Mucho de ello le debemos a las políticas públicas de nuestros gobernantes anteriores en base a la economía social de mercado, con un marcado rol subsidiario. Recientemente el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz afirmó que "las reformas influyen en el ámbito económico e introducen cierto nivel de incertidumbre". Esto se refleja en la caída de 0.8 puntos en el ranking de libertad económica, en el aumento del desempleo a 5,9%, e incluso en la drástica baja de la proyección de la economía del Banco Central.
Estamos actualmente desechando lo que se ha construido, ya lo decía Álvaro Bardón: "Nuestra aparente ventaja actual se debe fundamentalmente a un accidente histórico, el cual está llegando a su fin". Lo cual hace relevante que estemos al tanto de quienes nos gobiernan, conocer de sus proyectos y lograr identificar sus caprichos ideológicos.
¿Voto obligatorio?
Varias circunstancias hacen aparecer la posibilidad de volver al voto obligatorio: la baja asistencia de los ciudadanos a las urnas, la desilusión y la desconfianza de los chilenos en los políticos, y por ende el vaticinio de que en las próximas elecciones en los locales de votación penarán las ánimas, como un arma de los votantes para demostrar su repudio. Trágico acontecer, por decir lo menos: los electores chilenos no están preparados para una responsabilidad política de voto voluntario y se pondera la idea de obligarlos como a un rebaño. Los ganadores en la opción voluntaria son aquellos partidos disciplinados en que sus militantes y adeptos acuden a votar como una consigna de conciencia. Voluntario u obligatorio el voto, el problema es la falta de educación cívica en el proceso formador de los chilenos, que en una gran mayoría desconocen los requisitos de responsabilidad para una sana democracia. El deber del estado es educar, no obligar, y el de los políticos ganarse los votos.
Corrupción en el país
¡Qué injusticia señor Director! Con razón la mayoría de los políticos están tan desprestigiados. Sólo algunos se salvan. Amigos lectores, esto es una vergüenza y deben ser castigados severamente a través del voto que hasta aquí pareciera que es lo único democrático que va quedando. Sabemos de varios políticos más que estarían empañando el prestigio de Chile, siendo catalogado nuestro país como "corrupto".
Los miles de millones truchos que han ido a parar a los bolsillos de estos antipatriotas que luego explican lastimosamente que estarían muy preocupados por la desigualdad y pobreza del resto de los ciudadanos... ¡qué cara de palo son! Y por último, todos hacen gárgaras para que las instituciones funcionen; esta frase es para la risa y sólo para algunos sectores.
El sueldo de Chile
Ellos no deben olvidar que las materias primas de nuestra patria pertenecen a todos los compatriotas de hoy y de mañana. Al paso que vamos a nuestras descendencias les dejaremos sólo los socavones en donde alguna vez hubo algún mineral.
El Estado no puede ni debe permitir que se siga esquilmando las riquezas básicas del país por grandes empresas, que muchas veces son extranjeras. Es labor de los administradores que nos gobiernan y de cada uno de los ciudadanos nacidos en esta tierra bendita, de cuidar y proteger las riquezas que tendrán las generaciones emergentes.
Se ha trabajado arduamente las últimas décadas por el bienestar de nuestro país, el progreso que Chile tiene actualmente en materias como educación, salud o economía no son casualidad. Hoy nos posicionamos en el puesto número siete en el índice de economía libre según Heritage, prestigioso ranking que incluye otras ciento ochenta naciones.
Criss Delgado
Marcos Concha Valencia
¿Qué pasa con un ciudadano cualquiera que emita una factura falsa?, ¿le pasaría lo mismo que a Carlos Ominami ?, ¿que lo sobresean o que el servicio a cargo de la cobranza por 180 y tantos millones de pesos se demore lo justo para que el fraude prescriba?
Mauricio Saint Jean Astudillo
Hace unas décadas atrás el Presidente de Chile dijo que el sueldo de Chile era el cobre y en su gobierno lo nacionalizó el Ministerio de Minería con un profundo pensamiento de futuro. Ahora, cuando vemos que el sueldo de Chile va cuesta abajo, con pérdidas de millones de dólares, no solamente por la baja de su precio a nivel internacional y las incidencias del mercado chino, habría que ser justo y transparente, también por el alto costo de su producción que no se proveyó a tiempo por parte de los administradores de Codelco, ¿cómo es posible que los trabajadores le pidan por terminar la huelga un bono millonario que no tienen los otros trabajadores del país, aparte de tener sueldos privilegiados?
Duberlí Guerrero Rosas