Amigos rinden homenaje en el último lugar en que decansó Juan Boggioni
IDENTIFICADO. Amigos lo velan en el lugar de su muerte y cuidan de su frazada.
Un simbólico y significativo gesto realizaron los amigos de Juan Boggioni Rojas, el poblador fallecido durante la tarde del sábado en la plaza Los Héroes de la Concepción y que fue identificado por personal de Carabineros al inspeccionar sus pertenencias.
Luego de ser retirado el cuerpo, los cercanos de este poblador que desde hace algunos años permanecía en situación de calle, hicieron un simbólico velorio en el lugar en que falleció, dejando como señal la frazada que utilizaba día a día.
Junto con ello, dejaron flores artesanales y algunos aportes para sobrellevar la siempre fría noche calameña, un homenaje casi imperceptible por el resto de la comunidad, pero aquellos que se acercan pueden leer un cartel que detalla la dirección en que velan los restos de Boggioni, quien era conocido entre sus conocidos como el "Murdock", en honor al querido personaje de "Los Magníficos".
Quienes quieran concurrir pueden dirigirse hasta el interior del pasaje Rupanco #2278, en la villa Los Copihues, entre Carlos Cisternas y Tocopilla
Historia
Tal como habían comentado la tarde del sábado, Boggioni era un trabajador normal que cayó en una profunda depresión tras el fallecimiento de su hija, llevándolo al consumo excesivo de alcohol y luego abandonar el hogar que tenía en Calama.
Sus familiares retiraron el cuerpo y siempre trataron de mantener el contacto, pero su condición y la libertad que adquieren las personas en situación de calle muchas veces hace imposible retomar la convivencia, aseveran los asistentes sociales de la municipalidad que lo conocían y lamentaron su repentina partida.
Para quienes conocieron a este poblador durante su último tiempo, lo describen como alguien muy tranquilo, que si bien pernoctaba al interior de la sala de espera de Urgencias del hospital Carlos Cisternas, siempre lo hizo en forma respetuosa y tratando de incomodar lo menos posible a los pacientes que hasta allí llegaban.
"Le dejé un roncito como el que tomábamos todas las noches, siempre hacía un gesto como de metralleta y gritaba ta, ta, ta, tá..." relata entre contenidas lágrimas uno de sus compañeros de la noche, al tiempo que otros cercanos recordaban con alegría al Murdock mirando la frazada con la que lo cubrieron por última vez.
En redes sociales se resaltó la crudeza de la partida de Boggioni, pues estuvo dos horas fallecido y muchas personas pasaron cerca de él como una especie de retrato de la indiferencia social del hoy.