Luego de dos semanas de unas entretenidas vacaciones en la localidad de La Serena, una familia calameña llegó a su casa ubicada en el sector del Portal del Inca 4 para volver a la rutina anual.

Cuando estaban bajando las maletas de su vehículo se percataron que la reja de su casa estaba alterada, situación que les llamó la atención y fue entonces que el dueño de casa se acercó y pudo verificar que los candados estaban botados en su antejardín.

De inmediato, la familia asustada ingresó a la casa y se llevaron la sorpresa que estaba removida en varios sectores, posterior a eso llamaron a Carabineros para que acudieran al desvalijado hogar.

Sin pensarlo, los integrantes de la familia salieron de la casa a la espera que llegaran los efectivos policiales, quienes en pocos minutos se comunicaron con el dueño de casa y pudieron ingresar al inmueble, percatándose que estaba desordenado y que, además, faltaban una serie de especies en los dormitorios, así como también en el living de la casa.

Indagaciones

El descanso había quedado de lado, puesto que la impotencia y rabia que tenía la familia calameña era mucho mayor. Haciendo un recorrido por el lugar, el dueño de casa se pudo percatar que varios televisores habían sido sustraídos, computadores, zapatillas y otras especies, que fueron avaluadas en más de un millón de pesos. De inmediato, la familia interpuso la denuncia para evaluar la posibilidad de recuperar los equipos electrónicos y la ropa.

Cabe destacar que la familia afectada también se contactó con algunos vecinos del sector, quienes no lograron percatarse del robo, ni menos ver situaciones anómalas durante su ausencia.

En tanto, entre los primeros antecedentes que se pudieron recopilar, fue que él o los sujetos ingresaron por la puerta de atrás de la cocina, instancia que les permitió llevarse parte importante de los enceres de la casa, sin levantar sospecha de los vecinos del sector poniente, quienes no entregaron mayores informaciones.

Llamado

Carabineros hizo un llamado a la comunidad a tomar las precauciones al momento de salir de vacaciones o fines de semana a otras ciudades. En este caso, es importante dejar aviso a un familiar o un vecino, con la finalidad de retirar los documentos que quedan en las afueras y, además, poder encender las luces de la casa.

Ante cualquier sospecha, las personas pueden llamar a los teléfonos del Plan Cuadrante de la ciudad.

En un operativo de rutina, el OS - 7 de Carabineros estaba apostado en la ruta B - 25, fiscalizando los vehículos que entraban y salían de la ciudad, como parte del trabajo de retorno de vacaciones de verano y que, sin duda, tiene como propósito el cuidado de las familias en la conducción.

Fue allí donde detuvieron un bus interprovincial que se dirigía desde Calama hacia Santiago y le solicitaron al chofer que se colocara a un costado de la arteria para chequear el interior de la máquina.

Los efectivos policiales, junto al can detector de drogas, "Jack", se trasladaron hasta el sector del porta equipaje, momento que la mascota inició su trabajo para ver que todo fuese en completa normalidad.

Sin embargo, a los pocos minutos de comenzar su labor, se pudieron percatar que en un rincón de la máquina estaba una maleta negra y que en su interior había sustancias ilícitas, situación que de inmediato obligó a los policías a iniciar las indagaciones del caso.

Trabajo

El chofer del bus tuvo que avisar sobre la situación que estaban ocurriendo, por lo que los pasajeros debieron esperar por algunos minutos que culminara el proceso de revisión de la droga.

De inmediato, personal del OS - 7 de Carabineros se pudo percatar que en la maleta negra había ocho paquetes rectangulares cubiertos con aluminio, los que contenía nueve kilos 830 gramos de cocaína, droga que fue de inmediato sometida a evaluación por los profesionales, con el objetivo de conocer el contenido químico de ésta.

Revisión

Conocido el contenido de la maleta, los funcionarios del OS - 7 subieron hasta el sector de pasajeros para iniciar las indagaciones de quién o quiénes eran los responsables del traslado de esta maleta. Entonces, comenzaron a preguntar a los pasajeros quién era el dueño del equipaje, tomándose por sorpresa que nadie se responsabilizó por la maleta.

Por esta razón, de inmediato se dio aviso a la Fiscalía, quienes serán finalmente los encargados de llevar adelante este procedimiento.

Fue así como la droga fue derivada hasta el Servicio de Salud de Antofagasta para su destrucción.

Indagación

Cabe destacar que el OS-7 de Carabineros seguirá con estos procedimientos para evitar que este tipo de ilícitos continúen en las carreteras de Calama, donde la ayuda de los perros labradores, que han realizado una labor positiva y crucial en el combate de este delito, posibilitó en esta oportunidad la incautación de 19.660 dosis de pasta base, de la cual no se entregó un avalúo.

Un hecho insólito se registró en avenida Granaderos, cuando dos individuos estaban peleando en plena calle, se percataron que venían dos carabineros patrullando el sector y ambos sujetos tomaron la decisión de entregarse a los funcionarios por el desorden que estaban provocando en la calle.

En ese momento, los efectivos policiales los trasladaron hasta el hospital Carlos Cisternas para evaluar la condición de salud de cada uno, determinando que ambos presentaban heridas leves, mientras que eran tomadas sus declaraciones. Uno de ellos tenía orden vigente, pero ambos quedaron en libertad tras este singular hecho acaecido en Calama.