTOR aumenta de forma moderada, el envejecimiento se adelanta y la duración de la vida de los animales puede acortarse hasta en un 20%.

Dado el papel central de mTOR en el metabolismo, esta investigación da pistas para entender por qué enfermedades relacionadas con el envejecimiento aparecen o empeoran en personas con alto índice de masa corporal, un indicador relacionado con la obesidad y la inflamación.

También aporta información sobre por qué la restricción calórica -un tipo de dieta asociada a una mayor longevidad en animales- puede favorecer el envejecimiento saludable, ya que ciertos genes que se activan al restringir la ingesta de nutrientes interaccionan con mTOR.

Además, se crea una nueva herramienta de investigación "para estudiar la relación entre el aumento de nutrientes y el envejecimiento de distintos órganos", señaló el autor principal Alejo Efeyan, jefe del Grupo de Metabolismo y Señalización Celular del CNIO.

Envejecimiento prematuro

La actividad del complejo de proteínas mTOR se regula en función de la cantidad de nutrientes disponibles en la célula. Pero para hacer este estudio, los autores idearon un sistema para engañar a mTOR y manipular a voluntad la actividad de mTOR en modelos animales.

Para eso, modificaron genéticamente la proteína que envía a mTOR la señal indicadora de la cantidad de nutrientes disponibles en la célula para que mintiera e hiciera creer a la célula que tenía más nutrientes de los que tenía en realidad.

Así, la vía de señales químicas de mTOR se activó como si los animales estuvieran comiendo más, aunque en realidad su alimentación no varíe.

Cuando los animales con esta proteína alcanzan la madurez, el funcionamiento de las células empieza a fallar y comienzan los síntomas del envejecimiento: piel más fina, y daños en el páncreas, el hígado, los riñones y otros órganos.

Entonces, sobrepasadas por estos daños, las células del sistema inmunitario no pueden repararlos y se acumulan desencadenando una inflamación que aumenta más los problemas en esos órganos.

El resultado de ese círculo vicioso es que el tiempo de vida de estos animales en que mTOR trabaja más de lo normal se acorta en un 20%, lo que en la escala humana equivaldría a unos 16 años.

Respuesta inmunitaria

En el estudio se buscó cortar ese círculo bloqueando la respuesta inmunitaria que causa la inflamación. El daño de los órganos mejoraba entonces lo suficiente como para ganar lo que en humanos serían unos años de vida.

Por ello, los autores afirman que actuar sobre la inflamación crónica es una potencial medida terapéutica que controle el deterioro de la salud.

Más allá de este trabajo, Efeyan consideró que este nuevo modelo animal ofrece "un amplio terreno fértil para hacerse más preguntas sobre cómo el aumento de nutrientes, o su señalización, facilita procesos en los distintos órganos que permitan entender su envejecimiento en particular. O, por ejemplo, investigar la relación con las enfermedades neurodegenerativas, porque hay cierta inflamación en el sistema nervioso central. Es una herramienta que podrá usar mucha más gente".

La insalubridad del agua del río Sena en París pone en jaque el desarrollo de las pruebas olímpicas

E-mail Compartir

La insalubridad del agua del río Sena, cuyo nivel de contaminación todavía supera lo fijado en las normas internacionales para una competición olímpica, preocupa a las delegaciones deportivas al no garantizar las condiciones para el desarrollo de las pruebas en París 2024.

A tan solo cincuenta días del debut de la cita olímpica que acogerá París, el equipo francés de natación volvió a cancelar este viernes uno de sus entrenamientos en aguas abiertas previsto para este lunes, informó Radio France.

Los motivos que empujaron a la cancelación son las fuertes corrientes y, en especial, el deterioro de la calidad del agua debido a las copiosas lluvias registradas en mayo.

"El Sena no está hecho para nadar", declaró a principios de marzo la campeona olímpica en aguas abiertas, Ana Marcela Cunha. Bañarse en el río estuvo autorizado puntualmente a lo largo del siglo XX.

Las palabras de Cunha las respaldan datos como los proporcionados por la ONG Surfrider Foundation, que lleva a cabo mediciones de la contaminación del agua fluvial y en abril reveló que, para la bacteria Escherichia coli, la concentración era de 2.000 unidades formadoras de colonia (UFC) por cada cien mililitros de agua y de 500 por cada 100 mililitros para los Enterococos.

Los máximos aceptables en las normas internacionales de competición olímpica son de 1.000 para la Escherichia coli y 500 para los Enterococos.

Esta situación no es nueva para la capital francesa, ya que se tuvo que cancelar el pasado verano la Copa del Mundo de natación y adaptar las pruebas en los relevos mixtos de paratriatlón y triatlón que de esa forma quedaron reducidos a un 'duatlón'.

La suma de contratiempos pone en peligro la celebración de las pruebas de triatlón y natación de estilo libre en el Sena, uno de los mayores desafíos de estos Juegos y sobre el que los organizadores estaban confiados hace tan solo un mes tras la instalación de un colector gigante de 50.000 metros cúbicos en Austerlitz.

Esa obra costó 100 millones de euros y tiene por objetivo que el Sena sea apto para el baño a partir de julio al canalizar la saturación de las alcantarillas en caso de lluvias importantes para que no acabe en el río sin pasar por la depuradora.

Ante la falta de garantías, los responsables del equipo francés buscan ahora una nueva fecha de entrenamiento con la que recrear las condiciones típicas de un río para la competición.

Pendiente de las condiciones sanitarias queda también el baño que prometieron que se darían para demostrar la salubridad del agua el presidente francés, Emmanuel Macron, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, el 23 de junio.