Acuerdos que no se respetan
En la Nueva Mayoría y en Chile Vamos, se están revisando o no acatando los compromisos que se habían pactado con anterioridad. El electorado nota como vicios continúan sin solución y que particularmente han sido los responsables de alejar a la votantes de las urnas.
Acuerdos que luego se desconocen o no se respetan. Cambios de ideas sobre la hora y posiciones encontradas en coaliciones que abrazan los mismos objetivos, son aspectos que hemos conocido en los últimos días en nuestra política.
En lo netamente local, tras las Primarias de la Nueva Mayoría, lejos de alinearse con la candidata ganadora, dos de los partidos de la coalición oficialista hicieron patente su molestia por lo que calificaron de "campaña" sucia de quien se alzó con el triunfo.
Sin decirlo públicamente hoy están condicionando su apoyo con miras a las Municipales. Hay algunas heridas que se mantienen vivas y que no empezarán a sanar a menos que quienes se consideran perjudicados sientan que son resarcidos.
O sea, se desconoce un acuerdo que se firmó en público y en el que todos los partidos de la Nueva Mayoría se comprometían a trabajar por el ganador o ganadora. Compromiso que recogieron los medios de comunicación de la comuna y en el que no se consideraban solicitudes fuera de tiempo.
Y la situación no es muy distinta en el pacto Chile Vamos , porque la anunciada encuesta para definir a su abanderado fue descartada para Calama y otras comunas del país lo que significa que no hay claridad si Daniel Agusto (RN) o Lorenza Muñoz (UDI) entrarán en la contienda final.
Desde RN esgrimen que ellos se han restado de casi todas las comunas de la región en favor de la UDI y que ellos tienen posibilidad de ganar en Calama y por ende sus socios debieran cederle el cupo en la capital de El Loa.
Son estos aspectos, casi anecdóticos para los militantes, pero que el común del electorado nota como vicios sin solución y que han sido particularmente los responsables de alejar a los votantes de las urnas.
Al final todo se lleva al escenario de los incumplimientos y que siempre se trata de privilegiar intereses particulares, sin importar acuerdos o protocolos.
La política ha perdido credibilidad y si hechos como éste se siguen repitiendo difícilmente se reencantará al electorado, que en las últimas elecciones ha estado bastante lejos de participar.