Cuando un consumidor contrae un compromiso económico debe hacerlo pensando en que podrá cumplir. De ahí la importancia de considerar de antemano todas las variables, por ejemplo, si el monto del ingreso familiar puede soportar una nueva carga crediticia, estabilidad laboral, entre otras.

No obstante, y si bien los consumidores deben responder por sus compromisos económicos asumidos y pagar sus deudas, las empresas, al momento de realizar las cobranzas extrajudiciales, deben respetar la dignidad de las personas.

Es importante que los consumidores sepan que la Ley de Protección de los Derechos de los Consumidores (LPC), establece una serie de derechos, los que buscan precisamente salvaguardar su tranquilidad ante llamadas telefónicas amenazantes o en horarios que no corresponden, notificaciones en sus lugares de trabajo, entre otras malas prácticas.

Por eso, es necesario tomar en cuenta que:

• Las empresas al realizar acciones de cobranza extrajudicial no pueden informarles a otros sobre su deuda, como a los familiares o el jefe. Es decir, está prohibida cualquier conducta que afecte su privacidad o situación laboral.

• Por otro lado, los llamados de cobranza sólo se pueden realizar de lunes a sábados entre las 8:00 y las 20:00 horas.

• Las empresas no pueden enviarles a los consumidores documentos que aparenten ser escritos judiciales, con el propósito de amedrentarlos.

• Los consumidores tienen derecho a pagar su deuda directamente a la empresa a la que le deben.

Además, hay que recordar que a fines de diciembre del año 2013 se aprobó en el Congreso Nacional la Ley denominada "Sobre protección de deudores de crédito en dinero".

Entre las modificaciones más importantes se establece que las empresas están obligadas a realizar al menos una gestión de cobranza, sin cargo para el deudor, cuyo propósito es informarle al consumidor sobre su mora, acción que deberá realizar dentro de los siguientes 15 días a cada vencimiento impago.

Los porcentajes por concepto de cobranzas extrajudiciales deben ser aplicados sobre el monto de la deuda vencida a la fecha del atraso y no al capital adeudado.

Preocupación reina entre los habitantes de San Pedro de Atacama debido a los últimos hechos violentos que se han registrado en la pequeña comuna. La gota que rebasó el vaso, fue el asesinato de una mujer de nacionalidad boliviana, quien apareció desnuda en un sitio eriazo con heridas provocadas con arma blanca.

Se sabe que San Pedro, es una comuna turística por excelencia, y estas sensaciones no son bienvenidas para el negocio, es más puede jugarle en contra. Por ello es positivo que sus habitantes se organicen e insistan ante sus autoridades locales, provinciales y de Carabineros para que se tomen medidas destinadas a frenar la comisión de delitos que alteren la paz ciudadana.

En este sentido Carabineros, tras el clamor ciudadano, se abrió a redoblar los patrullajes y controles para evitar que el consumo excesivo de alcohol o drogas en lugares públicos derive en delitos violentos.

Es una buena medida, pero no del todo suficiente, porque se requiere de la aplicación de un completo plan de seguridad ciudadana en la que participen todos los actores de la sociedad sampedrina.

Hay que entender que al poblado han llegado visitantes de distintas partes de Chile y el mundo, primero como turistas pero con el tiempo se han afincado y desarrollado su vida. Esta heterogeneidad obliga a trabajar con todos ellos, porque de sus aportes pueden surgir soluciones a la problemática de la seguridad.

Quizás uno de los pasos importantes es lograr controles migratorios más exhaustivos y así tener en antecedentes a todos quienes están habitando en la localidad. Principalmente sus antecedentes penales.

No se puede esperar que sigan ocurriendo hechos violentos para adoptar las acciones pertinentes. De ningún modo reactivos, sino que proactivos para que la problemática que está en ciernes pueda ser controlada antes que se propague y adquiera características difíciles de enfrentar.

En San Pedro de Atacama saben que no pueden quedarse dormidos y ya han salido a las calles a pedir tranquilidad para poder desenvolverse en sus vidas.