Llegar a un entrenamiento de las series menores de Cobreloa es adentrarse en ese mundo de precariedad y esfuerzo que muchos eligen seguir soslayando. Allí trabajan, en una cancha sintética gastada por el sol y el tiempo en la que ya se puede ver la capa de cemento aflorando de a poco. Allí también, jugadores que son seguidos por clubes importantes de la capital se intercambian camisetas con los compañeros para que la suya, rasgada y sucia por tanto uso, no salga en la foto del diario. Esa primera imagen pública que quizás tengan para mostrarle a su familia. El ansiado reconocimiento que no es más que un espaldarazo al sacrificio que se hace por cumplir el sueño de llegar a ser un jugador profesional.

En esas condiciones entrenan la sub 17 y 19 de Cobreloa en el Club de Campo de calle Atacama. Ningún dirigente puede desmentirlo, lo puede ver quien pase por ahí. Como también podrán empaparse del extraordinario ambiente de dos grupos de jugadores jóvenes que luchan porque el club minero se mantenga en la Primera A del fútbol cadetes.

Y en esa campaña personal, anónima y poco reconocida siempre hay premios. Uno, el que por ahora ostenta la sub 17, ése de liderar la tabla de posiciones ante clubes como Colo Colo, Unión Española, Audax Italiano, Santiago Wanderers o Everton. El otro, el sueño individual, el que implica acercarse a una selección nacional.

Nominados

Justo en la semana en que se preparan para dos duelos importantísimos por el torneo -este viernes en Viña del Mar ante Everton y el domingo frente a Wanderers en Mantagua-, tres jugadores del plantel que dirige Rafael Celedón reciben la noticia de que deben viajar a entrenar con la sub 17 que se prepara para jugar el Mundial de India entre el 6 y el 28 de octubre próximos: Hugo Araya, Fabián Quilaleo y Patricio Romero, los tres con realidades muy distintas.

Por estos días, hay varios clubes que tienen los ojos puestos en Quilaleo y es probablemente, el mejor jugador del campeonato. Sus compañeros y el técnico loíno lo elogian y él mismo sabe que tiene una gran oportunidad.

"Es una revancha, porque no pude estar en el Sudamericano y me habría encantado ir. Sé que hay un grupo armado, pero si me toca ir a entrenar con ellos, voy a tratar de pelear por quedarme con un lugar en la nómina final", dice el tímido y brillante delantero naranja.

Madurez

Uno que era puesto fijo en esa selección chilena y que -precisamente al volver de una citación en Quilín cometió un error que lo dejó fuera- es Patricio Romero, el líder dentro de la sub 17 naranja, el mejor delantero del torneo nacional por estos días y goleador máximo del campeonato con 14 tantos. El último fin de semana le anotó cuatro a Deportes Copiapó.

Fue en el año pasado en que Romero perdió un avión, se quedó con su familia en Santiago y llegó a entrenar después por decisión de su representante. Ese simple hecho lo distanció con el técnico de ese entonces en Cobreloa, Roberto Espicto y a la vez, con el cuerpo técnico de "La Rojita" que jugó el Sudamericano en Rancagua este año.

"Miraba los partidos con mi papá por la tele y me lamentaba, porque sabía que podía estar ahí. Perdí una oportunidad, justo me operé de una uña y no me nominaron. Más allá de lo justo o injusto que haya sido, tengo la madurez de estar un año en Calama, de haberme adaptado, de saber que la familia se extraña, pero uno está por un sueño mayor. Y eso me hizo volver a mi nivel, sentirme muy bien y tener otra oportunidad ahora. Sé que no la voy a desaprovechar", dice el goleador que ya fue observado por José Sulantay en el duelo de "los zorritos" ante Trasandino.

"Entrenar con el primer equipo siempre es lo que uno espera, que lo citen y lo prueben. Si se diera eso de pasar de la sub 17 al primer equipo sería increíble, pero sé que esto es cosa de trabajo. Yo tengo mis objetivos claros, siento que he hecho las cosas muy bien, me siento un líder dentro de la cancha en mi división y todo se va a dar cuando corresponda. Si el profe Sulantay me ve condiciones, sólo es motivo de alegría e incentivo para seguir mejorando", dice el goleador.

Romero sigue en la órbita de equipos capitalinos y estuvo cerca de partir a Universidad Católica -extrañamente, la "U" se llevó a Nicolás Clavería, el otro loíno que era dupla con "Pato" en la selección y no vinieron por él -pero no hubo acuerdo para comprar su pase. Lejos de ellos, el jugador mantiene su ilusión intacta. "Quiero llegar a una final con Cobreloa y ojalá ganarla en esta división porque eso me falta. Y yo llegué a este club a los 9 años, estoy identificado con estos colores y ya me adapté completamente a la vida en Calama. Vivo en la casa cadetes, estoy solo y sé que es el sacrificio que tengo que hacer. Mientras algún día pueda debutar profesionalmente con Cobreloa y después pensar en otras cosas, creo que voy por el camino correcto", confidencia.

Seleccionado

Uno que vivió toda la presión mediática de jugar el Sudamericano en marzo pasado fue el portero Hugo Araya. El espigado meta -mide 1.84 mts- comenzó en las series inferiores de Cobreloa a los 12 años y ya había participado en la selección chilena sub 15 que jugó un torneo continental en Colombia.

"Fue una presión bonita, de esa que todos los jugadores quieren vivir. Te sirve mucho para lo que quieras hacer en el fútbol más adelante. Por ejemplo, a mí me queda eso de entender que si andas bien cuando eres profesional, ése es el entorno con el que convives todos los días", dice el capitalino que se ilusiona con su presente en Cobreloa y sabe que estar lejos de la familia es "parte del sacrificio que uno tiene que hacer si quiere llegar a ser un profesional".

Hugo Araya llegó a la institución a prueba cuando un entrenador de arqueros le vio condiciones y le dijo que en Cobreloa estaban buscando porteros menores. Conoció la realidad de las series menores del club en Santiago y relata que "al principio, cuando llegué, no había problemas, pero en los últimos años sí se notaba esa precariedad de elementos para entrenar y jugar".

Sobre la opción de llegar al primer equipo, sabe que hay tiempo y que le queda mucho por demostrar. "Acá siempre vinieron grandes arqueros y si yo trabajo fuerte y trato de mejorar todos los días, sé que va a llegar el día en que tenga la opción de alternar con el primer equipo. Va a depender de mi esfuerzo y de las posibilidades", comenta el seleccionado chileno que ya está siendo seguido por José Sulantay para proyectarlo más en el club.

partidos vitales juegan la sub 17 y la sub 19 este fin de semana en Viña del Mar y Valparaíso. La próxima semana reciben a Colo Colo. 2

años tiene Araya y Romero con Quilaleo tienen 17. Los dos últimos deberían pasar a la sub 19 a fin de temporada. 16

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Debe continuar por su trabajo y dedicación. Pablo Guede, pase lo que pase el sábado, seguirá siendo el DT".

Aníbal Mosa, presidente de Colo Colo sobre permanencia del entrenador.