"Yo me siento boliviano-chileno"
"Mi madre me trajo cuando tenía 12 años, escapando de la crisis en Bolivia", cuenta Carlos Calahuana, quien desde 1997 vive en Calama. Con el tiempo, junto a su familia, levantó una serie de emprendimientos, incluyendo un restaurante, ferretería, hormigonera, empresa de maquinaria y un hotel. "Chile da más oportunidades. Tengo amigos en Bolivia que a mi edad recién están empezando. Yo con 39 años he avanzado mucho más", afirma. Aunque extraña su país, reconoce que ha construido aquí su vida. "Uno nunca tiene que olvidarse de dónde viene, pero también esta es mi tierra. Mis hijos son chilenos". Adaptarse no fue fácil al principio, especialmente al lenguaje informal. Sin embargo, destaca similitudes culturales con el norte chileno. Hoy trabaja junto al consulado y agrupaciones para conmemorar el Bicentenario boliviano en Calama.