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Carambola

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Nada hacía presagiar que esa mañana primaveral sería una de aquellas que jamás se olvidan. Recién había cumplido los seis años y caminaba lentamente a casa llevando el bendito pan. Los pantalones cortos, afirmados por un solo tirante, tapaban medianamente mis larguiruchas piernas, vislumbrándose una par de rodillas huesudas. En mi mano izquierda la bolsa del pan diario, en la otra el torpe y rebelde yo-yo que no cumplía mis órdenes; un grito conocido me hace voltear, era el Pinocho, también vivía en la "Z" de Los Adobes, en el número siete, a un par de casas de la mía, al escucharlo me di cuenta que para él aún no terminaba la pichanga del día anterior y quería lavar la afrenta de haberla perdido recordando de muy mala manera a mi mamá y demás familia. Al mismo tiempo de sus palabras, el yo-yo desapareció de mi mano, durmiéndose súbitamente en mi bolsillo, mientras rápida y certeramente volaba en dirección a la cabeza del ofensor un pedrusco, rebotando en ella y traspasando el vidrio de la ventana de su casa. El ruido de los vidrios cayendo, fue la trompeta tocando retirada, las enclenques piernas me llevaron vertiginosamente bajo el camarote de la última pieza, la que daba a la puerta trasera con la cual nos conectábamos a la corrida de la "Y". La seguridad que busqué en la oscuridad de mi escondite, me duró sólo hasta cuando el vecino pidió conversar con mi papá, quien venía llegando de la nochera. Eternos minutos de aquella lejana conversación, en los cuales imaginé mil explicaciones, cual de todas menos creíbles. Debía evitar el castigo a toda costa, por lo que traté de escuchar los cargos de la acusación, pero sólo pude oír la despedida de mi padre: "No se preocupe vecino, yo me haré cargo". Ahora, los minutos son segundos y siento como me busca, se abre la puerta y veo los bototos terrosos de mi viejo, luego aparece su cara, seria y molesta, para después, extendiendo la mano, invitarme a salir de mi escondite: era el momento de enfrentar, mi destino… "Sólo una pregunta, gancho", me dijo. "¿Por qué lo hiciste?", continúo. Le explico, entre sollozos, que había insultado a mi madre y a la familia, y que yo sólo quería romperle la cabeza, no el vidrio. "Está bien hijo, la familia es lo más importante… ¡Buena Carambola!" Dijo sonriendo, mientras me tomaba la mano para llevarme a desayunar. No supe su significado hasta muchos años después, pero sin duda fue lo más dulce que he escuchado y lo que me ha guiado hasta hoy.

* Ganador tercer lugar Chuquicuentos

categoría adultos

Homenajes para un divo: se cumple un año sin Juan Gabriel

MÚSICA. Mañana se conmemora el primer aniversario desde la partida del icono latinoamericano de legado inmortal.
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Discos, conciertos y misas conmemorativas se preparan en México para homenajear a una de sus figuras musicales más importantes: Juan Gabriel, "El Divo de Juárez", que a un año de su muerte todavía es leyenda.

Los preparativos se realizan en varias partes del país, desde Ciudad de México hasta Ciudad Juárez. En esta última, por ejemplo, donde descansan las cenizas del cantante, se construye un monumento en su honor en el centro de la ciudad, en una plaza que lleva su nombre. "Esta obra debería estar lista durante el fin de semana, en donde también será colocada la estatua que es elaborada por escultores locales", dijo a DPA Gerardo Silva, director de Obras Públicas de Ciudad Juárez, donde el artista vivió desde muy pequeño e inició su carrera musical.

Juan Gabriel, cuyo verdadero nombre era Alberto Aguilera Valadez, murió el 28 de agosto del año pasado en su casa de Santa Mónica, en California. Tenía 66 años y sólo dos días antes de sufrir el infarto que acabó con su vida había dado su último concierto en Los Angeles.

Nació en Parácuaro, Michoacán, donde también se prepara un homenaje con actividades artísticas que se iniciarán hoy con un carnaval y una proyección de los videos de sus más memorables conciertos. Mañana se oficiará una misa en su nombre y se presentarán números musicales. "Abrázame muy fuerte", "Querida", "Hasta que te conocí", "Amor eterno" y muchas otras canciones sonarán en Parácuaro para recordar al cantante y compositor que pasó de ser un adolescente pobre a artista reconocido a nivel internacional.

En la Plaza Garibaldi, de la capital mexicana, varios cantantes participarán de un concierto mañana para recordar al artista entonando sus temas.

Líos familiares

Pero no sólo flores marcan el aniversario, también problemas familiares. Sus hijos, que son al menos seis o siete, se encuentran enfrascados en una pugna legal por la herencia e incluso uno de ellos llegó a allanar la casa del cantante en Ciudad Juárez. Joao Aguilera ha iniciado un proceso para anular el testamento de su padre ante la Fiscalía general de México, argumentando que existen irregularidades en el documento, como una firma falsa del cantante.

Los hijos

Los hijos reconocidos de Juan Gabriel son Iván Gabriel -heredero- Joan Gabriel, Hans Gabriel y Jean Gabriel. Joao Gabriel y Luis Alberto, salieron a la luz en 2016 y dicen tener pruebas de ADN. El que allanó la casa fue Alberto Aguilera, que dice haber sido adoptado legalmente a los 12 años.