Karen Elena Cereceda Ramos
Encabezado por el obispo de la Diócesis San Juan Bautista de Calama, monseñor Tomás Carrasco, se realizó el Te Deum de Fiestas Patrias en la Catedral de la ciudad. Una ceremonia tradicional que se realiza durante estas fechas y en el que se da gracias a Dios por un nuevo aniversario de Chile.
Es tradicional también que, durante el Te Deum, el líder de la Iglesia Católica en la Provincia entregue un mensaje a los habitantes y las autoridades que, en este 2024, estuvo marcado por el repudio a loa casos de corrupción en la clase política, así como también a la unidad.
Monseñor Carrasco comenzó diciendo que "nos reunimos para orar por Chile, en esta fiesta nacional, con el gozo de reconocernos heredero de una misma historia que nos une como hijos de la gran familia chilena. Una familia que sabe que todo depende de Dios y a la vez de cada uno de sus miembros", detalló
Agregó que este último año, "hemos sido testigo de la gran violencia, robos, muertes, secuestros, que afecta a muchos hombres y mujeres en las calles y también la corrupción, que afecta a miembros de distintas instituciones importantes de nuestra patria (...) Pero creo que va más allá el problema que nos aqueja, y es que se ha perdido a Dios y el amor al prójimo", puntualizó.
Continúo manifestando que, "este amor al prójimo en el contexto de la patria implica respeto, solidaridad y compromiso con nuestros compatriotas, especialmente con los más necesitados y vulnerables. Y cuando se pierde el amor, el ser humano comienza a ponerse en el centro de todo y ya no existe el prójimo".
Mensaje central
El obispo de Calama en su mensaje central pidió no distraer también la atención pública con temas tan duros como hemos visto este tiempo, "la eutanasia y el aborto libre, que se convierten en materia tan sensible como es la vida por nacer y la vida que concluye en este mundo, y que muchas veces la tomamos con tanta frivolidad, mientras los verdaderos dolores del país soslayan pues no se tienen verdaderas respuestas".
En este sentido, habló sobre los casos de corrupción que se han registrado en las últimas semanas por lo que citó algunas palabras de la última carta que escribió la Conferencia Episcopal de Chile, titulada "Ante el mal extendido de la corrupción".
En esa carta destacó que "los hechos de corrupción, tráfico de influencias, fraudes, mal uso de información privilegiada, malversación de fondos públicos, delitos económicos que se vienen conociendo los últimos años, son motivos de una honda preocupación para la inmensa mayoría del país. En ellos están involucradas personas de distintos ámbitos, pero resultan especialmente graves cuando se refieren a autoridades públicas y a organismos del Estado, que por su naturaleza están al servicio del bien común, especialmente las personas más vulnerables".
Añadió que por estos hechos, "los pobres son los grandes perjudicados con estas conductas, Y ello debe ser motivo de una fuerte condena social. Como sociedad debemos ser conscientes que estos procesos de corrupción vulneran muy gravemente la justicia social".
Candidatos
Otro de los mensajes centrales que entregó monseñor fue dirigido a los candidatos y candidatas que postulan para las elecciones municipales y generales de octubre próximo.
"Los invito a hacer propuestas enfocadas en resolver los problemas cotidianos de la gente, como el acceso a servicios básicos, la seguridad, desarrollo urbano, la educación, la salud, entre otros, tantos más. Donde la transparencia y la cercanía deben ser principios rectores de su campaña y futura gestión, dando a la ciudadanía soluciones concretas, con disposición para escuchar a todos los sectores de la comunidad, especialmente a aquellos más marginados".
Finalmente, el sacerdote y líder de la Iglesia Católica en Calama, los llamó a trabajar e instó a "actúen con ética, compromiso y pensando siempre en el bienestar colectivo. Ser autoridad local es una oportunidad para ser verdaderos agentes de cambio, por lo que les insto a liderar con el ejemplo y a trabajar por un futuro más justo y próspero para todos".
"Los pobres son los grandes perjudicados con estas conductas, Y ello debe ser motivo de una fuerte condena social".
Monseñor Tomás Carrasco, Obispo de Calama