Tormento tributario
Encontrar una aguja en un pajar está poniéndose más fácil que navegar por el tormento tributario en que nos dejó el ministro Arenas.
Los contadores, asesores, abogados, analistas y un largo etcétera de expertos contables y tributarios, están haciendo agua ante la maraña desproporcionada del enjambre tributario que hoy afecta a las personas, los bienes, los servicios y las empresas.
No hay derecho que los llamados contribuyentes, sí, leyó bien, los que contribuyen a la administración del Estado para nuestra convivencia y progreso social, estén perdiendo tantas valiosas horas, días y semanas en hacer complejas y eternas declaraciones de renta.
En un país donde la simpleza tributaria debiera ser la norma, nos empantanamos ahogando la capacidad empresarial, equiparando el conocimiento de impuestos al de las finanzas, la administración o la innovación. El mundo al revés.
Debemos mejorar la inteligencia de un sistema que tanto hizo por Chile, igualando las tasas de las empresas y las personas, haciendo que estas sean finales de modo de aliviar el peso burocrático de quienes deben declarar mes a mes y año a año.
Eduardo Dib
A los héroes
En este día que conmemoramos el sacrificio de Prat, un emocionado homenaje a esas valientes generaciones de chilenos del siglo XIX que libraron bravamente mil batallas: las de la independencia; las que configuraron el orden republicano; las que defendieron, expandieron y pacificaron nuestros territorios; y las que pusieron fin a la tiranía de Balmaceda.
Ernesto Medalla
Glorias Navales
En mayo nuestra Armada celebra sus glorias, las que en sus orígenes están unidas indisolublemente a O'Higgins, quien luego de Chacabuco menciona la frase; "este triunfo y cien más se harán insignificantes si no dominamos el mar", dando a conocer su clara visión geopolítica.
Catorce días después es apresado en Valparaíso el bergantín español "Águila", el cual luego de ser armado y de concurrir a liberar a los patriotas presos en Juan Fernández, integra la primera Escuadra Nacional. A él se unen otras naves capturadas y adquiridas por don Bernardo.
Pero el prócer no solo se limita a la adquisición de naves, su visión va más allá, comprende que se debía también contar con un soporte administrativo y logístico, por lo que crea en octubre de 1818 la Comandancia General de Marina y dicta su reglamento provisional. A lo anterior se suman entre otros aspectos; la creación del Arsenal Naval, la construcción de lanchas armadas en Constitución, la formación de los Batallones de Infantería de Marina y la Brigada de Artilleros de Mar, culminado con la fundación de la Academia de Guardiamarinas en agosto de 1818. La magnitud de la obra de creación descrita habla por si sola, como asimismo, los hacen los primeros triunfos obtenidos, como la captura de la Fragata María Isabel. Pero O'Higgins no se detiene, sigue buscando consolidar un poder naval que logre contribuir al proceso de independencia en América, la expedición
Libertadora al Perú, idea largamente acariciada en su mente, requería de hacer realidad su visión. Es así que contrata al Almirante Cochrane, junto a otros oficiales ingleses, quienes participan en diversas acciones, entre ellas, la captura de los fuertes de Valdivia.
Por fin, el 20 de agosto de 1820 O'Higgins cumple uno de sus más caros anhelos, al hacerse realidad el zarpe de la Escuadra Nacional transportando al Ejército Libertador del Perú. Sin la visión de O'Higgins y su perseverancia en crear un poder naval, probablemente la historia hubiese sido diferente, hoy en día, la Armada de Chile tiene motivos de sobra para celebrar sus glorias y recordar su historia.
Antonio Yakcich Furche, miembro del Instituto O'Higginiano
El triunfo de la humildad
Debo decir que no soy simpatizante ni mucho menos hincha de Universidad de Chile, pero creo que lo azules fueron justos campeones, porque supieron levantarse de un inicio tambaleante y salir adelante a costa de esfuerzo y sacrificio.
Mérito de los jugadores, pero también con una gran cuota de responsabilidad del técnico Ángel Hoyos. Un gran profesional, humilde y muy respetuoso de sus dirigidos a quienes siempre respaldó frente a las críticas de parte de la hinchada y la prensa.
Supo ganarse su respeto, pero no con una política del terror, sino con diálogo, con comprensión y con palabras de aliento para que pudieran sacar su mejor rendimiento.
En la adversidad se le vio calmo y resistió con entereza los embates y en la victoria tampoco cambio su semblante y no se volvió loco. Claro que su felicidad iba por dentro y que sólo la dejó escapar al momento de las celebraciones con sus dirigidos y familiares.
Tras el título su discurso no ha cambiado y su sencillez aún lo acompaña.
Qué bueno que en el ambiente deportivo tengamos referentes de esa índole, más cuando vemos que el egocentrismo y el hedonismo priman por sobre todo. De ello tenemos ejemplos por montones, es sólo cosa de mirar la tv.
Benjamín Massa Pérez