Redacción

Un grupo de 55 personas, fue descubierto, participando e ingiriendo bebidas alcohólicas, en una vivienda que fue adaptada como sala de cerveza clandestina, la que incluso funcionaba como prostíbulo.

Carabineros, al inicio de este fin de semana largo, llegaron hasta una vivienda de calle Arauco, antes del inicio del toque de queda, donde existía información, que habilitaron una sala de cerveza que también funcionaría como prostíbulo clandestino.

"Personal de la Primera Comisaría mediante información entregada por los vecinos concurrió a un domicilio donde se realizaba una actividad que no estaba autorizada, logrando establecer que se trataba de un clandestino de venta de alcoholes. Se procedió a la fiscalización de 55 personas las cuales fueron detenidas y trasladas, donde el fiscal determinó su detención y se informó al Ministerio de Salud y al decomiso 1800 botellas de alcohol", explicó el mayor de Carabineros, Robinson Villarroel.

La intervención no se realizó en horario de toque de queda. Sin embargo, se contravino la disposición que impide la reunión de más de 50 personas, lo que, en medio de la emergencia sanitaria, los expone a duras sanciones.

En el lugar se incautaron cuatro congeladoras, dos televisores, un circuito cerrado de grabación, equipos musicales y 1800 unidades cervezas.

Por orden del fiscal de turno, se dispuso que las 55 personas que se encontraban en el lugar fueran detenidas y trasladas hasta la unidad policial, donde se adoptó el procedimiento, para posteriormente ser dejados en libertad a la espera de la citación del Tribunal. Carabineros viene realizando cada fin de semana, para impedir el consumo excesivo de alcohol, que tiene estrecha relación con la comisión de varios delitos que se registran en la ciudad.

Estas fiscalizaciones han permitido detectar el funcionamiento de algunos locales que se encuentran funcionando en total clandestinidad y contraviniendo las normativas sanitarias que están estipuladas para evitar contagios masivos de coronavirus en la ciudad.

Esto se suma a las denuncias de vecinos de distintos sectores de la ciudad, quienes ven con preocupación que pese a todas las medidas preventivas que se están adoptando para aplanar la curva de expansión de contagios del COVID-19, sin embargo, aún hay inescrupulosos que siguen funcionando incluso sin tener los permisos vigentes exigidos.

1.800 botellas incautadas por Carabineros, las que iban a ser comercializadas en este clandestino,

Detectives de la PDI de Calama, se encontraban en su domicilio particular, cuando lograron interrumpir un robo al interior de un jardín infantil. Además detuvieron al individuo que vulneró el recinto.

En pleno toque de queda y mientras los policías estaban en su hogar, escucharon que sonaba la alarma proveniente del jardín infantil que esta frente de su casa. Al verificar la situación, observaron a un individuo al interior del mencionado establecimiento, quien portaba un televisor.

Ante esto, los oficiales procedieron a identificarse como detectives de la PDI, logrando la captura del individuo.

De lo anterior, dieron cuenta al Fiscal de Turno, instruyendo que el detenido, individualizado con las iniciales W.A.S.C. pase a control de detención por el delito de Robo en lugar no habitado en carácter de flagrante.