Senador Guillier
El que no quiere ver no verá. Esa pareciera que es la actitud del Senador Guillier, porque hace rato que lanza dardos contra el trabajo del alcalde Velásquez criticando más que ayudando a nuestra ciudad. Si algo debo reconocer en Calama es que ha cambiado gratamente y drásticamente en los últimos años, muchas grandes construcciones y otras tanto que se están haciendo y que no se veía por donde antes de la llegada de don Esteban Velásquez.
Eso es una realidad muy objetiva, al revés el senador Guillier llegó ofreciendo mucho apoyo y haciendo grandes discursos, recorrió muchos lugares diciendo que él se sumaría a los alcaldes para sacar adelante esta zona, hoy pareciera que el senador está beneficiando al partido que le acompaña, incluso olvidó el apoyo que el propio alcalde Calama le brindó en su momento, en cierta medida me ha defraudado don Alejandro Guillier.
Emma Iriarte Luengo
Frederic Bastiat
Uno de mis primeros acercamientos al liberalismo clásico fue gracias a Frederic Bastiat, economista y ensayista francés del siglo XIX.
Entre sus varios ensayos referidos a economía y política destaco su obra "El Estado", en donde propone una definición muy adecuada tanto para la Francia de ese entonces como para el Chile actual:
"El Estado es la gran ficción a través de la cual todo el mundo se esfuerza por vivir a expensas de todo el mundo".
Pues precisamente, como decía Bastiat, el Estado se ha entendido como un instrumento para la opresión y la expoliación recíproca, la institución que suple a los padres en la educación de sus hijos y a las asociaciones en la solución de los males que aquejan a la sociedad; una organización de hombres que siempre ansiosos de poder, engaña al pueblo con ofertas de gratuidad pagada con alzas de impuestos y que prohibiendo y regulando sin cansancio cercena nuestras libertades.
Concluye esta breve obra que invito a revisar afirmando que el Estado no debería ser otra cosa más que la fuerza común instituida para garantizar a cada uno lo suyo y hacer reinar la justicia y la seguridad.
Que la obra de Bastiat inspire en la difícil tarea de la defensa y promoción de los valores de la sociedad libre.
Juan Pablo Caneo
Detenciones
Periódicamente, se da a conocer por la prensa la detención de personas que deben pensión alimenticia para ser puestos a disposición de la justicia. Si esta fórmula para dar con sus paraderos es exitosa, ¿por qué no se aplican los mismos mecanismos para ubicar a los miles de delincuentes que andan libres?
Eugenio Morales V.
Recursos del Estado
Hay evidente exceso en la cantidad de vehículos fiscales, malgasto respectivo, tiempo de funcionarios que los usan injustificadamente, etc. Todo ello en perjuicio del interés colectivo, amparado por amplia discrecionalidad y total impunidad.
Se requiere un instructivo general que regule la materia, poniendo término a la situación actual.
Patricio Farren Cornejo
El presagio político
En su estudio aparecido en 1908, Decadencia del Espíritu de Nacionalidad, el Doctor Nicolás Palacios escribió: "No es la felicidad del pueblo, su incremento numérico, su progreso moral y político lo que preocupa al inmigrante mercader; ni lo desvelan la seguridad presente ni el provenir de la nación en que se hospeda. No ve una sociedad, un pueblo organizado moral y políticamente en el país en que se especula, sólo ve sus riquezas explotables, y su sola preocupación es la de apropiárselas con el menor sacrificio de su parte. La idea de nación está reemplazada por ellos por la de un territorio más o menos rico, más o menos poblado; sus habitantes son factores de producción y de consumo, e instrumentos vivos de explotación, a los cuales creen justo y lógico reemplazar por otros más apropiados a su intento, si los indígenas no les convienen".
El presagio político de Palacios es hoy una realidad: La Naturaleza devino en "recursos naturales"; las personas en "recursos humanos"; el país, en un mercado donde imperan los "valores" de la banca, el interés y la usura. A esto se suma la inmigración masiva. Todo esto, avalado y promovido por los gobernantes de turno que tal como borrachos madrugadores, repiten las consignas del sistema y el superfluo discurso sobre el "multiculturalismo", la integración, el "progreso" y otros embustes impuestos por la dictadura mundial del globalismo.
Rafael Videla Eissmann