Comienza el juicio por fraude contra el ex jefe de campaña de Donald Trump
ESTADOS UNIDOS. El proceso en contra de Paul Manafort, el primero en la investigación que conduce el fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones estadounidenses, se inició con la elección de las 12 personas que compondrán el jurado.
El juez estadounidense Thomas Selby Ellis III dio ayer comienzo al juicio por fraude fiscal y bancario contra el ex jefe de campaña del Presidente Donald Trump, Paul Manafort, quien tendrá que explicar sus negocios con oligarcas rusos.
Manafort, de 69 años y en prisión preventiva desde mediados de junio, compareció al tribunal vestido con un elegante traje negro y se mantuvo al lado de su equipo de cinco abogados al comienzo del juicio, que se celebra en la corte del distrito este de Virginia, en Alexandria, a las afueras de Washington.
La esposa de Manafort, Kathleen, acudió al juicio para acompañar a su marido, pero la sala estaba tan llena de periodistas, que al principio tuvo que esperar de pie, aunque luego un abogado le ayudó a encontrar un asiento.
Jurado y cargos
El juicio comenzó con las pregunta del magistrado Ellis III a los 65 individuos que figuraban como candidatos para formar parte del jurado, que decidirá sobre la culpabilidad o inocencia de Manafort.
Tras horas de consultas, el juez concluyó con la selección del jurado, el que quedó compuesto por 12 personas y contará con cuatro suplentes. Los 16 seleccionados también fueron interrogados por la defensa y la parte acusante.
El juez Ellis III, antes de su selección, explicó a los posibles miembros del jurado cuáles son los cargos que ha presentado en contra de Manafort el fiscal especial Robert Mueller, quien lidera la investigación de los supuestos lazos entre Rusia y los miembros de la campaña de Trump para influir en las elecciones de 2016, dentro del contexto del caso que ha sido denominado como la trama rusa.
Manafort se enfrenta a 18 cargos por no haber declarado los US$ 75 millones que obtuvo por asesorar a Gobiernos extranjeros, incluido el del ex Presidente prorruso ucraniano Víktor Yanukóvich (2010-2014), al que ayudó a mejorar su imagen pública.
Entre 2006 y 2017, según la acusación, Manafort trabajó para Yanukóvich y otros Gobiernos sin comunicárselo a las autoridades estadounidenses, lo que constituye un delito. Por estos hechos podría ser condenado a un máximo de 270 años de prisión, por lo que pasaría el resto de su vida entre rejas.
El proceso contra Manafort es producto de la investigación de Mueller, pero los cargos que enfrenta no están relacionados con su labor como jefe de campaña, puesto que ocupó entre junio y agosto de 2016, aunque en ese periodo mantuvo contacto con varios oligarcas cercanos al Kremlin, como el millonario Oleg Deripaska, de acuerdo a la acusación.
El juez ha considerado en numerosas ocasiones que Manafort es una figura de interés para Mueller porque podría incriminar a Trump.
Por ahora, Manafort se ha declarado no culpable y se ha negado a colaborar con la investigación, lo que le ha valido numerosas críticas. De hecho, a primera hora de la mañana, en el exterior de la corte se concentraron decenas de personas que al ritmo de un tambor agitaban pancartas con los colores de la bandera de Rusia y mensajes dirigidos a Manafort, como "Trump no pasaría ni un segundo en prisión por ti".
Manafort también deberá enfrentar otro juicio en la corte del Distrito de Columbia que empezará en septiembre. En esta causa se le acusa de lavado de dinero, falso testimonio y conspiración criminal, entre otros cargos, de los que también se ha declarado inocente.
Sigue en prisión
Por otro lado, la corte de apelaciones del Distrito de Columbia decidió mantener en prisión preventiva al ex asesor de Trump, reafirmando la decisión adoptada en junio por una jueza de Washington, que consideró a mediados de junio que Manafort debía ser encarcelado porque había tratado de influir en las declaraciones de dos testigos.
Cabe recordar que Manafortr se entregó al FBI el 30 de octubre pasado y durante seis meses estuvo bajo régimen de arresto domiciliario.
Turquía rechaza apelación de pastor
Un tribunal turco rechazó ayer la apelación del pastor estadounidense Andrew Brunson, acusado de "terrorismo", y lo mantuvo en arresto domiciliario, en un caso que ha tensado las relaciones entre Turquía y Estados Unidos. El juez rechazó la apelación de Brunson, para quien la fiscalía pide 20 años de cárcel al considerar que tiene lazos con el grupo armado PKK, porque no hubo cambios ante la "fuerte sospecha de delito", informó a la prensa el abogado defensor Ismail Cem Halavurt. Brunson niega los cargos. Su arresto ha tensado las relaciones entre Ankara y Washington, sobre todo tras las amenazas de Donald Trump de imponer sanciones a Turquía si no libera al pastor.
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