Ricardo Pinto Neira
Para muchos fue el gran héroe de la feliz jornada de Cobreloa ante Deportes Copiapó que le dio aire al equipo de cara a la recta final del torneo, una donde pelean por no descender.
Javier Parraguez aportó con dos goles, se puso frente al punto del penal en un momento decisivo anotando la ventaja y liquidó el duelo con un certero cabezazo en plena área, convirtiéndose de paso en el actual goleador del equipo con los mismos cuatro tantos que registra Cristian Insaurralde.
Pero lejos de la euforia que provocó la goleada en Calama, el "Búfalo" parece tener una mirada muy clara sobre el actual momento del equipo. "Estamos en una situación difícil porque dependeremos de otros resultados para poder conseguir el objetivo de dejar a Cobreloa en Primera. Por eso, más allá de la felicidad por ganar, hay que poner los pies sobre la tierra y aprovechar esta actuación para darnos cuenta que podemos ganar los partidos que nos quedan y cumplir con ese objetivo", señaló.
El ariete tuvo palabras para explicar el viraje que se vio en la cancha del Zorros del Desierto, con un equipo motivado desde el principio del encuentro y donde el lenguaje no verbal de palmoteos, alientos y permanente solidaridad entre los compañeros apareció como novedad en un grupo que hasta semanas atrás se veía cabizbajo y casi entregado.
"Es que no nos quedaban muchas opciones. Sabíamos que este era el partido para mostrar las ganas que tenemos todos de quedarnos en Primera División y todo lo que pasó había que dejarlo atrás. Teníamos una oportunidad y la aprovechamos", dijo.
Entrenadores
Dentro de ese cambio actitudinal, el goleador rescata el trabajo de esta semana que llevó a cabo el nuevo adiestrador, César Bravo para cambiarle la cara al equipo no sólo en lo futbolístico, sino también en lo motivacional.
"El profe nos dio tres o cuatro tips muy concretos sobre cómo veníamos jugando y los errores que estábamos cometiendo, asimilamos muy rápido su idea y lo demás fue ponerla en marcha poniendo el máximo esfuerzo desde cada uno. No es que antes no lo hayamos querido hacer antes pero veníamos con una carga muy fuerte encima por todo lo que no se nos había dado y con este cambio de timón quizás se descomprimió un poco la interna. Lo importante es que esa reacción que necesitábamos se dio y ahora hay que tratar de extenderla también jugando de visita", reconoce.
Por eso, tiene palabras de agradecimiento al cesado DT, Dalcio Giovagnoli. "Yo llegué con él, empezamos bien, metimos triunfos importantes contra Palestino, La Calera y Coquimbo. Pensábamos que después de eso íbamos a poder dar vuelta la situación en la tabla pero caímos en confusiones y lamentablemente, ahí el hilo se corta por lo más delgado. Pero él siempre trató de entregarnos las herramientas y no fue su culpa que se hayan ido compañeros, que hayamos tenido que lidiar con ausencias y lesiones", confidencia.
Y sobre ser el nuevo goleador del equipo asume que "a uno lo traen para esto y no se me estaba dando. Lamentablemente, la gente apunta contra los delanteros cuando no anotan pero antes no nos generábamos situaciones. Contra Copiapó sí las generamos y allí, se hace mucho más fácil poder aportar con goles".
Baja muy sensible
Orrego sufrió fractura
La caída fue dolorosa y allí ya se anticipó lo peor. El volante Nicolás Orrego se perderá el resto del torneo por una fractura en la zona de la clavícula, a la espera del diagnóstico que definirá si es necesario que entre a pabellón, eso en caso de existir compromiso de ligamentos.