Poner freno a la delincuencia local
Resulta inquietante que menores estén entrando al mundo delictual y no se haga nada para detener esta tendencia. Si dejáramos de lado el camino de la represión y nos adelantáramos a atender a quienes están al borde de entrar al mundo delictual, quizás otra sería nuestra realidad.
Dos jóvenes de 17 años fueron detenidos este fin de semana luego que escaparan con un camión que sacaron desde una propiedad. Este hecho demuestra que los menores de nuestro país ya no están temiendo a nada, y son capaces de grandes delitos, como se ha conocido en el último tiempo. Y es más, son ellos los que actúan con mayor violencia que los adultos que los acompañan.
Frente a esta realidad, es necesario más allá de seguir en la búsqueda de justicia por los delitos que cometen, habría que anticiparse para poder intervenir sectores residenciales conflictivos para poder prestarle la ayuda oportuna antes que se conviertan en delincuentes.
Hay un trabajo muy interesante que realiza el municipio local orientado en esta linea de trabajo y que ha dado sus frutos.
Pero nos damos cuenta que todo trabajo se hace insuficiente y se requiere de un mayor esfuerzo para intervenir a menores que están con riesgo de tomar el camino delictual, que no tienen la orientación oportuna y que carecen de un hogar bien constituido.
También hemos podido ser testigos que los hogares de menores tampoco han sido una herramienta útil para que adolescentes y niños en conflicto puedan revertir sus malas conductas; por el contrario, las han fortalecido. Y eso sí que es preocupante.
Tenemos la convicción que es posible llegar oportunamente a los jóvenes antes de que se integren al oscuro mundo del delito, y que con buenos planes preventivos, de consejería, de acompañamiento, será posible evitar que menores de edad sean conocidos en los tribunales o por la policía.
Este sería un gran avance en nuestra sociedad, que ve con estupor como niños de 12 años ya andan robando casas y automóviles.
Es posible que hayamos equivocado el camino en buscar siempre la confrontación y la sanción del delito cuando podríamos adelantarnos para evitar que adopten este rol y así tener una sociedad más sana. Pero para ello, será necesario construir una sociedad con mayor equidad e igualdad de oportunidades.