Ricardo Pinto Neira
Apenas una semana y media ha tenido César Bravo para trabajar al frente del plantel minero tras la abrupta salida de César Vigevani desde la banca loína. Sin embargo, el jefe técnico de la sub 19 naranja marcó sello, demostrando que es un entrenador muy distinto al que tuvo que asumir la banca en 2014.
Pese a que lamenta no haber podido ganar en el choque con La Serena pese a que "nos creamos ocasiones y finalmente, nos equivocamos nosotros", dice, Bravo sabe que "ante Rangers leímos bien un partido que estaba complicado y lo supimos volcar a nuestro favor cuando era necesario, primero con centralizar a los atacantes para que pasaran los laterales y creáramos superioridad numérica y en el segundo tiempo cuando teníamos uno de más en el medio y con el ingreso de Jiménez pudimos cerrarlo antes", expresa.
Y pese a que queda un partido que para él es vital porque "el grupo quiere terminar el torneo ojalá sacándose esa mochila de no haber podido ganar de visitante", el entrenador ya tiene algunas conclusiones de su corto paso por la banca del primer equipo.
"Nos adaptamos rápido con el profe Iván Orrego, tuvimos mucha ayuda de los jugadores que han mostrado un respeto tremendo hacia nuestro trabajo y una disposición que uno les agradece" dice.
Y pese a que no se candidatea, el entrenador sabe que ha subido varios peldaños desde aquél DT de inferiores que llegaba a apagar incendios en momentos complicados. "No somos los mismos de esa época. Yo ya tuve que asumir interinatos antes, fui ayudante dos veces y he ido acumulando experiencia para lo que uno quiere en esta profesión, que es llegar algún día a dirigir un equipo profesional. Y sé que se me va a dar, si no es acá será en otro lado" confidencia.
Quiere seguir
Cuando se le pregunta por su futuro y la opción de quedarse en el cargo de entrenador del primero equipo para el próximo semestre expone que "no me gusta que se hable de mí solamente como opción si es que no hay ascenso y se juega un año y medio para poder subir porque siento que estoy preparado para asumir el desafío ahora. Me gustaría quedarme, demostrar que tengo la experiencia suficiente. Ya no soy el "Tomate" que estaba sólo para las inferiores. Me gustaría que me vean de otra forma, como un DT más preparado", enfatiza.
Bravo se queda con los aportes que ha podido hacer en estas semanas. "Me la jugué con dos chicos que tienen michas condiciones y lo demostraron sus debuts. Dos jugadores que deberían entregarle mucho a Cobreloa y que están en el ojo de la selección sub 20 como Matías Fernández y Pablo Brito. Era difícil ponerlos en este momento y mantenerlos en la cancha cuando algunos pedían que los sacáramos pero acá creemos en la gente joven, en darle confianza para que se muestren. Y nos respondieron".
El entrenador no reconoce que tenga ofertas de otros clubes de Segunda División profesional aunque lo han sondeado. Por ahora, sólo piensa en convencer a quienes aún miran con recelo su opción de encabezar al futuro plantel.
Directivos no lo han descartado
Una de las principales condiciones para asumir la banca de Cobreloa que impuso la directiva que dirige Gerardo Mella es la de encontrar un técnico que conozca la realidad del club, que sepa sacarle partido a lo que hay en casa y no propiciar un derroche con una plantilla cara.
Por eso, al interior de la comisión de fútbol aseguraron que Bravo está en carrera por quedarse con el cargo. "Se la dará la opción de que presente su proyecto", dijo el directivo Adrián León.
3 nombres se alejan de la opción de dirigir a los loínos: Marcoleta, Lunari y Rivero, por presupuesto.
2 interinatos y dos veces como ayudante ya hizo Bravo en el primer equipo de Cobreloa.