Autoridades y sanitaria sostendrán reunión para asegurar el agua potable
EMERGENCIA. Una de las iniciativas es abastecer la ciudad con el embalse.
La próxima semana la sanitaria Aguas Antofagasta, junto con las principales autoridades regionales, de Calama y la provincia de El Loa, se reunirán para buscar alternativas técnicas que aseguren el suministro de agua potable ante una emergencia.
Buscar alternativas
La iniciativa surge luego que las últimas precipitaciones que afectaron a la zona (las mayores en casi cuatro décadas), ocasionando crecidas y aludes que enturbiaron el recurso y destruyeron parte de la infraestructura de la empresa en la precordillera; provocaran extensos cortes del suministro de agua potable en Calama.
Mesa en que estará presente la Dirección de Obras Hidráulicas del ministerio de Obras Públicas (MOP), con quienes se comenzará a estudiar la posibilidad de recurrir, en caso de una contingencia, al embalse de Conchi para asegurar el suministro.
Opción que el gerente general de Aguas Antofagasta, Carlos Méndez, cifró recientemente entre las opciones para mejorar el suministro de agua potable de la población, pues durante las últimas precipitaciones gran parte del caudal extra que recibió la estructura ubicada a 65 kilómetros al noreste de Calama, fue liberada al caudal del río Loa.
Reparar y reforzar
Aunque los esfuerzos de la sanitaria, operada por el grupo de capitales colombianos EPM, considera además otras medidas en las que ya están invirtiendo y poniendo en ejecución, incluso antes que finalizara la emergencia.
Entre estos esfuerzos está reparar, lo que ya se hizo, y reforzar las tres captaciones de agua que tiene la compañía en la provincia: Quinchamale, Lequena y Toconce, esta última una de las más dañadas por las crecidas de los caudales.
Otra medida que analiza la empresa es poner estanques de grandes dimensiones a disposición de la población en caso de un corte prolongado de agua potable, pues en la última contingencia los camiones aljibe no dieron a vasto a la inmensa demanda, que además fue creciendo con el paso de los días, al punto de generar molestia e incluso manifestaciones de los vecinos, que en algunos casos estuvieron entre cuatro y cinco días sin agua.