A la hora de los balances, queremos compartir con usted algunas buenas noticias del año pasado, en un contexto marcado por la crisis de confianza entre los ciudadanos y las élites, alta abstención en las recientes elecciones municipales, menor crecimiento en un marco de desaceleración económica a nivel mundial y por diversas expresiones que dan cuenta de la desigualdad existente en nuestro país, pero también caracterizado por la riqueza de nuestra gente, capaz de iluminar con su sonrisa el escenario más adverso, su espíritu de superación, su voluntad de ser, como diría Gabriela Mistral.

El año 2016, fue el año de la gratuidad en la educación, la mayor reforma de las últimas décadas en esta materia está en marcha. En nuestra región, 6.000 familias cuyos hijos cursaban la enseñanza básica o media, se vieron beneficiadas por el paso de 11 establecimientos a la gratuidad, en virtud de la Ley de Inclusión Escolar. Además, más de 3.500 estudiantes universitarios ingresaron gratis a las universidades de nuestra región que se acogieron a gratuidad. Tenemos razones para estar optimistas, pues este 2017, más estudiantes de Calama gozarán de gratuidad en enseñanza básica, media y superior.

El año 2016, además, fue testigo del reinicio de las obras que permitirán entregar durante este año, como las instalaciones del nuevo Hospital Carlos Cisternas.

También fuimos testigos de la entrega de un gran número de nuevas viviendas sociales a familias de diferentes comités. Con hechos y no solo con palabras, empezamos a abordar el déficit habitacional existente en la ciudad. Considere, por ejemplo, las viviendas entregadas del conjunto habitacional Inés de Suárez. Pero no solo eso, hoy el SERVIU, gracias a un trabajo colaborativo con Bienes Nacionales, dispone de terrenos suficientes para ejecutar durante el 2017 y los siguientes, nuevos proyectos que permitan abordar dicho déficit, solo en el sector de Topáter se prevé construir 2.000 nuevas viviendas.

Educación, salud, vivienda, sumadas al inicio del proceso constituyente del cual también fue parte la Provincia de El Loa, buenas noticias para mirar con optimismo el año 2017 y abordar los desafíos que nos presenta la situación de desempleo en la ciudad. Saludos fraternales y feliz año nuevo.

Víctor Flores,

Seremi de Gobierno

Siempre se habla que Calama tiene que apostar por el turismo, porque es una alternativa económica que bien explotada puede brindar buenos réditos y ser una potente generadora de empleos. Incluso la visión sobre el tema ha variado en los últimos años y muchos ya no lo ven como descabellada sino como una buena alternativa.

Obviamente que Calama en sí tiene muy poco que ofrecer a los turistas, pero posee las condiciones para convertirse en la plataforma donde se encuentren los servicios necesarios para que los visitantes se alojen, pernocten y se alimenten a la espera de viajar hacia los sectores más turísticos, principalmente los ubicados en el Alto Loa.

En este sentido es prioritario que se reactive la Cámara de Turismo y que los pequeños empresarios empiecen a agruparse para detectar las necesidades y poder satisfacerlas.

Hay mucho por hacer, porque Calama cuenta con una infraestructura creada para responder al trabajador minero. Es decir, hoteles, hostales, hospederías y residenciales no responden a los estándares del turismo. Lo mismo ocurre con la cadena de servicios alimenticios y el entretenimiento.

De hecho hemos sido testigo que no se tienen las capacidades turísticas con el aumento del tránsito de visitantes por el paso Jama. Muchos de ellos llegan a Calama y se encuentran con precariedad en los servicios, funcionamiento en horarios que no están acordes con el rubro y atención deficiente.

Si Calama quiere apostar por el turismo tiene que invertir en ese sentido. Los operadores deben trabajar sobre esa base y reunirse con sus pares de otras ciudades que han trabajado con éxito este tema.

Hoy estamos viviendo un etapa clave para iniciar el proceso que lleve a Calama a contar con otro polo de desarrollo económico, el que podría complementarse perfectamente con la minería. No hay que olvidar que la mina Chuquicamata es una atractivo turístico muy cotizado a nivel internacional.

Es de esperar que las autoridades del Sernatur y las regionales y comunales analicen esta posibilidad y la impulsen en beneficio de toda la comunidad.