"La inversión que contemplan nuestros proyectos renovables en la región es de US$1.390 millones"
La estatal noruega Statkraft posee algunos de los proyectos de energías renovables no convencionales más ambiciosos que se desarrollan en la Región de Antofagasta, con inversiones que se aproximan a los US$ 1.390 millones en las comunas de María Elena, Calama y Taltal.
Iniciativas que podrían alcanzar una capacidad instalada de 1.296 MW, a las que se refirió la gerente general de Statkraft Chile, María Teresa González, de visita en la zona. Oportunidad en que se refirió además a los principales "cuellos de botella" de la industria energética nacional.
¿En qué pie está hoy el proyecto Pauna que desarrollan en María Elena?
-Pauna es la primera iniciativa, es un proyecto solar de gran escala, de hecho es el más grande aprobado en el Sistema de Evaluación Ambiental; que tiene una capacidad máxima instalada de 671 MW y como todos los proyectos solares lo estamos evaluando con baterías.
Es un proyecto grande que tiene mucho potencial y está en una zona muy atractiva, con una radiación impresionante. Estamos en pleno desarrollo, pidiendo permisos sectoriales, porque tenemos la licencia ambiental aprobada.
Otra de sus iniciativas solares es Parina ¿Cómo avanza ese proyecto en Calama?
-Recibió la aprobación ambiental hace unos meses, Parina es un proyecto que originalmente lo habíamos diseñado de 248 MW, pero luego de trabajar con las comunidades, un trabajo bien bonito con seis comunidades indígenas además de otras organizaciones sociales y autoridades locales, en razón de la comprensión que ese proceso de diálogo nos permitió, porque iniciamos muy tempranamente el proceso de participación con las comunidades y mucho antes de entrar a evaluación ambiental; nos dimos cuenta que el proyecto como estaba originalmente diseñado tenía algún impacto sobre sitios de interés patrimonial para las comunidades indígenas, específicamente una huella tropera, y lo que hicimos fue rediseñar el proyecto, atendiendo a este interés.
Lo tuvimos que reducir de escala, evidentemente, y hoy es un proyecto que se aprobó medioambientalmente con una capacidad instalada de 185 MW. Todo esto es parte de ese diálogo temprano, que es parte también del sello que queremos instalar en el desarrollo de nuestros proyectos, que haya participación incidente, que sea recogida para hacer mejores proyectos o más armónicos con el territorio.
Vientos del Desierto es otra de sus iniciativas, que considera varias tecnologías.
-Es otro de nuestros proyectos, está en la zona de Taltal, con tecnología eólica, solar y de baterías, con una capacidad de 440 MW. Estamos en proceso de diseñar el proyecto y ver cuáles son las capacidades óptimas de cada una de las tecnologías, está un poco menos avanzado que Pauna y Parina, pero ya estamos trabajando en todas las aprobaciones ambientales.
La región de Antofagasta es un centro de altísimo interés y por eso también queremos desarrollar nuestros proyectos en mucha relación con los públicos de interés, las autoridades y las comunidades locales.
¿Cuál es la inversión que involucrarían estos tres proyectos?
-La inversión proyectada que contemplan nuestros proyectos renovables en la Región de Antofagasta, dos con RCA (Resolución de Calificación Ambiental) y uno en evaluación, es de unos US$1.390 millones. Antes de ejecutar estas importantes iniciativas, los proyectos pasan por diversas etapas de análisis y aprobaciones internas, por lo que pueden sufrir modificaciones, e incluso no llegar a construirse.
¿Existen otros proyectos en carpeta, en etapas preliminares?
-Nosotros estamos permanentemente prospectando proyectos, terrenos, pero hoy estamos concentrándonos en lo que ya tenemos. Nos hemos propuesto la meta de ganar una cierta escala, que es llegar por lo menos a 1.000 MW de capacidad instalada en Chile y tenemos una cartera de proyectos de 2GW ya en desarrollo en distintas etapas.
Ahora, cuando tienes una cartera de proyectos y los empiezas a desarrollar, son bien complejos y muchas veces, durante el proceso de desarrollo, se va encontrando con dificultades que finalmente te hacen tomar la decisión de no seguir con los proyectos o por alguna razón no consiguen las rentabilidades necesarias y, por lo tanto, estos proyectos tienen una tasa de mortalidad, entre que uno los piensa y termina tomando la decisión de invertir. Entonces es muy probable que no desarrollemos esos 2GW o que vendamos proyectos, porque van tomando distintos caminos o alternativas.
¿Cuáles son los mayores desafíos que complejizan la concreción de los proyectos?
-Efectivamente desarrollar proyectos es complejo y Chile tiene algunos cuellos de botella que es necesario desarrollar. Como país tenemos un enorme potencial para desarrollar energías renovables y la posibilidad de ser pioneros en materia de energías renovables, pero hay aspectos que tenemos que mejorar para llevar adelante y hacer exitosa esta transición energética justa y para eso una de las cosas que hay que mejorar es que sea un esfuerzo público-privado de mucha colaboración, para realmente poder aprovechar la oportunidad que nos brindan estos recursos como la radiación solar y el viento.
Dentro de las condiciones habilitabtes está mejorar todo el sistema de permisos, que se están demorando mucho y eso impacta en todos estos proyectos de manera muy crítica y si un proyecto tiene demoras de seis meses o un año, producto de no lograr los permisos necesarios, finalmente las rentabilidades no dan y creo que hay que hacer un esfuerzo más grande para ponernos de acuerdo.
¿Las comunidades, en general, están abiertas a dialogar?
-Desde Statkraft hacemos un esfuerzo, que es voluntario, de empezar los procesos de diálogo con los territorios desde las etapas más tempranas de desarrollo, mucho antes de entrar al Sistema de Evaluación Ambiental, porque una vez que ya estás ahí, el proyecto está cerrado.
Lo que hacemos es involucrar a las comunidades, hacemos muchas reuniones y le explicamos la idea de proyecto que tenemos y las comunidades también nos hacen ver cuáles son sus preocupaciones y sus ideas de cómo deberíamos desarrollar estos proyectos y eso tratamos de incorporarlo dentro del diseño, lo que llamamos participación incidente y que sea vinculante, porque cuando los procesos de participación no tienen efecto y las comunidades van a muchas reuniones, pero finalmente lo que dicen no es recogido por los proyectos, es bien frustrante y ahí se generan problemas.
Acelerar los permisos
Respecto de la permisologia y los esfuerzos por acortar sus tiempos, María Teresa González cree que "felicitamos el proyecto de ley de permisología, creemos que el Gobienro está muy conciente que este es un tema que hay que mejorar, porque finalmente es lo que posibilita que Chile pueda tomar esta ventana de oportunidad en materia de transición energética, y creemos que es una buena primera iniciativa, pero también creemos que hay que poner un poquito más de sentido de urgencia".
671 MW Es la capacidad instalada del proyecto solar Pauna, que se desarrolla en la comuna de María Elena.
185 MW Es la capacidad instalada del proyecto solar Parina que se desarrollará a 12 kilómetros de Calama.
440 MW Es la capacidad del proyecto solar, eólico y de baterías, Vientos del Desierto que se desarrolla en Taltal.