Cristián Rojas M.
El alcalde de Isla de Pascua, Petero Edmunds, no pudo ser el anfitrión en la visita que hizo ayer a Rapa Nui el Presidente Sebastián Piñera, pues se encuentra en Taiwan en un foro de pueblos originarios de Polinesia, Micronesia y Asia Pacífico, donde uno de los temas cruciales para el territorio insular que representa tiene que ver con el turismo y con el grave problema que se está generando con la acumulación de plásticos en los océanos, pues precisamente frente a Rapa Nui se encuentra una de las mayores islas compuestas por esos desechos a nivel mundial.
La visita de Piñera a Rapa Nui se enmarca en la entrada en vigencia de la Ley 21.070, que regula el ingreso y permanencia de turistas chilenos y extranjeros a la isla, otorgándoles un máximo de 30 días. "Si eso funciona, podría ser perfectamente posible implementarla en otros lugares del país. En ese sentido, me siento feliz, contento y orgulloso de que la isla sea el primer lugar en implementar esta norma tan especial", destaca Edmunds.
- ¿En qué se sustenta la restricción a la permanencia de turistas?
- La idea es que nosotros, tomando una experiencia de más de 50 años trabajando el turismo como punto de atracción principal, podemos decir que con 30 días es suficiente para que una familia o una persona, tomando sus vacaciones de 15 días hábiles puede llegar a un lugar, descansar, conocer, saber, pasarla bien y volverse a su casa, por eso se fijó en 30 días. El punto es que hay quienes abusan del concepto, de la figura de turista, entonces llegan y se quedan más de 30 días, un año, dos años, tiempo indefinido, y esta ley pretende normar ese abuso, que hay que normarlo porque los recursos naturales que tiene la isla son escasos, son muy limitados y también hay otros problemas propios de una sociedad, como la basura, el aumento de atenciones médicas en una situación hospitalaria muy precaria. Todo eso es frágil y por eso la isla no tiene capacidad de soportar una población en rápido aumento, que es lo que hemos tenido en los últimos cinco o diez años a la fecha, un aumento poblacional increíble, sobre el 57%, algo que no se ve en ninguna otra parte del país.
- En su reciente gobierno, la ex Presidenta Bachelet le entregó la concesión del Parque Nacional Rapa Nui a la comunidad de la isla por 50 años. ¿Cómo ha funcionado eso?
- En la forma está fantástico, porque con muchas ganas estamos poniendo todo de nuestra parte y se están haciendo las cosas bien. Sin embargo, la entrega fue, en el fondo, para mí, un engaño, porque en realidad es un préstamo, nos prestaron lo que es nuestro para que lo administráramos y de esa manera demostrar seriedad y responsabilidad ante el Estado. Eso para mí es peyorativo para un pueblo originario, es tomarlo para la chacota, porque no creen en nosotros, que preferíamos que se entregara todo el territorio en dominio colectivo, como siempre fue en nuestra historia ancestral.
- La comunidad isleña llevó el conflicto con el Estado por las tierras a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington, donde actualmente se está dirimiendo su recomendación a la Corte Interamericana. ¿Cómo es la situación en ese tema?
- No hemos visto voluntades de los gobiernos que han pasado. Harta esperanza tuvimos de que con la vuelta de la democracia íbamos a tener avances en esa materia, pero es todo un engaño de los políticos, que una vez que asumen le dan la espalda a la ciudadanía, y ese es el caso de Rapa Nui desde la entrada de Patricio Aylwin a la fecha. Para mí, dentro de todo el conflicto indígena chileno, el caso de Rapa Nui es el más fácil de resolver, y resolviéndolo habría luces sobre cómo resolver el resto de los problemas de fondo de los pueblos originarios del país, pero no ha habido voluntad política y no la hay en este momento, lo que hay son cariños que uno siente que son momentáneos, palabras de buena crianza, como "aquí estamos, en qué te ayudo, cuente conmigo, estaremos contigo", lo que al final termina en nada.
-¿Hay otros temas pendientes?
- Bueno, para llevar como corresponde un Patrimonio de la Humanidad y demostrar responsabilidad ante el mundo se requieren inversiones importantes en la isla, como por ejemplo, el aeropuerto, que no tiene una pista de emergencia y hoy día estamos al margen de la ley internacional de seguridad, con una losa de estacionamiento inmediatamente al lado de la pista de aterrizaje, que es un peligro para la aeronavegación. Esa es una inversión importante que el Estado tiene que hacer, pero cada gobierno de turno se corre de esa responsabilidad. El Estado también ha estado ausente en los últimos 130 años para construir un puerto o un muelle que dé la garantía a toda la ciudadanía que vive en la isla, al país y al mundo, de que ese territorio nacional chileno de ultramar está garantizado en su conectividad. A eso hay que agregar que en el reciente gobierno de Bachelet se declararon cerca de 850 mil km. 2 de mar Rapa Nui en protección total, pero cómo vamos a defender ese parque marino, o sea, una cosa es el papel, el deseo, el anhelo de que se proteja, y se anuncie a medio planeta, y otra cosa es estar presente, decir aquí estoy y esto lo defiendo, pero en eso el Estado también ha estado ausente y no hay ningún plan que nos dé alguna garantía de que eso se va a hacer, y no creo tampoco que este gobierno dé luces en ese sentido, porque están en otra.
- ¿La ley 21.070 y la administración del parque, han aminorado en algo los deseos de autonomía?
- Para nada, porque es algo que la isla lo necesita, la isla no puede seguir viviendo con políticas centralistas, no se puede aspirar a la sustentabilidad si se mantiene el centralismo que hoy día impera, y por lo tanto, por lo que debemos todos luchar, incluyo a los grandes políticos chilenos, es que se logre crear el territorio autónomo de Rapa Nui, para dar, al menos, una señal de esperanza para aquellas zonas que están alejadas del nivel central.
"Para mí, dentro de todo el conflicto indígena chileno, el de Rapa Nui es el más fácil de resolver, y resolviéndolo habría luces sobre cómo resolver el resto de los problemas""