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150 años de compromiso

Ricardo Díaz Cortés , Gobernador regional de Antofagasta
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Como gobernador me ha tocado ser portador de buenas y malas noticias, en estos últimos casos, hemos debido trabajar para buscar soluciones y proteger a los habitantes de esta región , pero cuando conocí la realidad por dentro de bomberos, más allá de la emergencia, de las malas noticias por un accidente o un incendio, vi como el trabajo articulado, ordenado, capacitado y por sobre todo comprometido, se daba en este grupo de hombres y mujeres, cada vez que debían responder a un llamado.

Su dedicación y servicio incondicional hace a esta Institución, no hoy día, sino a lo largo de su historia, una a la que debemos admirar y a la vez cuidar, porque siempre se dice que Chile es uno de los pocos países donde esta labor no es remunerada, pero sin embargo, sus profesionales demuestran a diario su valentía, su compromiso inquebrantable con la seguridad, con el bienestar de la comunidad; eso lo debemos replicar cada uno en nuestros roles y desde lo público también cuidar a quienes nos cuidan.

En cada llamado de emergencia, bomberos pone en riesgo sus vidas, por eso su labor es inestimable, pero se da una paradoja, porque a la vez su trabajo puede parecer invisible en la cotidianidad, sin embargo sabemos que su impacto es profundo pues salvan vidas, por eso merecen nuestro reconocimiento y respeto, no solo en este nuevo aniversario, sino cada día del año y es lo que hemos hecho desde el Gobierno Regional de Antofagasta

El fortalecimiento de su labor, se hace necesaria y es a través del impulso, del financiamiento a los proyectos e iniciativas de los cuerpos de bomberos de la región que hemos ido permitiendo como Gobierno Regional profesionalizar aún más su labor. Es fundamental garantizar que dispongan de los recursos, la formación y el equipamiento necesarios para desempeñar su labor de manera efectiva.

Ya hemos invertido en infraestructura, con el mejoramiento y renovación de cuarteles en compra de equipamiento, apoyado la capacitación continua de las diferentes especializaciones que hoy se requieren, como el equipo USAR para realizar mejor su trabajo o la compra de tecnología más avanzada, como un robot para ser usado en espacios más complejos como el vertedero; así hemos apoyado a bomberos en su ardua tarea.

En tiempos incluso difíciles, como cuando los cambios a la ley de presupuesto les exigía dejar boleta de garantía para sus proyectos , peleamos desde el GORE con el nivel central para destrabar esta imposición y darles la oportunidad real de financiar sus iniciativas. Hoy estamos precisamente trabajando en eso , en darle un nuevo impulso a un ambicioso Megaproyecto con las nueve comunas de la región de Antofagasta, que implica 18 cuarteles de bomberos y más de 54 vehículos para distintas especialidades, ya estamos con nuestros equipos técnicos en eso y estoy seguro que el Consejo Regional seguirá apoyando como lo ha hecho hasta ahora las iniciativas de bomberos.

Es crucial el apoyo del gobierno regional , que este se mantenga y se mantenga y se amplíe, como buscamos con esta nueva iniciativa, porque este respaldo no solo beneficia a los bomberos, sino que, en última instancia, protege a toda la población y cuando establecemos colaboraciones sólidas entre las instituciones de emergencias y el gobierno, podemos construir un sistema común, ser mucho más resiliente y estar mejor preparados para afrontar cualquier eventualidad.

Por eso, al conmemorar estos 150 años de bomberos, recordemos no solo su valentía y compromiso, sino también la importancia del apoyo institucional a su labor, valoremos todos nosotros, como miembros de esta comunidad, su trabajo y sigamos cuidando a quienes arriesgan todo por nuestra seguridad, juntos, podemos seguir construyendo un futuro más seguro para esta región.

Los malos extremos

No hay ningún caso en el mundo donde una posición extrema haya significado avances sustantivos para las personas. No parece factible que Chile sea la excepción. La extrema derecha y la extrema izquierda no parecen unir, solo buscan polarizar.
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Las últimas encuestas presidenciales han sorprendido con la irrupción del candidato Johannes Kaiser en una expectante posición. La sorpresa es grande, más cuando puede calificarse al líder de los Libertarios como un representante de una derecha más extrema, bastante desconocida en el mundo y en el Chile reciente, aunque habrá que convenir que esta emergencia es una de las apariciones más interesantes y llamativas del último tiempo.

Se trata de una realidad global, que es acompañada de la irrupción de una izquierda que también es radical. El Partido Comunista no es precisamente el ejemplo de las libertades. En su currículum deben contarse dictaduras y millones de víctimas -asesinados y muertos por hambre- como una sombra que no puede obviarse. Tampoco pueden soslayarse las propuestas originales de lo que hoy es el Frente Amplio, ente que pretendió refundar el país merced a su profundo desprecio por lo acontecido en la nación en las tres décadas recientes y su insistencia en el foco de que la desigualdad sería el gran problema nacional.

Es decir, la franja que caracterizó a Chile y el planeta en el último tiempo se ha ensanchado con ideas que ya parecía superadas. Así aparece también esta derecha extrema que responde a su némesis, mientras hace una gala absolutamente superficial de los DDHH, la mujer, los inmigrantes y todo lo que aparezca como diferente. Lo insólito es que parece suficiente centrarse apenas en el discurso de seguridad. Hoy, con eso alcanza.

Ya hemos precisado que para los problemas del mundo de hoy (migración, empleo, robotización, China, el medioambiente, entre otros) la centroizquierda y la centro derecha (unidas, al menos en su respeto por la democracia y el cuidado de las libertades individuales), no parecen tener respuestas que hagan sentido. Ese es su desafío más concreto.

En el Chile de hoy -y lo hemos visto en los últimos años en Antofagasta- alcanza con un par de frases livianas y algunas acciones para las redes sociales. Pero no nos engañemos: los países no avanzan desde los extremos. La historia así lo ha demostrado.

Semana Santa

Jesús Aranda Valverde , Pastor evangélico
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Nos vamos acercando a conmemorar esta sagrada fecha cristiana que es base de nuestra fe. Y recordamos cada actividad de la última semana de la vida terrenal de nuestro Señor Jesucristo. La Semana de la Pasión se inicia con el Ingreso Triunfal a Jerusalén y termina el Domingo de Resurrección. Y mientras vivimos Cuaresma, que son los 40 días previos a esta semana, surge una pregunta en mi mente: ¿Realmente vivimos esta Semana Santa? Me parece que el laicismo es tan avasallador que muchos ven esta fecha cristiana como "un fin de semana largo" y planean "vacaciones". No estoy en contra de salir de la ciudad en estas fechas, pero si estoy en contra de la pérdida de piedad cristiana, que olvida esta fecha tan importante para los creyentes. Si sale de la ciudad, seguro habrá una Iglesia abierta donde poder ir a reflexionar sobre este sacrificio de amor de nuestro Señor Jesucristo. Y si no lo hubiere, la Biblia debe ser parte del equipaje, leer y reflexionar, hará mucho bien a nuestra vida y a quienes nos puedan acompañar. Definitivamente: no es tiempo de "vacacionar".

Cuando quisieron probar a nuestro Señor Jesús y buscar excusas para no seguir los mandamientos de Dios (San Lucas 10:25-37. Parábola del Buen Samaritano) Mi Señor Jesucristo destacó: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y ordenó hacer esto a todo creyente. Si dejamos que nuestro corazón se vaya detrás de los placeres efímeros de este mundo y olvidamos un sacrificio tan grande que fue dado para nuestra salvación, entonces no estamos haciendo lo que Él ordenó. Las Iglesias se abren en estas fechas para diversas actividades litúrgicas, no hay excusa para no poder asistir y considerar, que sin este sacrificio de amor, no sería posible la redención de la humanidad. Nuestro Señor dijo: "nadie me quita la vida, sino que yo de mí mismo la pongo" (San Juan 10:18) Fue tanto el amor que Dios tuvo para su creación que nos dio a su Hijo Unigénito para que podamos ser salvos de nuestros pecados (San Juan 3:16) y nuestro Señor Jesucristo muy amorosamente sufre el martirio y la muerte terrenal para pagar por cada uno de nosotros. No hay mayor amor que este.

Además quienes seguimos el cristianismo tenemos un Dios vivo, que no quedó en una cruz, sino que vence a la muerte y libera la carga de temor que los humanos tenían. Hay Vida Eterna, ¡Aleluya! Podemos seguir adelante, creyendo que esta vida pasajera solo es un paso a la eternidad. Los creyentes iremos a vivir para siempre con Jesús. Mi deseo es que esta Semana Santa, podamos vivirla realmente como Dios lo espera y así podamos conocer más de nuestro Señor y seguirle con esa convicción, que nuestra vida está segura en sus manos. Dios les bendiga.