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Los desafíos de la ciencia moderna

En un esfuerzo inédito, 70 laboratorios de veinte países trabajan sin descanso en un objetivo común. Hallar una vacuna segura contra el coronavirus. Algunos laboratorios ya iniciaron las pruebas de posibles vacunas en seres humanos y miles de voluntarios se están inscribiendo para ser conejillos indias. Inteligencia y solidaridad harán la diferencia.
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La pandemia de coronavirus sigue su dramático avance en todas las naciones del mundo, alterando la rutina de las personas, socavando economías, destruyendo empleos y, por cierto lo peor de todo, cobrando decenas de miles de vidas.

Y mientras los gobiernos se esfuerzan en reducir el ritmo de los contagios para evitar que los hospitales colapsen con la llegada simultánea de muchos pacientes ("aplanar la curva"), en los laboratorios del mundo los científicos buscan una vacuna efectiva para enfrentar la que ya es la peor crisis sanitaria global desde el azote de la Gripe Española en 1918.

En efecto, de momento todas las medidas para enfrentar el coronavirus lo único que buscan es distribuir la carga contagios en el mayor tiempo posible, en el entendido que es inevitable que la mayoría de la población mundial en algún momento se infecte.

La canciller alemana Ángela Merkel estimó a mediados de marzo que entre el 60 y 70% de la población de ese país adquirirá el virus, y hay consenso en que la proyección se aplica al resto de la humanidad.

Por eso la búsqueda de una vacuna asoma como una tarea de la mayor relevancia, y con esa idea se avanza. Actualmente en 70 laboratorios de una veintena de países, dos mil científicos trabajan en el desarrollo de un fármaco seguro para inmunizar a la población contra este nuevo mal.

Se trata de una carrera contra el tiempo y sin precedentes. Nunca antes en la historia tantos profesionales e investigadores estuvieron al servicio de un objetivo tan preciso y urgente. Mientras las naciones contienen, los científicos buscan la llave para abrir de cerradura que tiene a millones de personas confinadas y temerosas.

En semanas recientes se han conocido los primeros avances. Laboratorios chinos y estadounidenses iniciaron las pruebas de posibles vacunas en seres humanos, y otros centros de investigación se sumarán pronto. Miles de voluntarios se están inscribiendo para ser conejillos indias y recibir las dosis experimentales, algo tan insólito como destacable.

Los progresos son notables, en meses se ha conseguido lo que tardaría años o décadas, pero falta camino por recorrer. El coronavirus no tendrá vacuna este año, sin embargo, la tarea se completará. La humanidad saldrá de este trance, gracias al esfuerzo de muchos.

Quédate en casa

"Reducir nuestro contacto con los otros como forma de protegernos entre todos. Es la mejor medida de prevención".
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El ajetreo del transcurso de los días, la rutina y el ritmo que solemos mantener en la vida diaria nos deja poco margen para pararnos a darle valor a lo que realmente lo tiene. Nos resulta relativamente fácil perder el foco de lo que debería tenerlo y entretenernos, preocuparnos y darle atención a los pequeños detalles. Quizás la parte positiva de esta pandemia mundial es que tenemos la oportunidad de hacerlo. De mirar un poco hacia dentro y evaluar lo que deseamos y lo que estamos haciendo (o no) para conseguirlo, a quienes queremos, lo que es realmente necesario y lo que nos importa.

Es razonable que llevados por el desconocimiento y el miedo ante una situación tan rara como nueva, la angustia y el nerviosismo nos lleve a concretar pensamientos negativos que son válidos, pero principalmente esa función no es más que la de dificultar nuestra única tarea como sociedad: estar y permanecer en casa e intentar, en la medida de lo posible, cuidar la distancia social para la colaboración en hacer frente, y evitar la propagación de este COVID-19 que nos aqueja a nivel mundial.

No olvidemos que esto se trata de tomar medidas en conjunto, entre las autoridades y la ciudadanía, excepto algunos casos que sí o sí deben estar expuestos como por ejemplo, los recolectores de basura, profesionales de la salud, la cadena de abastecimiento y una serie de puestos que nos ayudan a seguir con ciertas normalidad en estos tiempos difíciles. Hagamos un acto de practicar la empatía y dejemos el egoísmo a un lado, dejemos de pensar que el aburrimiento o los deseos de querer salir a dar un paseo o viajar están por encima de la vida de otras personas a las que sin quererlo puedo contagiar o ser contagiados.

Ya hemos superado los 500 casos en nuestra región, y seguirá aumentando si no hay una responsabilidad autónoma adquirida de autocuidado. Por eso nuestra mejor herramienta para controlar de cierta forma el contagio es el aislamiento. Reducir nuestro contacto con los otros como forma de protegernos entre todos. Si cambiamos el punto de vista y dejamos de verlo como un encierro involuntario, un esfuerzo que nos atrae complicaciones en la vida a la que estamos acostumbrados y empezamos a verlo como el verdadero acto necesario y eficiente para acabar cuanto antes con esta situación, quizás nuestra motivación intrínseca para actuar como ciudadanos responsables se vea fortalecida.

Cuidémonos entre todos. Nuestra única labor y compromiso con nosotros mismos y con la gente que nos rodea es hacer lo posible por "facilitar" el trabajo del personal sanitario, por permitirles el tiempo y los medios para atender a quienes les necesitan y preocuparnos en no participar en la extensión y difusión de informaciones falsas. Seamos cautos, actuemos de forma responsable y respondamos ante las adversidades como la sociedad inteligente que se supone que somos.

María Bernarda Jopia,

Gobernadora de la provincia El Loa

Respuestas corporativas frente al COVID-19

"Altos grados de desarraigo y distanciamiento corporativo pueden explicar esta paradoja entre Antofagasta y Calama". Cristian Rodríguez Salas, Director Instituto de Políticas Públicas UCN
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El impacto del COVID-19 a escala regional es preocupante en términos sanitarios, pues la región mantiene un aumento de los contagios y hay comunas que muestran un crecimiento considerable de los números. También, la expansión de la epidemia está afectando las diversas actividades económicas. En el caso de la minería, en estos días un informe de Cochilco señala que por efectos de la pandemia la demanda mundial de cobre retrocederá en 1,7 % y el precio se mantendría en torno a los 2, 4 dólares la libra.

El panorama sobre los efectos económicos del COVID-19 en Chile aún son inciertos, no obstante, algunos pronósticos sitúan el efecto económico para este año en un decrecimiento de 3 %, una cifra alarmante, dado que se traducirá en cierres de empresas, destrucción de empleos e impactará en un aumento considerable de la pobreza en el país, así como a escala regional y comunal.

Sin embargo, las respuestas están siendo divergentes frente a los efectos económicos y sociales, tanto por parte del gobierno como de las principales empresas y corporaciones a través de la región y sus comunas. Por una parte, el gobierno ha anunciado una batería de respuestas contra cíclicas para enfrentar los efecto económicos y sociales negativos, como son los programas de asistencia a las personas más vulnerables, protección al empleo y líneas de financiamiento excepcionales a las empresas para mantener su giro en este periodo.

Por otra parte, en la escala regional las respuestas de las grandes corporaciones mineras han sido diametralmente diferentes, y por tanto los efectos en sus áreas de influencia serán diversos. En unos casos, las políticas corporativas se complementarán con las respuestas estatales colaborando en la disminución de los efectos socio económicos que tendrá el ciclo pandémico sobre las personas, las familias, las empresas. Sin embargo, en otros casos las corporaciones adoptan acciones que van en un sentido contrario de las señales dadas por el gobierno, anunciando desvinculaciones o la suspensión parcial o total de los servicios de las empresas.

Frente a este escenario de políticas corporativas contrapuestas en el plano territorial, se podrán observar en los próximos meses efectos contra cíclicos de alivio que se complementan con las acciones del gobierno en la ciudad de Antofagasta; mientras, que por otra parte se observan decisiones que vendrán a profundizar la situación negativa que afectará a la ciudad de Calama.

¿Qué causas o factores determinan comportamientos corporativos tan opuestos? Probablemente, las variables de toma de decisiones entre las compañías pueden ser diversas; sin embargo, un aspecto fundamental en la toma de decisiones dice relación con los grados de arraigo o desarraigo corporativo con los territorios y comunidades de acogida. Un alto arraigo y cercanía con las problemáticas locales, inspira comportamientos como se observan en la ciudad de Antofagasta; en cambio, altos grados de desarraigo y distanciamiento corporativo pueden explicar esta paradoja entre Antofagasta y Calama. Un fenómeno que debiera ser abordado, dado que no solo daña los esfuerzos por construir una nueva narrativa de comportamiento responsable, sino la relación entre empresas y comunidades.