Edificio municipal
Siempre me he preguntado por qué algunos temas se eternizan y no se resuelve más a la brevedad y con efectividad.
Están los casos del nuevo edificio municipal y de la ex fin San Juan. Pasa el tiempo y ninguno de los dos está resuelto.
Luis Aravena
Manzanas
Y pensar que tres manzanas cambiaron el mundo: La de Eva, la de Newton y la de Steven Jobs. Anónimo. Y a Chile. La manzana de la Plaza Italia.
Luis Soler Milla
Normalización
El día 9 del presente mes, a las 17 horas, por motivos de trabajo viajé a Santiago y pasé por la Plaza Italia. Mi sorpresa fue gigantesca, era una zona de guerra, el sector estaba tomado por encapuchados, unos 50, aproximadamente. Dirigían el tránsito, cero presencia policial, todo el comercio del sector cerrado, es decir, un sector céntrico de la capital tomado y dirigido por fuerzas antisistema.
El Gobierno no hace ni dice nada, la prensa dejó de informar. Sería muy penoso que nos acostumbráramos a vivir fuera del Estado de derecho, porque entonces el Sr. Tomás Mosciatti tendría toda la razón cuando dijo "Chile se fue al carajo", y de eso los culpables no es sólo la izquierda, son todos los políticos.
Sergio Sánchez R.
PSU de Historia
Con consternación nos hemos enterado de la decisión adoptada por el CRUCh de suprimir la Prueba de Selección Universitaria de Historia. La preocupación se acrecienta, cuando al mismo tiempo se informa que las personas que no pudieron rendir pruebas de Ciencia, Lenguaje y Matemáticas contarán con una oportunidad para repetirla a fin de mes. Los motivos aducidos por el CRUCH para suprimir la prueba de historia, dicen relación con la existencia de dificultades logísticas.
Con esta medida se está vulnerando la fe pública, en cuanto se espera que los estudiantes que ingresen a las carreras que consideran dicha prueba posean determinados conocimientos mínimos, situación que ahora será imposible de constatar.
Vemos con amargura como el CRUCH se suma a la desvalorización del conocimiento histórico, reduciéndolo a un rol secundario y prescindible, además de negar el carácter central que éste debería tener en la formación del estudiantado. Dicha tendencia ya se había hecho notar en la decisión del Consejo Nacional de Educación, avalada por el Ministerio de Educación, que había eliminado la obligatoriedad de la asignatura en los dos últimos años de educación secundaria científico-humanista. Ambas decisiones evidencian un problema mayor, como es la elitización del acceso al conocimiento histórico en el sistema escolar. Sólo aquellos establecimientos que tengan la voluntad explícita y los recursos para preocuparse por la enseñanza de la historia formarán ciudadanos con conocimiento cabal de su pasado, capaces de aproximase críticamente a la memoria histórica. Mientras tanto, el conjunto de los administradores del sistema educativo dan la señal de que la historia es un conocimiento innecesario.
En "tiempos recios" como los actuales, cuando más necesitamos ciudadanos con insumos para enfrentar el debate político con civilidad y racionalidad, medidas como ésta son incomprensibles.
Joaquín Fernández Abara Director (s) Escuela de Historia Universidad Finis Terrae
Constitución
"No hay peor sordo que el que no quiere oír", dicta el refrán a propósito de la elite que ya se aterroriza ante el nuevo futuro que el país está exigiendo por vías democráticas. Un abogado de apellido Edwards y la historiadora Santa Cruz argumentan con dramatismo que una nueva Constitución de la República traerá sólo pobreza a la sociedad chilena. Ocho senadores saltan a la palestra, con pucheros, anunciando que no apoyarán un cambio constitucional dada la violencia de grupos juveniles que causan problemas de orden público en algunos lugares, como si el país estuviera en llamas.
Suena ofensivo. Las movilizaciones masivas de octubre y noviembre, pidieron un cambio profundo. Lo ratificaron los cabildos municipales con más de un 70% de apoyo. Y la repulsa permanente de los jóvenes al sistema es normal en cualquier país. Ocurre cuando no tienen condiciones mínimas de desarrollo personal ni menos esperanzas en educación, trabajo salud, vivienda, previsión.
Es obvio que quienes, de suyo, han gozado a manos llenas de los privilegios del sistema no conocen como viven en La Pintana, no viajan en transporte público, no van al hospital y no ven ni escuchan que tenemos un país con más del 50% de empleo precario, educación carísima, salud pública en crisis, endeudamiento generalizado y millones de jubilados enfermos y casi en la indigencia.
Es una provocación querer mantener y defender el estado situación actual.
Gaspar Millas del Río