Karen Elena Cereceda Ramos

Durante esta semana se dieron a conocer los resultados del Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2024, una herramienta desarrollada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) en conjunto con el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica (PUC). Este índice mide el bienestar urbano a partir de 36 variables agrupadas en seis dimensiones: Conectividad y movilidad; Vivienda y entorno; Condiciones laborales; Ambiente de negocios; Salud y medioambiente; y Condiciones socioculturales.

Cada dimensión considera aspectos específicos. Conectividad y movilidad evalúa accesos y disponibilidad de infraestructura de transporte y telecomunicaciones. Vivienda y entorno mide la disponibilidad y calidad del entorno urbano y habitacional. Condiciones laborales analiza el empleo formal y la estabilidad laboral. Ambiente de negocios considera factores como el dinamismo económico y la actividad empresarial. Salud y medioambiente abarca acceso a servicios de salud y condiciones ambientales. Condiciones socioculturales evalúa acceso a educación, seguridad y participación ciudadana.

En tanto, de acuerdo al estudio, en cada una de las seis dimensiones cada comuna se posicionó en uno de los niveles que son alto, medio alto, medio bajo y bajo.

El estudio se enfoca en 99 comunas del país con más de 50 mil habitantes, abarcando ciudades intermedias, grandes áreas metropolitanas y comunas de la Región Metropolitana. Su objetivo es identificar si estas comunas presentan un nivel alto, medio alto, medio bajo o bajo de calidad de vida.

Situación comunal

En el caso de la comuna de Calama, los resultados arrojaron diferencias significativas entre las distintas dimensiones evaluadas. En la dimensión de Conectividad y Movilidad, la comuna se posicionó entre las 36 comunas con nivel bajo. Asimismo, en la dimensión Vivienda y Entorno, Calama también figura en el nivel bajo, junto a otras 22 comunas del país.

En cuanto a las Condiciones Socioculturales, Calama se encuentra entre las 28 comunas que registran un nivel medio bajo.

Sin embargo, en otras dimensiones, la comuna obtuvo mejores resultados. En Condiciones Laborales, Calama fue clasificada con un nivel medio alto, categoría en la que también se ubicó en la dimensión Ambiente de Negocios, junto a otras 20 comunas.

En Salud y Medioambiente, Calama figura entre las 16 comunas del país que alcanzaron también un nivel medio alto.

Tras conocidos los resultados, Cristina Briones, presidenta de la CChC Calama hizo un análisis respecto de estas cifras, "celebramos que se haya publicado una nueva edición del Índice de Calidad de Vida Urbana que cumple 15 años", dijo.

Detalló que, la metodología de esta edición del ICVU, "es profunda y sumamente necesaria, y en la comuna de Calama encontramos brechas reveladoras".

En términos de conectividad, uno de los puntos bajos en Calama, según este estudio, Briones resaltó que, "Calama es la quinta ciudad del país con menor uso de transporte público y modos blandos para desplazarse al trabajo, en un universo de 99 evaluadas. También es una de las 15 ciudades que tienen menos ciclovías en relación a su superficie de red vial", detalló.

En materia urbana, la presidenta de la CChC en Calama, precisó que, "esta es aún una comuna que evidencia una insuficiente movilidad pública y sustentable. Esta es la décima con mayor déficit habitacional y una de las 20 con mayor tasa de denuncias por delitos de mayor connotación social. Lo sociocultural revela que esta está entre las 12 comunas con menor actividad económica cultural y está entre las 20 con menos participación ciudadana en organizaciones sociales".

Finalmente, Cristina Briones reflexionó sobre los desafíos tras estos resultados para la comuna loína y como trabajar y crear acciones para mejorar la calidad de vida. "Para nosotros, constituye un desafío en el que reafirmamos nuestra disposición a trabajar colaborativamente con autoridades, organizaciones sociales y ciudadanía en la búsqueda de soluciones concretas. El desarrollo de Calama requiere sumar esfuerzos, construir alianzas y avanzar juntos hacia una ciudad más equitativa, segura y con mejor calidad de vida para todas y todos", puntualizó la ejecutiva.

Nueva modalidad

El gerente de Estudios y Políticas Públicas de la CChC, Nicolás León, señaló que "en este ICVU se hizo un trabajo importante de revisión de variables, actualizando el 80% de estas de las versiones anteriores, lo que nos permite acercarnos a un concepto más actual de calidad de vida urbana, el cual ha experimentado transformaciones significativas desde su primera versión en el año 2011, especialmente después de la pandemia que nos llevó a adoptar nuevas formas de vida".

Por su parte, Arturo Orellana, director del Instituto de Estudios Urbanos de la PUC y del proyecto ICVU, indicó que "ante esta nueva generación de variables se pudo visualizar que en 5 de las 6 dimensiones analizadas -a excepción de Vivienda y entorno-, más de la mitad de las comunas analizadas tienen media baja y baja calidad de vida, lo cual nos habla de que en la actualidad existen importantes requerimientos en la provisión de bienes y servicios públicos y privados que deben ser abordados por municipios y otros actores".

Además, señaló que "los resultados obtenidos por dimensión dan cuenta de dinámicas diferenciadas entre diferentes tipos de comunas, lo cual abiertamente es una invitación a los tomadores de decisión a analizar las brechas existentes y enfocar sus acciones tomando en consideración las particularidades que tiene una ciudad intermedia, una comuna como parte de un área metropolitana y la singularidad que ofrece la Región Metropolitana".

Oportunidades

Frente a este escenario, Nicolás León afirmó que "es importante que estos datos no tengan una lectura negativa, si no que, todo lo contrario, deben permitirnos visualizar oportunidades para mejorar la calidad de vida de la población que vive en estas comunas, siendo fundamental entender que ante estos problemas no se puede esperar que solo los municipios se hagan cargo, requiriendo de acciones municipales, pero también de otros actores regionales y sectoriales del país".

El informe ICVU 2024 también sugiere aproximaciones de acciones públicas y privadas en función de las brechas detectadas en cada dimensión. Entre estas se proponen incentivos para el uso compartido del transporte, estrategias de salud comunitaria preventiva, y programas de formación en liderazgo y gestión comunitaria.

Asimismo, se contemplan posibles iniciativas de distintos organismos estatales, como tarifas diferenciadas por comuna por parte del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, financiamiento de centros de especialidades por parte del Ministerio de Salud, apoyo a proyectos de cohesión social por parte de los Gobiernos Regionales, y otras medidas vinculadas a entidades como el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, la Subsecretaría de Prevención del Delito y el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo.

"El desarrollo de Calama requiere sumar esfuerzos, construir alianzas y avanzar juntos hacia una ciudad más equitativa, segura y con mejor calidad de vida".

Cristina Briones, Pdta. CChC Calama

Seis son las dimensiones que se analizan en el ICVU y que están relacionadas con diversas áreas de la calidad de vida urbana.

99 son las comunas que se incluyen en este estudio que mide calidad de vida y que se realiza desde hace 15 años.