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Crisis habitacional

Es cierto que hay un grupo que se aprovecha de la informalidad, pero lo principal es la carencia de una oferta de viviendas, en especial de bajo costo. Es cierto que el problema no desaparecerá solo con construir viviendas, pues se necesita una transformación profunda del modelo de acceso a la vivienda.
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El reciente catastro de campamentos 2024-2025, elaborado por la fundación Techo-Chile, no solo actualiza cifras: desnuda una realidad que por años se ha venido incubando en silencio, lejos del radar centralista del país. Antofagasta, una de las regiones económicamente más relevantes de Chile, se ha convertido paradójicamente en el epicentro de la precariedad habitacional, liderando el número de campamentos a nivel nacional y evidenciando una crisis social que ya no puede seguir siendo postergada.

Las cifras hablan por sí solas. Más de 15.800 familias -una cantidad alarmante de ellas compuesta por niños, niñas y adultos mayores- viven en condiciones de informalidad y vulnerabilidad extrema. Solo en la capital regional se concentran 116 campamentos, albergando más de 10 mil familias. Se trata no de un fenómeno marginal, sino de una nueva forma de urbanización informal que refleja el quiebre entre el crecimiento económico de la región y su capacidad de integrar a su población a través de soluciones habitacionales dignas.

La situación se agrava cuando se analiza el componente migratorio. Casi un 60% de las familias en campamentos son extranjeras, lo que revela una presión estructural sobre los sistemas de vivienda, salud y educación que no ha sido acompañada por políticas públicas a la altura de esta nueva realidad demográfica

A lo anterior se suma un dato inquietante: mientras el avance del Plan de Emergencia Habitacional a nivel nacional llega al 72%, en Antofagasta apenas alcanza el 32%. Esta brecha es sintomática.

Desalojar campamentos sin entregar soluciones definitivas no resuelve el problema: lo redistribuye. Lo traslada, lo fragmenta, lo endurece. Así lo advierte el propio informe de Techo, que señala que menos del 30% de los cierres de campamentos se ha traducido en soluciones habitacionales. En el fondo, lo que se está haciendo es esconder la pobreza bajo la alfombra, pero aquello es insostenible en el tiempo.

Entre apocalípticos e integrados

Ricardo Díaz Cortés , Gobernador regional de Antofagasta
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El año 1964 Umberto Eco reflexionaba sobre los medios masivos de comunicación y con ello demostraba los desafíos y dificultades de la sociedad de masas. El nombre obedecía a que dicho fenómeno transitaba desde dos posturas: la crítica que denominaba "apocalípticos" que veían todo lo negativo e irremediable de ésta situación, versus los "integrados" que tenían más bien una postura benévola respecto de la nueva condición.

Al parecer frente a cada situación que nos toca vivir, uno encuentra siempre detractores y simpatizantes. Y esto es algo que forma parte de la naturaleza humana: todos los hombres tenemos juicios que nacen de las experiencias que cada uno ha vivido y por lo mismo cada uno va a tener posturas diversas ante las cosas. De hecho, según el estoicismo no son las cosas, ni los hechos en sí mismos los que nos llaman la atención, sino que son nuestras opiniones o juicios las que nos afectan respecto de esas cosas.

Por ello es normal y no debiera extrañar que frente a cada hecho hay personas que tendrán una visión "apocalíptica" o una visión "integrada". Y desde el GORE, lo vemos a diario: basta con que lancemos un plan de zonificación y aparecerá más de algún "apocalíptico" que dirá usando el argumento ad hominen, que dicho plan está malo porque la persona que le toca liderar este proceso no le "cae bien"; o que lancemos una licitación para construir la Estrategia Regional de Desarrollo y otro apocalíptico diga que no le gusta el color del texto de la licitación y que por eso todo está malo, algunos hablan de mamarrachos.

Sin embargo, si continuamos liderando el GORE Antofagasta, es porque pese a todos los esfuerzos de los apocalípticos, los integrados fueron más.

Y en efecto, muchos han valorado positivamente los últimos avances en torno al tema del corredor bioceánico, que podrá diversificar la matriz económica de la región; muchos otros se han alegrado por el trabajo en conjunto que hemos logrado con los municipios o por los acuerdos que nacen junto con el Consejo Minero, para el desarrollo de la Estrategia Minera de la Región (EMRA).

Siempre en la vida hay gente que valora y que rechaza lo que haces. Sin embrago, al gobernar una región uno debe ser capaz de convocar a todos, incluso a los que no piensan como uno.

Una crítica correcta ayuda a enmendar el rumbo y es bueno estar dispuesto a hacerlo. Aristóteles decía que la virtud es el justo medio entre dos extremos, por tanto si queremos una mejor región hay que ser capaz de escuchar a los apocalípticos y a los integrados.

Y eso es justamente lo que quiero que hagamos en conjunto. Vamos a construir la estrategia regional de desarrollo que establece la visión de la región que queremos construir por los próximos 10 años. Y tal visión debe contener los deseos y también las precauciones de todos.

Por ello, extiendo esta invitación a dialogar y entre todos a construir una región que sea tan grande como nuestros sueños, ya sean apocalípticos o integrados.

La bendición del trabajo

Jesús Aranda Valverde , Pastor evangélico
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Acabamos de celebrar a nuestros trabajadores en su día. Oramos por ellos y todos quienes laboran asalariadamente, ad-honorem, o por sus ideales, porque todos desean hacer un mundo mejor. Dios bendiga a los trabajadores.

Muchos ven el trabajo como esfuerzo, castigo o maldición de Dios. No es así. La Biblia cuenta que Dios crea al hombre y a la mujer y los pone a trabajar en el huerto del Edén (Génesis 2:15) Con el pecado de nuestros primeros padres, se agrava la condición laboral, pero no lo diseñó así nuestro buen Dios. Más bien el trabajo nos hace "colaboradores de Dios" Obviamente el pecado afecta toda labor humana e introduce a este mundo: maldad, abuso e injusticia. Se forman así, sistemas laborales, donde no hay un trato equilibrado.

Dios se revela en su Palabra como un Dios activo, creador y sustentador de todas las cosas. Cuando descansó luego de la creación no lo hizo por cansancio, ya que nunca se cansa dice el salmista (Salmo 121) Lo hizo como enseñanza para nosotros, quienes debemos considerar el descanso para poder vivir sanamente. Mi Señor Jesús dijo: mi Padre trabaja y yo trabajo (San Juan 5:17) siendo para nosotros ejemplo a seguir. El Evangelio de San Marcos nos muestra a Jesucristo continuamente activo, sin embargo también nuestro Señor estaba preocupado por el descanso necesario, así lo hizo con sus seguidores (San Marcos 6:31) Y aun ahora, sentado a la diestra de Dios, sigue trabajando y ora por cada uno de nosotros (Romanos 8:34)

Entonces, siempre consideremos el trabajo como bendición de Dios. Los tiempos que nos ha tocado vivir anuncian grandes cambios en la humanidad. La I.A. y la automatización, presagian la perdida de muchos empleos. Los desastres naturales, provocados por el calentamiento global, impulsan a las personas a migrar masivamente. Las malas políticas de algunos gobiernos, también provocan éxodos humanos que cambian las sociedades donde vivimos y - a veces- provoca pérdida de puestos laborales, disminución de salarios, o abusos de empresarios inescrupulosos que aprovechan la necesidad del ser humano.

¿Cómo enfrentaremos estos desafíos? Primeramente buscando a Dios con todo nuestro corazon, alma y mente. Orando por aquellos desplazados por necesidad. Buscando maneras más justas de trato laboral. Desarrollando nuestra creatividad para dar a cada quien el pan necesario para su subsistencia. Un ejemplo: en nuestra ciudad, es urgente desarrollar planes de arborización con especies nativas, tenemos demasiado terreno eriazo sin uso; construir bandejas para sembrar árboles y arbustos que alegren nuestra ciudad; estimular a los vecinos para que cuiden sus áreas verdes; más veredas de buena calidad; mejorar los espacios de recreación familiar; etc. Con estas ideas, fomentamos trabajo y mejoramos nuestro entorno.