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15 años | 3 de marzo de 2005

Nueva expulsión y derrota de Cobreloa

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Una maciza exhibición brindó anoche O'Higgins para derrotar contundentemente a la visita Cobreloa por 3 goles a 0 en el partido 3 de la cartilla Polla Gol. El cuadro celeste volvió así a reiterar su buena conducción que había realizado a mitad de semana cuando enfrentó a Palestino por Copa Libertadores.


Reanudan búsqueda


de hidrocarburos

Se reanudaron de las perforaciones petrolíferas en el sector de Salar de Atacama, que se encontraban detenidas desde hace 40 días aproximadamente como consecuencia de un derrumbe que cubrió alrededor de 1.500 metros barrenados.


Hallazgo de cadáver en


vertedero crea otro puzzle

El hallazgo de un cadáver correspondiente a un calameño de 43 años de edad creó otro puzzle a los servicios policiales de la Provincia El Loa, dado que hasta ayer eran desconocidas las causas precisas del deceso. En efecto, al interior de una improvisada vivienda hecha con desechos de una variada naturaleza ubicada al interior del antiguo.

Lo que fuimos y lo que somos

Grupos menores se han aprovechado de las demandas sociales para atacar creencias y monumentos, acciones repletas de ignorancia y faltas de respeto a la historia. El desconocimiento e ignorancia de quienes cometen tales actos es lamentable y sin sentido alguno. Es completamente anárquica, como mucho de lo que hemos observado en estas semanas. s
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Distintos e inaceptables ataques se han registrado en los últimos días en diferentes ciudades del país en contra de hitos, inmuebles y hasta esculturas de personeros históricos.

El museo de Violeta Parra incendiado en Santiago, una librería, recintos religiosos, incluso tumbas han resultado dañadas en acciones terribles, que solo confirman el desprecio de unos pocos por las creencias y convicciones de otros.

Es otro más de los tantos signos de intolerancia que habita en nuestra irreconocible sociedad nacional, caracterizada hoy por vociferantes que por medio de la violencia y la amenaza pretenden imponer sus términos de cualquier manera.

En Valparaíso ocurrió hace algunos días un ataque en contra del Monumento a los Héroes de Iquique, ayer en Antofagasta, hubo otro a la escultura de Maximiliano Poblete, exalcalde de esa comuna y la autoridad más relevante que ha tenido esa ciudad y semanas antes se registró otro en contra del busto de Ignacio Carrera Pinto, quien dio su vida en la Batalla de la Concepción.

Se trata de acciones difícilmente comprensibles. Maximiliano Poblete fue un ejemplo de servicio público, Carrera Pinto y Arturo Prat, verdaderos símbolos patrios; hombres generosos con los demás, con una historia impecable. El desconocimiento e ignorancia de quienes cometen tales actos es lamentable y sin sentido alguno. Es completamente anárquica, como mucho de lo que hemos observado en estas semanas.

Son esos personeros agraviados, los que han engrandecido a nuestras ciudades y al país, desde la cultura y el desarrollo, modelando nuestra identidad, forjando la historia.

Lamentablemente, una minoría limitada, consciente o inconscientemente busca causar daño, mostrando nulo respeto con tales legados. Siguen haciendo gala de su desconocimiento, insultando la historia y lo que somos como grupo humano. Porque somos la suma de historias, de aciertos y errores, por cierto, pero que nos han permitido llegar hasta aquí.

Buena parte de nuestro presente es gracias a aquellas personalidades atacadas por hordas de ignorantes y corruptos ideológicos.

Volviendo a clases

"...aprendimos que la educación y tener una profesión era el mejor bien para triunfar en la vida"
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En estos días llenos del sol de marzo estamos viendo a los escolares regresar a los establecimientos educacionales, donde las puertas se volvieron a abrir ampliamente y los amigos de curso volvieron a encontrase para aprender juntos en clases para la vida. Algunas madres acompañan a sus hijos hasta la puerta del colegio; pero no se ven como antes a pequeños llorando, sin querer soltar la mano de su madre, pues están familiarizados en parvularios.

La campana que estuvo en silencio por varios meses ha vuelto a sonar; el profesor entrará a clase y los alumnos irán a aprender la lección. Hoy al escucharla muchos recordamos con nostalgia nuestros primeros días y vueltas a clases donde aprendimos a leer, sumar, cantar, socializar y valores que nos servirían para toda la vida. Entonces las niñas éramos felices con nuestro delantal blanco, peinábamos trenzas con cintas blancas y el bolsón olor a cuero que colgábamos. Usábamos libros y cuadernos regalados por el Estado; nuestros padres y apoderados nos compraban, tinta y lapiceras, goma, lápices de colores para pintar nuestros sueños. Los colegios no pedían lista de útiles, ni uniformes. Los profesores realmente tenían mucha vocación y nos tomaban mucho cariño, cada curso era como una familia que crecíamos juntos a la vida. Para los que vivíamos aquí, lejos de las modernas y grandes ciudades que nacimos sin fortunas ni rangos; aprendimos que la educación y tener una profesión era el mejor bien para triunfar en la vida; oportunidades que nuestros padres y abuelos no tuvieron y deben trabajar duro.

Frecuentemente en la entrada de los colegios, siempre estaban las caseras bolivianas con sus grandes canastos vendiendo: dulces, frutas, membrillo, melcocha, chancaca y trozos de cañas de azúcar. Avellanas y cocos. Hoy se venden bebidas, Súper 8 en los puestos de venta en los patios, y las venezolanas ofrecen arepas calientitas afuera.

Recientemente vi un desfile de alumnos que venían marchando e ingresaron a la fuerza a un liceo, invitando a los escolares a abandonar el colegio y movilizarse con ellos; afortunadamente nadie los siguió, no supe la razón de no querer participar.

Nancy Monterrey,

Escritora chuquicamatina