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Aprovechemos la histórica bonanza

Tenemos hoy condiciones extraordinarias en lo económico, más una masa profesional inédita y vigorosa. Podemos dar un salto enorme al desarrollo. El éxito de la región tendrá una traducción, sí y sólo sí, concretamos proyectos que garanticen la viabilidad y sustentabilidad del territorio más allá de esta bonanza.
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La Región está en un momento de alta expectación considerando la cantidad de recursos con los que contará el sector público en los años siguientes. A los dineros provenientes desde el fisco, vía ministerios y Fondo Nacional de Desarrollo Regional, sumaremos márgenes muy relevantes, particularmente gracias a distintos ítemes ligados a la minería.

Dineros del royalty, del litio, de los casinos de juego, vendrán a multiplicar los fondos existentes y, de esta manera, bien podríamos estar en la histórica disyuntiva de comenzar a resolver la serie de déficit y problemas de nuestra tierra.

Vivienda, salud, educación, calidad de vida, por nombrar cuatro líneas, podrían atacarse con decisión en los años siguientes, pues recursos habrán.

Al mismo tiempo, ya deberíamos terminar con el rezo de culpar a Santiago y los gobiernos nacionales de turno de varios aspectos en los cuales la región debiera ser la protagonista de la solución.

Podríamos reconocer que esta abundancia de dinero ya tiene un correlato en la discutible decisión de compras de terrenos y edificios, tal cual ha sucedido con la adquisición de la antigua molinera y la Teletón en la capital regional.

Este promisorio futuro deberá observarse con cautela, ya que el éxito de la región tendrá una traducción, sí y sólo sí, concretamos proyectos que garanticen la viabilidad y sustentabilidad del territorio más allá de la bonanza que actualmente gozamos.

Si los dineros sólo servirán para pagar favores políticos y exóticos gastos de todo tipo, no tardará mucho tiempo en que estemos lamentando y/o Santiago se dé cuenta de los despilfarros.

Esta generación de autoridades políticas está jugando varios años de futuro, sin embargo no parece tan evidente que ello esté claro en algunas de sus decisiones en los distintos planos del Estado.

Esta oportunidad no puede ser desaprovechada.

Clandestinos: una mal llamada normalidad

MIguel Ballesteros Candia , Delegado Presidencial Provincial El Loa, Jesús Aranda Valverde, Pastor Evangélico
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Ya estamos a mitad de año y continuamos con el trabajo de que juntos podamos hacer de la provincia de El Loa más seguro. Es por ello que desde la Delegación Presidencial Provincial de El Loa hemos llevado a cabo una serie de estrategias para garantizar seguridad, siendo una de estas el permanente trabajo de fiscalización y clausura de locales clandestinos junto a policías y servicios fiscalizadores. Gracias a las denuncias de las vecinas y vecinos es que hemos podido detectar estos establecimientos, operan derechamente en la ilegalidad, lo que representaba un riesgo para la seguridad pública y la convivencia ciudadana.

En poco más de un año, se han clausurado un total de 25 locales en Calama. 23 de estos dentro de la categoría de clandestinos, muchas veces ocultos tras fachadas aparentemente inofensivas, pero que albergaban actividades ilegales como la venta de alcohol, fiestas masivas y, en algunos casos, incluso se ha detectado explotación sexual. Reitero, gracias a las denuncias que nos hacen llegar, tanto a la delegación presidencial como a Carabineros y, sumado al trabajo en conjunto con los distintos servicios fiscalizadores como Inspección Municipal, Dirección del Trabajo y la Seremi de Salud se ha podido intervenir y lograr la clausura de estos puntos de riesgo.

Pero aquí no termina el trabajo, ya que constantemente estamos vigilando y supervisando que estos establecimientos cumplan la orden de clausura y no se continúe con su funcionamiento. Sin embargo, nos encontramos que algunos propietarios hacen caso omiso y proceden a vulnerar y romper el sello de clausura, lo que tiene como consecuencia, no solo una infracción administrativa, sino que tiene características de delito, por lo que los regentes de estos locales se exponen a ser detenidos y ser procesados por el Código Penal, en su artículo 270. Esta medida no es un proceso temporal, es definitivo y un mensaje claro que no se tolerara actividades ilegales de ningún tipo.

El llamado es claro, no debemos normalizar este tipo de actividades que derivan en muchos actos de violencia sexual, incivilidades u otros delitos. Debemos colaborar en denunciar y como estos locales ya clausurados, iremos cerrando cada establecimiento identificado, nuestro mensaje es claro, tolerancia cero.

También hemos sido testigos de encontrarnos con locales establecidos, pero que no cuentan ni con permisos para su funcionamiento o deficiencias graves en materia sanitaria lo que conlleva a un riesgo para la salud pública, por ello, es que conjunto a la Seremi de Salud y Dirección del Trabajo hemos realizado fiscalizaciones semana a semana para detectar estos establecimientos y proceder a su clausura o prohibición de funcionamiento hasta que regularicen sus situaciones.

En resumen, el trabajo de fiscalizaciones seguirá firme y con tolerancia cero, así como las clausuras de clandestinos, ya que entendemos que hacer esto no es solo un proceso administrativo más, sino un acto de protección ciudadana. Instamos a la comunidad en denunciar este tipo de locales o si se detecta cualquier intento de reabrir dichos lugares clausurados. Solo así lograremos un entorno más seguro para todos, entendiendo que fiscalizar es también cuidar.


Coces al aguijón

Hallamos esta frase en la Palabra de Dios: dura cosa te es dar coces contra el aguijón. (Hechos 9: 5) pronunciadas por Jesucristo durante el dialogo que ocurre en la conversión de Saulo, quien luego sería el gran Apóstol Pablo.

En la actualidad la usamos para definir a quien porfía sobre una postura, aunque no tenga razón e insiste desmedidamente, queriendo ganar. Para los cristianos la Palabra de Dios es "fiel y verdadera" (Apocalipsis 21:5) por tanto se declara en nuestra doctrina, que solo la Biblia es la regla segura de fe y practica cristiana. Partiendo de esta declaración, vemos a nuestro alrededor, dolor, desigualdad, injusticia social, y lo relacionamos con la tozudez humana de querer seguir "dando coces al aguijón".

Ejemplos: EL SECRETISMO, acción que hace suponer al ser humano que se pueden ocultar algunas cosas o acciones y que nunca se sabrá. Nada más errado; ya lo vemos con todos los problemas de las fundaciones en nuestro país y las personas juzgadas. Mi Señor Jesucristo, dijo: no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido que no haya de salir a la luz (San Marcos 4:22)

EL EGOISMO o "el YO" que nos hace creer que primero somos nosotros, luego nosotros y así indefinidamente. Esto ha convertido nuestra sociedad en personalista y competitiva, dejando de lado la fraternidad, la solidaridad u otras acciones humanitarias que nos permiten unirnos como personas. La burla hacia aquel que no piensa como nosotros o hace lo que nosotros hacemos, es muy cotidiana. El consumismo, es otro efecto. La Biblia dice: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mi (Gálatas 2:20) Este es el ideal cristiano, y debería de todos, así evitaríamos un sinnúmero de males. Agrega el apóstol: Nada hagáis por contienda o por vanagloria (Filipenses 2:3)

EL RESPETO FAMILIAR, que entendemos como la forma adecuada de vivir en un hogar. Los niños parecen hoy más malcriados que antes, quizás debido a que hablamos mucho de derechos y mencionamos poco los deberes. Los adultos no sienten respeto unos por otros y todos desean imponer su voluntad. Los malos ejemplos, abundan. Todo eso genera problemas en el hogar y sufrimos las consecuencias, tal como lo advirtió mi Señor Jesús: una casa dividida contra sí misma, cae (San Lucas 11:17) El mandamiento: Honra a tu padre y a tu madre (Éxodo 20:12) parece olvidado.

¿Qué hacer? Debemos volver a las Sagradas Escrituras y leer, aprender, y vivir sus enseñanzas. De otra manera, seguiremos pateando clavos y lastimándonos solos, queriendo una sociedad mejor, lejos de los principios y enseñanzas divinas. Debemos empezar en el hogar, luego todo lugar, enseñando con el ejemplo y mostrando en nuestras vidas, que hacemos lo que el Señor nos enseñó. Solo así veremos un futuro mejor. Bendiciones