Correo
Reconocimiento
Luego de seguir las informaciones que se están sucediendo en un buen número de municipios del país en el que están prácticamente quebrados o con muchas deudas, es bueno conocer la realidad de estos servicios públicos. Valparaíso, adeuda cincuenta mil millones, también Las Condes, La Serena, etc. Los problemas económicos están a la orden del día.
Hasta ahora se escuchan solo lamentos, quejas del nuevo alcalde de Calama y su equipo, quizás ahora se dan cuenta que no es fácil dirigir un municipio, entonces vale la pena reconocer al alcalde anterior don Esteban Velásquez, quien se las arregló para sostener las carencias y necesidades por ocho años, sin caer en crisis ni medidas tan dramáticas. Como se suele escuchar que el tiempo y las distancias son buenas consejeras y amigas de las valoraciones.
Victoria Zamora Argandoña
Candidatos
Porcentajes de más, porcentajes de menos, lo único que falta para que Alejandro Guillier se calce la tricota rosada de ganador de la carrera presidencial, es nada más y nada menos que 1) se defina claramente en cuanto a la verdad de su divorcio de la política tradicional en la forma y en el fondo, 2) con quienes, con nombres y apellidos, gobernaría de ser elegido y por su puesto 3) conocer en detalle su proyecto de gobierno en todas las materias, cualquier otra manifestación de su parte, simplemente no le ayuda en nada para ratificar su vertiginoso ascenso en las encuestas.
No debe olvidar el senador Guillier que candidatos (as) anteriores a la presidencia ya han hecho suyas las definiciones 1) y 2), pero cuando llegan a La Moneda terminan conviviendo y gobernando con los mismos políticos de siempre, … el senador Guillier tiene la palabra
Luis Enrique Soler Milla
Juan López
Es lamentable y patético, pero el otrora bello y hermoso balneario Juan López hoy es el reflejo de lo que pasa en nuestro país, como por ejemplo, su falta de orden y seguridad. Como no hay estacionamientos, todos quieren quedar al lado de la playa y se estacionan en cualquier lado.
Falta prevención por todos lados. Seguramente cuando tengamos una emergencia real, recién empezarán a ver cómo solucionar algo, pero como el verano es corto, no pasará nada.
Se supone que esta playa forma parte de la comuna de Antofagasta, la alcaldesa y el director de Tránsito deberían tomar el liderazgo y determinar estacionamientos y posterior a ello la autoridad hacer cumplir la reglamentación. También la Armada debiera hacer su trabajo. Esta es una playa donde se están arrendando hasta parrillas para que la gente haga asados en medio de la multitud.
Para qué hablar del trago que es de venta y consumo libre en la calle. Cuando tengamos los primeros ahogados por inmersión, los quemados por las brasas y las grandes peleas de los borrachos, junto con atropellos, seremos noticia y quedaremos como estadísticas.
Estamos en un Chile diferente donde no hay problema para aceptar la inclusión, el acceso a las playas y servicios, pero sería bueno que teniendo un PIB similar o casi cerca de un país desarrollado estuviéramos mejor que hace 40 años cuando éramos más pobres, pero dignos y existía respeto por los demás.
Guillermo Aguirre Gutiérrez
PSU
El foco con el que se han analizado los resultados de la PSU, atiende por lo general a los desafíos que surgen en lo inmediato, como el acceso a las carreras universitarias o el derecho y cobertura de la gratuidad. Pero, elevan escasamente la mirada a su problemática global.
Parece haber una contradicción que subyace a conceptos fundamentales del sistema como lo que entendemos por educación y universidad. Si bien desde los discursos se promueve la idea de una educación inclusiva y de una universidad diversa y de acceso universal, las prácticas de selección y medición académicas mantienen una señal que indica que la universidad no es para todos.
La PSU releva como méritos prioritarios la adquisición de conocimientos y habilidades científicas y academicistas, herramientas valiosas en áreas profesionales tradicionales, pero no exclusiva ni necesariamente fundamentales para todo programa de formación superior.
En tanto, las universidades se orientan a captar y admitir a los estudiantes con mejores puntajes, sin plantearse espacios de real diversidad.
La contradicción radica en lo que declaramos promover -la oportunidad universal de acceso a la educación superior- y los límites que le imponemos. Como país, el debate no está cerrado: ¿es la universidad una instancia de excelencia o se trata de un nivel educacional que es derecho de todos?
María Gabriela Huidobro