Homenaje al profesor
Mi abuelo me enseñó, cuando era pequeño, que los libros debían ser las armas en la guerra de las ideas. Recuerdo puntualmente las veces que durante mi infancia, mi mamá mi llevó al colegio donde ella hacía clases porque no tenía con quien dejarme. Así fue mi niñez, la vida un típico hijo de profesor criado entre la doctrina de moral y la enseñanza. Mi hermana menor también siguió ese camino. Hay algo que las une más que la sangre: la fe en la construcción de una sociedad mejor y esa fe, necesita de las nuevas generaciones y su educación. La misma fe que un día movilizó a miles de jóvenes normalistas a entregar su vida a lo largo de Chile, para crear escuelitas en los rincones más apartados con el fin de entregar un país mejor. En este día del profesor quiero reconocer la labor de mi madre, mi abuelo, mi hermana y todos mis amigos docentes que día a día, muchas veces mal remunerados y poco reconocidos, entregan su alma, vida y conocimientos en la construcción de un Chile mejor.
Cada día más me convenzo, que los libros son las armas en la guerra de las ideas.
Alfredo Martínez, cientista Político
Aula segura
Los parlamentarios no han internalizado el problema. Los rectores de los colegios afectados deberían ir a las tribunas de la Cámara, rociar (transversalmente) unos baldes de gasolina y lanzar un par de bombas Molotov al centro del hemiciclo. No existe riesgo que los desalojen de las tribunas pues la Presidenta no puede adoptar esa medida mientras no se haya hecho un "debido proceso".
José Luis Hernández
Presupuesto niños
¿Sabe usted quienes son los más perjudicados con los vaivenes económicos y las adversidades sociales? Los niños. La escasez de recursos no solo afecta las estrategias de sobrevivencia de los hogares donde se concentra la infancia, sino que, adicionalmente, se ven empobrecidas las estructuras de oportunidades como consecuencia de una menor inversión en educación, salud e infraestructura pública, entre otros servicios imprescindibles para el desarrollo humano y de los niños.
Es por esto que, la medida más responsable que puede tomar el Gobierno es invertir más en los menores. El nuevo Presupuesto destinará 9,7% ($31 mil millones extra) de los recursos nacionales a programas de los más pequeños y jóvenes vulnerables. Una cifra mucho más alta que el reajuste nacional de un 3,2% que, sin duda, muestra el compromiso que debiésemos tener con el presente y el futuro de nuestros hijos.
Los más pequeños son el reflejo de la sociedad que queremos construir, si un gobierno los tiene de prioridad, está preocupado de un desarrollo integral para todos. De aprobarse el Presupuesto sería un triunfo indiscutible para el Gobierno, pero seríamos ciegos si no reconociéramos también que sería un éxito de la clase política, ya que los grandes beneficiados serán nuestros niños.
Verónica Santana Burgos
¿Mejorar las pensiones?
Difícilmente la mayoría de las dos últimas generaciones de jubilados verán, en el corto plazo, mejoras substanciales en sus bajísimas pensiones, como tampoco los jóvenes de la actual fuerza laboral tomará conciencia de la importancia de sus imposiciones legales -en lo posible continuas- correspondientes a su sueldo real mensual, como del deber de hacerlas por cuenta propia por los meses en que se haya estado cesante, para evitar "lagunas" incidentes en, perjudiciales a la postre.
Igualmente difícil es que los jóvenes empiecen a destinar, aunque sea un monto mínimo de su sueldo, al ahorro personal, para enfrentar alguna emergencia o para satisfacer "algún gusto" -extra necesidades básicas- sin recurrir al ya habitual "crédito de consumo", como quien dice, en lugar de estar pagando en doce meses este crédito -con intereses y seguros, y multas en caso de mora-, ahorrar y comprar al contado el bien deseado.
Hoy, como medida para mejorar estas pensiones, se habla tanto a nivel gubernamental, como empresarial -AFPs-, de aumentar la tasa impositiva en un 4%. ¿Es realmente la solución para ahora ya? ¡Naca-la-pirisnaca!, ni a futuro. Así, pues, si vamos a hablar con la verdad, aunque duela o incomode, como dice una "Administradora" a través de los medios, "aportando su trabajo", háblese con la verdad. La responsabilidad es del trabajador, del empleador y del Estado, en cuanto al control que ejerce sobre la declaración y "pago" de impuestos de los empleadores pro devolución. ¿Están pagadas las imposiciones laborales? ¡Si!, entonces procédase a la devolución. ¡No!, reténgase hasta que estén pagadas. ¿Y de las AFPs? Las comisiones que cobran por administrar estos fondos, como si éstas fuesen sus únicas ganancias, porque de sus inversiones, más afuera que aquí, no es conveniente hablar con la verdad. ¿Pierden más de lo que ganan? ¿Reparten las ganancias entre sus afiliados?
Jorge Saavedra Moena