Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Espectáculos
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Contraportada

Detienen a cinco sospechosos por muerte de Matthew Perry

TELEVISIÓN. El actor recordado por "Friends" fue cliente de una red de distribución de ketamina en Los Ángeles, EE.UU.
E-mail Compartir

Autoridades de California aseguraron ayer que el actor Matthew Perry ("Friends") fue víctima de una red delictiva clandestina distribuidora de ketamina. Al cierre de esta edición, cinco personas habían sido imputadas por el fallecimiento del intérprete, entre ellas su asistente personal.

"La investigación ha revelado la existencia de una amplia red criminal clandestina responsable de la distribución de grandes cantidades de ketamina al señor Perry y otros", señaló el fiscal Martin Estrada.

Según el persecutor, esta red incluía a su "asistente directo, varios intermediarios, dos médicos" y una traficante llamada Jasveen Sangha, conocida como 'la Reina de la Ketamina'".

Las autoridades relataron que Perry obtuvo la ketamina que terminó con su vida de parte de Sangha, que la jeringa fue proporcionada por el médico Salvador Plasencia y fue su asistente personal, Kenneth Iwamasa, quien inyectó la droga al actor el día de su muerte, el pasado 28 de octubre. Plasencia y Sangha fueron arrestados ayer.

El fiscal añadió que los acusados aprovecharon "los problemas de adicción" de Perry para "enriquecerse", mientras que hasta la tarde de la última jornada tres personas se habían declarado culpables, entre ellos Iwamasa, quien admitió haber inyectado la droga al actor; el doctor Mark Chavez, que aseguró que le vendió ketamina a Plasencia; y Erik Fleming, un conocido del actor que declaró que obtuvo la ketamina de Sangha.

Perry falleció el año pasado en su casa de Los Ángeles, y su autopsia reveló que fue por efecto de "los altos niveles de ketamina" encontrados en la sangre.

El intérprete, recordado por su personaje Chandler Bing, escribió sobre lo duro que había sido lidiar contra las adicciones en su libro "Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing: A Memoir", publicado un año antes de su fallecimiento.

Willy Semler: "A mi personaje lo motiva más la venganza que el dinero"

CINE. El actor protagoniza "El fantasma", inspirada en un caso policial de comienzos de siglo.
E-mail Compartir

Inspirada en la crónica policial y recién estrenada en las salas de cine, "El Fantasma" cuenta con Willy Semler ("Johnny cien pesos") en el rol protagónico como José Hidalgo, un tipo que roba bancos sin violencia y sin dejar rastros.

Dirigida por Martín Duplaquet, tiene dentro del elenco al argentino Darío Lopilato ("Casado con hijos"), Daniel Muñoz ("Los 80") y Elisa Zulueta ("La torre de Mabel"), trío que encarna a la banda que acompaña al fantasmal delincuente bajo los nombres de Chang, Picasso y Judi, respectivamente.

Un thriller policial

Semler cuenta que conoce al director desde hace 15 años, desde su primer filme, la comedia "Dios me libre", en la que tuvo un rol secundario. Luego, en la película siguiente, "Cazadora", tuvo un cameo "muy freak", casi al final de esta distopía.

Para "El fantasma", coproducción brasileña y argentina, han estado bregando desde hace una década, porque "queríamos hacer una película de ciencia ficción, algo así como un 'Blade Runner' chileno, incluso habíamos hablado con (el escritor Jorge) Baradit ('Historia secreta de Chile'), pero Martín encontró un reportaje que hablaba de la banda de 'Los Fantasmas' y su líder, ese fue el punto de inspiración", recordó el actor, aludiendo a la crónica policial de comienzos de este siglo escrita por el periodista Rodrigo Fluxá ("Solos en la noche").

-¿Qué fue lo que más les atrajo?

-No fue el caso ni el personaje en sí mismo, esa era una generalidad más bien: lo que nos cautivó más fue entrar en el género del thriller policial, una película de aventuras, con muchos planos y lecturas, una película entretenida con varios elementos de comedia negra y, al mismo tiempo, que te hace reflexionar sobre cuáles son los límites de las leyes, sobre la ética y la moral.

Semler dijo que a Muñoz lo conoce desde la juventud, cuando estaban en la misma compañía de teatro, y Lopilato fue un acierto: "Se integró de forma inmediata, es un cabro simpatiquísimo, encantador, con mucho carisma y sobre todo es buen actor".

Sobre el personaje de Judi, quien se integra subrepticiamente a la banda, señala que "Elisa como Judi también pone su cuota: el personaje de Judi es una profesional del robo, lo trae de familia, entonces ella se desempeña con mucha facilidad en ese campo y lo que le gusta es el delito más que el dinero, es adicta a la adrenalina, disfruta cada uno de los golpes, se maneja como una líder, porque es la que lleva todo el ímpetu; Chang, el personaje de Daniel, es como el cerebro, la ingeniería de los robos, el que cranea los golpes".

El hampa

Semler recordó que "los días del rodaje fueron entretenidos, pero a rabiar, lo pasamos chancho. Fue agotador, veníamos saliendo de la pandemia, todavía usábamos mascarillas, pero lo pasamos realmente bien, y eso que es un intangible la cámara también lo filma y creo que el espectador se contagia".

-Ese tipo de delincuentes, el hampa, ¿como que ya no existe, no?

-Sí, creo que ya no existe, es una hampa a la antigua, como los mafiosos sicilianos, que tienen sus códigos de honor, buscan una causa durante el delito que es causar el menor daño público posible y, de hecho, por eso le decían "El Fantasma", porque nunca dejó rastros, ninguna huella del delito, y lo único que le importaba, la única regla, era no traicionar.

-Además hay una especie de venganza en contra de algunas instituciones.

-Hay una venganza contra el sistema, no sólo contra las instituciones, es una venganza en contra de un sistema que se ha encargado de dejar a todo este grupo de personajes fuera del mundo, los ha exiliado, les ha arrebatado todo y, en el caso de mi personaje, lo que lo motiva es la venganza más que el dinero, el dinero está en un segundo plano, él no se anda comprando Ferraris ni ostentando una nueva riqueza, no hace nada, sigue con su vida, pero quiere hacerle mucho daño a las partes más vulnerables del sistema.