Cuando numerosas personas empiezan a viajar desde Calama por las vacaciones de invierno y cuando los buses van más repletos de pasajeros, es necesario recordar que nuestra ruta 25 que une nuestra ciudad hasta Carmen Alto, para empalmar con un tramo de la doble vía de la Ruta 5 Norte, sigue siendo una carretera con un alto riesgo para quienes transitan por esta calzada de dos pistas.
Nuevamente esta carretera ha sido testigo de un accidente, de un vehículo menor que al adelantar se encontró sorpresivamente con un bus interprovincial costando la vida al conductor del automóvil y dejando gravemente herido al chofer del vehículo de pasajeros.
Lamentablemente habrá que esperar unos cinco años más para que esta ruta puede tener su doble vía construida, con el riesgo de nuevos accidentes.
Este tramo de unos cien kilómetros se hace complejo para los conductores, debido al alto número de buses y camiones que dificultan los adelantamientos y la visibilidad para realizar algunas maniobras.
Es urgente acelerar el proyecto de doble vía y poder terminar con este largo listado de tragedias en las rutas del norte.
Por largos años se postergó la necesidad de una doble vía en el lugar, aún cuando es paso obligado para acceder a los países del este sudamericano, entre ellos Bolivia, Argentina, Paraguay y Brasil.
Además es una ruta minera con un constante flujo de camiones con cargas especiales y minerales para suplir las demandas de los grandes yacimientos de la zona.
Entonces, resulta inexplicable que siga siendo una carretera de dos vías con una berma de mala calidad y cuya calzada ha tenido varias reparaciones por su antigüedad y lluvias ocasionales que han caído en la zona.
Esperamos que las autoridades pertinentes puedan apurar el proyecto de la doble vía para poder unir Antofagasta y Calama con una carretera de alto estándar y más segura para la conducción, junto con poner fin a accidentes por adelantamientos y volcamientos.