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Electroagricultura: el nuevo método para que las plantas produzcan alimentos sin luz ni tierra

ESTADOS UNIDOS. Método sustituye la fotosíntesis por una reacción química alimentada por energía solar que convierte el CO2 en una molécula orgánica "comestible".
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Un equipo de bioingenieros desarrolló un nuevo método que consigue que las plantas produzcan alimentos en la oscuridad y con un 94% menos de tierra. Es la llamada "electroagricultura".

El método que básicamente sustituye a la fotosíntesis fue ideado por científicos de las universidades estadounidenses de Washington en San Luis, Delaware y California, y los detalles se publican en la revista 'Joule' de Cell Press.

Durante milenios, la humanidad ha dependido de la fotosíntesis para cultivar alimentos, una reacción química que permite casi toda la vida en la Tierra pero que es extremadamente ineficaz para captar energía: sólo alrededor del 1% de la luz que absorbe una planta se convierte en energía química dentro de ella.

Impulsados por el aumento la creciente demanda mundial de alimentos, los científicos llevan décadas buscando soluciones a este reto.

El artículo presenta un nuevo método que sustituye la fotosíntesis por una reacción química alimentada por energía solar que convierte el CO2 en una molécula orgánica que las plantas estarían genéticamente diseñadas para 'comer'.

El equipo calcula que si todos los alimentos de Estados Unidos se produjeran mediante electroagricultura, se reduciría en un 94% la cantidad de tierra necesaria para la agricultura por lo que, además, podría utilizarse para cultivar alimentos en el espacio.

"Si ya no necesitamos cultivar plantas con la luz del sol, entonces podemos desvincular la agricultura del medio ambiente y cultivarlas en interiores, en entornos controlados", asegura el ingeniero biológico Robert Jinkerson, de la Universidad de California.

Se trata de "llevar la agricultura a la siguiente fase de la tecnología, y producirla de forma controlada y desvinculada de la naturaleza tiene que ser el siguiente paso", opina el autor del trabajo.

¿agricultura del futuro?

Según explica el artículo, la electroagricultura significaría sustituir los campos de cultivo por edificios de varios pisos.

Los paneles solares en los edificios o cerca de ellos absorberían la radiación solar y con esta energía se alimentaría una reacción química entre el CO2 y el agua que produciría acetato, una molécula que serviría de alimento para plantas cultivadas hidropónicamente (con una solución enriquecida con nutrientes en vez de tierra).

El método también podría utilizarse para cultivar otros organismos productores de alimentos, ya que el acetato es usado de forma natural por setas, levaduras y algas.

"El objetivo de este nuevo proceso es aumentar la eficiencia de la fotosíntesis. Ahora mismo, estamos en torno al 4% de eficiencia, que ya es cuatro veces mayor que la de la fotosíntesis, y como todo es más eficiente con este método, la huella de CO2 asociada a la producción del alimento se hace mucho menor", explica Feng Jiao, de la Universidad de Washington en San Luis y autor principal del estudio.

Una vía metabólica

Para diseñar genéticamente las plantas que comen acetato, los científicos aprovechan una vía metabólica que las plantas en germinación usan para descomponer el alimento almacenado en sus semillas. Esta vía se desactiva cuando las plantas son capaces de realizar la fotosíntesis, pero volver a activarla les permitiría usar el acetato como fuente de energía y carbono.

"Es un proceso análogo a la intolerancia a la lactosa en los humanos: de bebés podemos digerir la lactosa de la leche, pero muchas personas desactivan esa vía cuando crecen. Es más o menos la misma idea, sólo que para las plantas", detalla Jinkerson.

El equipo está centrando su investigación inicial en los tomates y las lechugas, pero en el futuro prevé ampliarla a cultivos básicos ricos en calorías como la yuca, la batata y los cereales.

Por ahora, han conseguido diseñar plantas que pueden utilizar acetato además de la fotosíntesis, pero su objetivo final es diseñar plantas que puedan obtener toda la energía que necesitan del acetato, lo que significa que no necesitarían luz.

Google crea herramienta capaz de insertar marcas de agua en textos generados por IA

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Un equipo científico de Google DeepMind desarrolló una herramienta capaz de añadir marcas de agua a textos generados por grandes modelos lingüísticos, mejorando así su capacidad para identificar y rastrear contenidos creados artificialmente.

Los grandes modelos lingüísticos (LLM) son un tipo de inteligencia artificial (IA) muy utilizados que pueden generar texto para chatbots, ayuda a la escritura y otros fines. Sin embargo, puede resultar difícil identificar y atribuir el contenido producido por esta IA a una fuente concreta, lo que pone en entredicho la fiabilidad de la información.

En imágenes, videos o audios es relativamente sencillo insertar marcas de agua, pero en los textos esto supone un reto: cualquier alteración en las palabras puede afectar el significado y la calidad del contenido.

Se han propuesto marcas de agua como solución, pero no se han implantado a gran escala.

Ahora, en un artículo publicado en la revista Nature, los investigadores Sumanth Dathathri y Pushmeet Kohli, de Google DeepMind, describen una estrategia que utiliza un novedoso algoritmo de muestreo para aplicar marcas de agua al texto generado por IA, conocida como SynthID-Text.

La herramienta utiliza este algoritmo "para sesgar sutilmente la elección de palabras del LLM, insertando una firma que pueda ser reconocida por el software de detección asociado", explican los expertos.

La detectabilidad de estas marcas de agua se evaluó con varios modelos disponibles públicamente y SynthID-Text mostró una eficacia mejorada en comparación con los enfoques existentes, asegura un resumen de la revista.

Según los científicos, el uso de SynthID-Text tiene además un impacto insignificante en la potencia de cálculo necesaria para ejecutar el LLM, lo que reduce la barrera para su implementación.

Los modelos de lenguaje de gran tamaño han permitido la generación de texto sintético de alta calidad, a menudo indistinguible del contenido escrito por humanos, a una escala que puede afectar notablemente la naturaleza del ecosistema de información, escriben los autores en su artículo.

La marca de agua puede ayudar a identificar texto sintético y limitar el uso indebido accidental o deliberado, añade el equipo de Google DeepMind. "Aquí describimos SynthID-Text, una estrategia de marca de agua que preserva la calidad del texto y permite una alta precisión de detección", dicen.

Técnicamente robusta

Para Pablo Haya, del Laboratorio de Lingüística Informática de la Universidad Autónoma de Madrid, el artículo presenta "una solución técnicamente robusta" para la identificación de texto generado por IA a través de marcas de agua.

Aquí la marca de agua consiste en alterar el algoritmo de generación de palabras de manera que sigan un patrón estadístico rastreable sin modificar el significado, detalla Haya en un comentario a Science Media Centre España, una plataforma de recursos científicos para periodistas.

Los sistemas para detectar si un documento ha sido generado por IA tienen bajos índices de acierto, por lo que tecnologías que faciliten la identificación de la autoría son muy necesarias, opina Haya, que no participa en el estudio.

"Además, estas técnicas están alineadas con las obligaciones de transparencia del reglamento IA que exige a los proveedores, en determinados niveles de riesgo, garantizar que el contenido generado por la IA sea identificable".