Pamela De Vicenzi/EFE
Películas como "El juego del miedo", "Insidious" y "El Conjuro" forman parte del la filmografía de James Wan, quien lleva años con la etiqueta de "maestro del terror". Sin embargo, el cineasta nacido en Malasia aseguró que su reto es demostrar que domina igual cualquier otro género.
"Es un honor que me vean así", confesó Wan en declaraciones a EFE. "Lo que me resulta divertido es que haya quien aún me conozca como 'el nuevo maestro del terror', cuando llevo haciendo esto 13 años".
El realizador señaló que entiende la necesidad de la gente de etiquetar a las personas y subrayó que "no es malo". "Significa que haces algo realmente bien y que te conocen por ello. Mi reto ahora es demostrar que no solo soy un maestro del terror, sino un maestro del cine en su conjunto. Veremos si ocurre", manifestó Wan, de 39 años.
"volver a casa"
La primera parte de "El Conjuro", que sorprendió en 2013 y logró recaudar US$ 318 millones, abordó el drama de una familia que experimenta una serie de fenómenos extraños tras mudarse a una casa en las afueras de Rhode Island.
La clave de aquella cinta residía, entre otros aspectos, en la química de la candidata al Oscar Vera Farmiga, que encarnó a la investigadora de lo paranormal Lorraine Warren, y Patrick Wilson, quien interpretó a su esposo y ayudante, Ed.
En la segunda entrega, que ya conquistó las taquillas chilena y estadounidense, el matrimonio viaja hasta el norte de Londres para ayudar a una madre soltera con cuatro hijas, residentes en una casa acosada por la presencia de espíritus malignos, una situación basada en los hechos reales del caso Enfield, originado en Inglaterra entre 1977 y 1979.
Wan hizo una pausa en el género de terror tras dirigir "Rápidos y Furiosos 7", la sexta película de mayor recaudación en la historia. Por esta razón, retomar "El Conjuro" fue como "volver a casa".
"Es bonito volver a esta saga. Me lo paso genial con todo el equipo. Volver a visitar estos personajes es algo que me apetecía mucho", valoró Wan, que en la segunda entrega vuelve a demostrar su destreza con la cámara, permitiendo al espectador adentrarse en el escenario mientras recorre con su lente todos los ángulos imaginables del interior de la casa embrujada.
La receta de wan
Para Wan, la clave de orquestar una memorable escena de terror parte siempre del guión. "Siempre acudo a los rodajes con todas las escenas preparadas. Incluso cuando escribo, pienso en imágenes. Me gusta conocer cada aspecto, desde la fotografía y el diseño de sonido hasta lo que irá a postproducción. Sé lo que voy a hacer cuando llego al set, pero luego me encanta tener la libertad de descubrir cosas allí", manifestó.
"No hay que ser esclavo de conceptos preconcebidos", indicó el realizador.