Resultado electoral
Nos enteramos que el conglomerado que perdió la elección presidencial adjudica la derrota al hecho de haber descuidado el centro, cosa que habría sido aprovechada por el ganador. Esta interpretación confirma que muchos habitantes del mundo político padecen el raro síndrome Flautista de Hamelin - dolencia que induce al paciente a creer que tiene el don de amaestrar humanos, particularmente a los especímenes con derecho a voto.
La cruda verdad es que los ciudadanos estamos hartos del menú que nos ofrece la cocina política nacional, con sus guisos repetidos, mal preparados o derechamente incomibles, como es el caso de su receta estrella, basada en carne de gato, que como todos sabemos, no es igual a la de liebre. ¿No será que los parroquianos-electores prueban chefs de distintas tendencias, con la esperanza que mejore el menú, que es lo que en verdad importa?
Juan Enrique Pimentel Bunting
El susto
Cuando el excandidato Alejandro Guillier, tras su contundente derrota, declara... "La derecha logró asustar a la gente"... como una manera de explicar el triunfo del candidato Piñera, olvida su campaña de miedo, cuando asustaba al electorado con lo que ocurriría si llegaba a ganar su adversario Sebastián Piñera. Pero más que una lucha de quién metió más miedo y de quiénes terminaron creyéndosela, lo concreto es que la balanza se desniveló en su contra cuando fue contrastado con su oponente por los electores, en cuanto a su marcada falta de experiencia y argumentos, para ser nada más y nada menos que el Presidente de Chile y llegar a resolver todos los bemoles de los chilenos, en la forma y en el fondo.
Con toda seguridad ese fue el principal susto que frustró su camino triunfal a La Moneda, junto a la deficiente forma de cómo fue escenificada su campaña de segunda vuelta..., en especial con la falta de sintonía entre él y su supuesto "Dream Team económico"...
"Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos", Paulo Coelho.
Luis Enrique Soler Milla
Carta abierta
La elección nos debería dejar en una profunda reflexión. No en el sentido de pesar, de desesperanza o desesperación como lo está pasando la izquierda. Me refiero a una reflexión sobre los desafíos que vienen y que cosas como ciudadanos debemos hacer para que a Chile le vaya bien.
Generalmente (ya esto se ha hecho casi una costumbre) los chilenos piensan que sólo basta con votar para producir cambios profundos. Sin embargo, esto no es suficiente y ha quedado más que demostrado en los varios gobiernos que han regido por los últimos treinta años, marcados por la mediocridad y la falta de compromiso con la ciudadanía.
No basta con sólo votar, sino que hay que involucrarse en los problemas del país y en la tarea de los gobiernos. No se trata de colores políticos, gustos, ideologías o principios, se trata única y exclusivamente de Chile. Es por eso que insto a todos aquellos que anhelan un Chile mejor, con más seguridad, respeto, alegría, paz, desarrollo, justicia, igualdad y solidaridad, se involucren y sean parte de la próxima etapa que viene, los tiempos mejores.
Rafael López Gajardo
Metamorfosis política
Las metamorfosis del senador Pedro Araya son realmente sorprendentes. No digo que los cambios sean malos, pero este deambular político es realmente llamativo.
Paola Castillo
Democracia
La democracia es democracia y como tal hay que respetarla. A seguir trabajando y dar lo mejor de cada uno. Y que nuestros gobernantes hagan su trabajo pensando en las personas y no en sus intereses. Sólo eso pedimos.
Yo haré mi parte como lo hago día a día. ¡Éxito a cada uno de ustedes y siempre vigilantes para que no nos pasen a llevar otros 4 años más!
Y recuerden que así como les enseñamos a nuestros hijos, el trabajo dignifica, sea cual sea, mientras sea honesto.
Y no olviden barrer su vereda a diario que así también se coopera para un Chile más desarrollado y justo.
Óscar A. Ubillo Torres
Botox político
Las teorías peregrinas para maquillar la derrota de la centroizquierda y de la izquierda a secas no funcionan. Movidos por un comprensible instinto de supervivencia, y usando una expresión que nada les gusta, hacen autocrítica pero sólo "en la medida de lo posible".
José Luis Hernández Vidal