Jonathan Villella Coyán
Los recientes brotes y contagios por coronavirus en mercados como La Vega Central (el más importante hasta ahora) y la Feria Prat, instalaron el debate entre especialistas del área de la salud, respecto al rol que tienen los fómites (objetos carentes de vida o sustancia que, si se contaminan con algún patógeno, bacteria o virus, son capaces de transferir dicho patógeno de un individuo a otro), en la incidencia de contagios, ya sea espacios públicos o dentro de la propia casa.
El hecho de cargar uno de estos vectores pasivos -de patógenos- (fómites), la mayoría de las veces sin darnos cuenta, tiene asociado un riesgo de contagio cuya gravedad dependerá del tiempo de exposición hacia estos patógenos, el tipo de patógeno y los resguardos que se tengan. No obstante, hay también otras condicionantes, como la masividad de estos fómites, lo que representa el mayor riesgo en la pandemia actual.
Así lo expuso el académico e infectólogo de la Universidad de Antofagasta, Francisco Salvador, quien comentó que el dinero y el intercambio que se da de éste en el comercio actual, es un riesgo latente de contagio a considerar.
"¿Cómo lo explicas? Tengo pacientes que jamás se quitaron las mascarillas al salir de sus casas, usaban guantes y siguieron una estricta rutina de prevención y aun así están contagiados. Pacientes que solo salieron para algo específico, como comprar algo en el comercio, usando dinero. Un solo día, una sola vez y se contagiaron (…) ya lo he dicho antes, lo he dicho en la radio también, creo que es importantísimo este tema. Uno de los fómites que no estamos considerando y que puede ser clave (en esta pandemia), es el dinero", puntualizó.
Una de las razones que defiende el profesional, para creer que el dinero puede ser considerado un eventual riesgo potencial en el aumento de los casos de COVID-19 en la región, es que este recurso (dinero), al ser de uso masivo, tiene mayor probabilidad de comportarse como un vector pasivo en el contagio de esta enfermedad. Situación que, si bien no descartan otros entendidos, también tiene circunstancias y atenuantes que hay que considerar.
Cercanía
El médico microbiólogo y parasitólogo del Hospital Regional de Antofagasta, Freddy Roach, explicó que el dinero, cómo vector pasivo, está en segundo lugar respecto de la incidencia en los contagios, ya que primero, es la cercanía con las personas enfermas, el método de contagio más seguro.
"En este caso sería cualquier objeto, no solo el dinero, cualquier superficie que tenga el virus es un vector pasivo de transmisión. Cualquier persona puede tocar esa superficie e infectarse. Lo que pasa con el dinero, que es de uso masivo, no solo es portador de este virus, sino también de muchos otros microorganismos. Sí, podría ser una causa de infección entre las personas, pero no solo de COVID-19. Yo no le atribuiría estos focos de contagios en estos mercados, sólo al intercambio de dinero. Se conoce que es mucho más probable contagiarse por la cercanía de persona a persona, en un ambiente estrecho", sostuvo.
Acotó que "es la gotita de la saliva la primera fuente de infección y en el segundo lugar, aparece el contacto secundario, que quiere decir cuando la gotita tocó una superficie o material como el dinero, que después tocó alguien más".
El profesional agregó que sin importar si se está en contacto con una superficie o un fómite que tenga el virus, lo más importante será el lavado de manos, puesto que el virus no ingresa por la piel, sino por una mucosa. "Las manos son un portador si tocaste algo que tiene el virus, pero si te tocas una mucosa, te puede ingresar el virus, es la única forma. Por eso tampoco recomiendo el uso de guantes, ya que al igual que las manos, pueden llevar el virus a las mucosas, si te tocas la cara, los ojos o la boca, y contagiarte igual".
Roach precisó que la mascarillas es igualmente importante con tal de evitar la diseminación del virus, desde los pacientes infectados, que pueden o no presentar síntomas.
Adaptación e higiene
La bioquímica y doctora en genética molecular y microbióloga de la Universidad Católica, Carolina Serrano, explicó que una de las ventajas que tiene el SARS-CoV-2 (COVID-19), es que es tremendamente adaptativo a las superficies, razón por la que puede permanecer durante horas o días, sobre un material, volviendo casi todas las superficies una especie de fómites, incluidas las verduras.
"Las almohadas, las sábanas. En todos esos lugares puede quedar un montón de esporas, no solo de coronavirus, un montón de otros agentes infecciosos, que normalmente no estamos desinfectando a cada rato. No es así como con las verduras, la gente cuando sale a la feria, o al mercado y toma una verdura con coronavirus, en el caso de que estuviera este patógeno, lava la verdura. No la consume sin lavar. Saben que son superficies que pueden estar en contacto con otras manos", explicó.
Agregó que por eso todo lo que pueda ser ocupado como transporte del virus, debe ser manejado de manera adecuada. "Por eso cuando tomas dinero, lo esencial es el lavado de manos".
La infectóloga de adultos y directora subrogante de la Unidad de Infectología del Hospital Regional de Antofagasta, Margarita Enberg, manifestó que si bien existen diversos estudios que son capaces de situar a las esporas del virus del COVID-19, durante días incluso en algunos materiales, no hay hasta el momento algún estudio que indique que pasado tres o cuatro días (en el caso del plástico, acero inoxidable o billetes), estos patógenos puedan seguir siendo infectantes.
"Si una persona con el virus estornuda sobre un fómite y a las dos horas, otra persona toca ese fómite y después se toca la cara, ahí puede haber transmisión y contagio. El virus está vivo más o menos dos horas, de forma más activa", declaró especialista.
"Tengo pacientes que jamás se quitaron las mascarillas al salir de sus casas, usaban guantes y siguieron una estricta rutina de prevención y aun así están contagiados".
Francisco Salvador, Infectólogo UA