Katherine Jofré S.
Sigue dando de qué hablar el homicidio de Freddy Orellana (39), ya que este fin de semana se hizo la lectura de sentencia contra Roberto Luco (31), el único imputado de este horrendo crimen que finalizó con el cuerpo de la víctima completamente calcinado en el sector de Ojo Opache de Calama el 24 de junio de 2016. Tanto la fiscalía como familiares de la víctima, no comparten el fallo.
Sentencia
"Claramente estamos frente a un homicidio calificado, un hecho alevoso y bajo ese escenario los jueces siempre tienen la posibilidad de recorrer la pena e imponer más extensas. Los fallos judiciales no se comentan, se impugnan a través de los recursos y eso es lo que vamos a estudiar", explicó el fiscal a cargo del caso, Cristián Aliaga.
De los tres involucrados en este crimen, dos se suicidaron y solo uno de ellos en este momento enfrenta la justicia. Se trata de Roberto Luco, a quién se le logró comprobar que solo participó en este hecho trasladando en su taxi colectivo, tanto a la víctima como a los asesinos hasta el sector de Ojo Opache. Fue en el juicio oral en que este imputado declaró que solo se enteró que Freddy estaba muerto cuando el hecho ya había sido consumado. "Me causó miedo las consecuencias de lo que iba a suceder. Me quedé callado porque si iba a 'sapear', me iba a pasar algo igual o peor", detalló cuando declaró en el juicio oral que se desarrolló durante octubre.
Ante esto, fue condenado por ser cómplice de homicidio calificado y fue sentenciado a 6 años de cárcel, descontando los 444 días de prisión preventiva. La defensa evaluará presentar un recurso de nulidad, ya que les sigue pareciendo una pena alta, porque insisten que su defendido solo fue encubridor del hecho. "No puede responder por lo mismo por lo de las personas que se suicidaron, por aquellos que no enfrentaron este juicio", agregó el defensor Álvaro Gazón.
Pena ejemplar
Luco es el único que estaría enfrentando este crimen que causó conmoción en la comunidad por el horrendo hallazgo. Freddy Orellana Pérez, no solo fue asesinado, antes de morir recibió brutales golpes, fue torturado, anclado al piso y le prendieron fuego. Finalmente, le dieron dos tiros de gracia para que muriera. Iván Donoso y César Cortés, quienes eran parte del círculo de cercanos de la víctima, no tuvieron piedad a la hora de matarlo por problemas del pago de dinero producto del robo de un camión. Ambos se suicidaron antes de enfrentar a la justicia. "No diré nada al respecto, solo que esta es la justicia chilena y su puerta giratoria", indicó Edda Pérez, madre de Freddy Orellana quien por primera vez habló del asesinato de su hijo.
"Cierro un ciclo, pero voy a llorar a mi hijo de por vida. Contenta no estoy, estoy cerrando un ciclo, con un dolor que me dejó marcada para toda la vida", puntualizó esta madre.
"Obviamente un crimen tan alevoso, respecto de Freddy, creemos que requiere necesariamente la ampliación de penas ejemplares y no penas bajas que son las mismas que se le pueden dar a un persona por robar una gallina al interior de una casa o pillarlo con un par de kilos de pasta base", recalcó el fiscal Aliaga.