Barcelona reafirma su dominio sobre el Madrid y se queda con la Copa del Rey
ESPAÑA. En un partidazo, el cuadro culé venció 3-2 en el alargue ante su clásico rival y consiguió su primer título de la temporada. Ahora va por el triplete.
En un partidazo a la altura de las expectativas, el Barcelona se coronó campeón de la Copa del Rey tras superar 3-2, en la prórroga, al Real Madrid.
El partido tuvo de todo, pero el cuadro culé fue superior y mantuvo la tónica de una temporada histórica: derrotó en tres oportunidades a su clásico rival.
Tanto Carlo Ancelotti como Hansi Flick presentaron cuadros estelares. El Barca formó con Wojciech Szczezny; Jules Koundé, Pau Cubarsí, Íñigo Martínez, Gerard Martin; Frenkie De Jong, Pedri, Dani Olmo; Lamine Yamal, Ferrán Torres y Raphinha.
Los merengues, por su parte, salieron con Thibaut Courtois; Lucas Vazquez, Raúl Ascencio, Antonio Rüdiger, Ferland Mendy; Aurelien Tchouamení, Federico Valverde, Jude Bellingham; Rodrygo, Vinicius Junior y Dani Ceballos.
La constelación de estrellas estaba completa pero la más brillante, una vez más, partió siendo Lamine Yamal. El crack de 17 años, a los 28 minutos, protagonizó una gran jugada que terminó con un pase atrás para Pedri y el volante español clavó la pelota en un ángulo, poniendo el 1-0 para el Barcelona.
El resultado a esa altura era más que justo, con los culé siendo ampliamente superiores a su clásico rival.
Sin embargo, todo cambió en la segunda etapa con los ingresos de Kylian Mbappé, Luka Modric y Arda Güler. El Madrid empezó a apretar por el empate, el que finalmente consiguió a los 70 minutos gracias a un tiro libre de Mbappé.
El francés, que marcó de esta forma por primera vez en su carrera, definió fuerte y abajo al palo del arquero. La pelota dio en el palo y se metió en el arco de Szczesny, un golazo.
Y solo siete minutos después, un córner servido por Güler encontró desmarcado a Tchouamení y el francés concretó la remontada merengue, que parecía quedarse con el título.
Sin embargo, a seis minutos del final, un gran pase de Lamal permitió a Torres eludir a Courtois y poner el empate.
El dramatismo se hizo insoportable cuando, en el sexto minuto de descuento, el juez cobró penal para el Barcelona por falta de Ascencio sobre Raphinha, pero luego el VAR comprobó que no hubo falta y el partido se fue a prórroga.
Con los jugadores visiblemente desgastados, ninguno arriesgo más de la cuenta y parecía que los penales eran inevitables.
Pero, a los 115 minutos, y tras un pase inexplicable de Mpdric hacia el centro del campo, Koundé sorprendió con un anticipo, avanzó hasta el borde del área y con un derechazo furibundo puso el definitivo 3-2 para el equipo de Flick.
De esta forma, el Barcelona ratificó su condición de equipo más ganador de la Copa del Rey, con su trigésimo segundo título, rompiendo una racha de cuatro años sin ganar el trofeo.
"Sentimos mucha felicidad, era buena hora para darle una alegría a los aficionados y a nosotros para afrontar lo que viene. Ahora a disfrutarlo pero sin pasarse que se viene la semifinal de la Champions", declaró Ferrán Torres, escogido el mejor jugador del partido.
Más allá de lo que fue este partidazo, la lucha entre los dos equipos más importantes de España continua en La Liga.
A falta de cinco jornadas, el Barca lidera con 76 unidades contra las 72 del Madrid.
Además, el cuadro catalán también está en semifinales de la Champions League por lo que sigue en carrera por conseguir el triplete de títulos, que ya consiguió en las temporadas 2008-2009 y 2015-2016.
Sin duda, se encamina a una temporada inolvidable, la primera de este tipo sin Lionel Messi en el equipo.