Ley de cáncer
Como Fundación Nuestros Hijos celebramos el avance que ha tenido la Ley Nacional del Cáncer. No sólo es un paso sustantivo en la protección y acompañamiento de las miles de personas con cáncer en Chile, sino que es una evidencia de que la colaboración entre los distintos actores sociales, políticos y públicos puede alcanzar beneficios directos para los pacientes que viven esta enfermedad. Sin embargo, sabemos que no es suficiente.
En estos casi 30 años de experiencia en el tratamiento integral del cáncer infantil, nuestra fundación ha sido testigo de innumerables avances para mejorar la tasa de sobrevida de los niños enfermos de cáncer en Chile. Pero necesitamos avanzar en extender la atención y tratamiento para los adolescentes entre 15 y 18 años, y que hoy son tratados bajo los mismos protocolos que reciben los adultos.
La misma forma, la nueva ley debería asegurar que todos los niños y adolescentes tengan acceso a los programas de cuidados paliativos, en todas las etapas de la enfermedad.
Es una cuestión de justicia asegurarles su derecho a vivir el cáncer en igualdad de oportunidades, con dignidad y con la mejor calidad de vida posible.
Marcela Zubieta
Estallido social
La solución al inicialmente llamado "Estallido social" y ahora "Estallido delictual" es asunto de todos: solo tres aspectos fundamentales y con ello, solucionaremos nuestros problemas.
En Chile no deberá haber un colegio, escuela, o liceo mejor que otro. Todos deben ser buenos. Para ello, lo más importante, todos los recursos para el capital humano de excelencia del país, los mejores sueldos, el mayor respeto, la mejor carrera funcionaria; deben ser los profesores.
Lo segundo: Dignificando todos los trabajos. Todos son necesarios.
Entendámoslo. No por ser universitario el sueldo debe ser alto, no, el sueldo debe ser justo.
Lo tercero: seamos agradecidos con los que han trabajado una vida entera por la grandeza de nuestra sociedad. El Jubilado debiera vivir tranquilo, disfrutando en el ocaso de su vida. Las pensiones debieran ser adecuadas para ello, para satisfacer la gratitud de la sociedad por su esfuerzo y legado. Cuanto más agradecidos seamos, mejor serán las pensiones.
Rodrigo Ramírez Navarro
CIDH
La Comisión Interamericana de DD.HH. (CIDH), organismo con sede en Washington, hizo su visita y dijo que Chile vive una grave crisis en DD.HH. Con el debido respeto, me gustaría saber la opinión de ese organismo sobre cuánto duraría un ataque con piedras, e incluso balas, a una "comisaría" en Washington, lugar donde ellos trabajan y viven en paz, y qué porcentaje de los "manifestantes" resultaría fallecido. Y qué pasaría si no fuera una sino 20 comisarías en una noche. Y si no fuera una noche sino muchas noches. ¿No sería más coherente que esa CIDH felicite a nuestros carabineros por su infinita paciencia y su estoica actitud ?
José Luis Hernández Vidal
Pensiones
Según el estudio Pulso Ciudadano, el 68,9% de los encuestados están en desacuerdo con que las Fuerzas Armadas tengan un sistema previsional distinto al del resto de los trabajadores y cerca del 80% creen que debe existir un sistema igual para todos.
Según el presupuesto 2020, para DIPRECA y CAPREDENA el Estado destinará US$2.933 millones de para cerca para 175 mil pensionados, mientras que el Pilar Solidario contará con US$ 2.229 millones para 1.624.000 beneficiados. Es decir, en promedio US$16.760 al año por pensionado de las Fuerzas Armadas y US$1.372 por beneficiado del pilar solidario. Una diferencia abismal.
Las realidades de quienes están en las FFAA son distintas a las del resto y, por tanto, se deben reconocer sus peculiaridades, pero ¿son tan distintas como para tener la diferencia antes mencionada?
Si queremos darle mayor legitimidad al sistema previsional, no solo lo haremos dando mejores pensiones, sino que también haciéndolo más justo.
Marcelo González C.
Joviales iracundos
La encuesta Cadem dejó resultados preocupantes. Un 28% señaló estar de acuerdo con la violencia política como expresión legitima y justificable. Acto seguido, un 39% de los que la respaldan, son jóvenes de entre 18 y 34 años.
El futuro de Chile valida la violencia como método sin tapujos. Desgraciadamente, no hay novedad. Estos pequeños justicieros salieron a la palestra tiempo atrás, asumiéndose a sí mismos como los héroes que combatirían todas las injusticias. Para estos joviales iracundos, todo lo que no siga sus prejuicios es injusto e inmoral. Hoy solo se cosecha lo sembrado. Acá vale recordar a Albert Einstein: "¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio".
Nicolás Martins