"Hay que darle oportunidades a nuestra gente"
MUNDIALISTA. Camilo Pino cuenta cómo sueña la región y por qué decidió quedarse a vivir en el norte.
Pese a que él, su mujer, su familia y sus hijas -tiene tres y cuatro nietos- viven más en Santiago que en la zona, el mundialista con Chile sub 20 en 1987 en nuestro país reconoce como un calameño más.
¿Siempre trabajaste en la zona después de dejar el fútbol?
- Sí, porque una vez que vez que me retiré en Antofagasta en el 2002 puse una joyería. Me robaron ahí y por suerte había invertido en unos furgones así que me dediqué a hacer una empresa de traslados hasta que empecé en el mundo de la minería. Primero en El Abra por tres años y ahora en Radomiro Tomic donde llevo cerca de seis años ya.
¿Y nunca te dio por volver al fútbol, hacer el curso de técnico?
- Jamás y quizás que haya sido por ese desapego que uno le fue teniendo a la carrera, más que nada por cómo se dio todo, que nunca pude jugar e irme fuera como soñaba porque en Cobreloa no me dejaban jugar mucho, me traían a jugadores de tremendo nivel que me tapaban y cuando podía tener regularidad era en otros puestos que no eran el mío natural.
No me dejaron partir a préstamo y se me fue pasando el tiempo. Perdí mi futuro después del mundial, yo creo.
Pero nunca saliste del norte pese a ser santiaguino. Si hasta te retiraste en la misma región...
- Y ni siquiera sé bien si mi pase quedó en Antofagasta o no. La verdad, para mí no significaba mucho estar allá o acá. Me sentía bien con jugar en el norte, con vivir acá. Creo que desde ese momento ya tenía claro que me iba a quedar para siempre en esta zona.
Qué tiene la región que te llevó a tomar esa decisión pudiendo tomar muchos otros caminos...
- Creo que es lo bien que te tratan acá, por más que sea caro en relación a otras regiones. Siempre lo vi así, como una zona que te entrega oportunidades de surgir si eres trabajador. Hace poco anduce recorriendo el sur y lo encontré hermoso pero decidí que no podría vivir allá. Acá, por el clima se vive mejor.
Te ha tocado ver el desarrollo de esta zona, que en los últimos años ha sido más evidente. Qué sientes que falta por hacer...
- Yo trabajo en la minería y veo que el 80% de la gente que se emplea ahí viene desde afuera. Creo que la minería, que es el gran motor de esta región, por más que estemos cambiando en cuanto a la actividad, debería darle más oportunidades a la gente de acá.
La gente que reside en la región debería tener mucha más capacitación y posibilidades de entrar a una industria en donde les van a pagar bien y mejoraran sus condiciones de vida. Tenemos que hacerlo por los que viven, trabajan, sueñan y aportan a la región todos los días.
No será que hay falta de identidad...
- Es que la identidad existe pero las necesidades muchas veces juegan en contra. Soy un convencido de que Calama necesita una universidad pública en donde nuestros jóvenes puedan estudiar carreras de todas las áreas que puedan aplicar y desarrollar acá y no que se deban ir a estudiar afuera. Finalmente, después llega gente de afuera que no tiene ese apego por la región que tendrían los estudiantes que nacieron y se criaron acá.
¿Cómo sueñas a la región?
- Como siempre lo he dicho, como un desierto teñido de verde, con zonas en donde la gente pueda desarrollar pequeños oasis que nos permitan vivir y proyectarnos, crear las condiciones.
¿Y deportivamente?
- Yo soy hincha de Cobreloa y me gustaría verlo ascendiendo y habría sido ideal con el "Pelado" Figueroa como técnico porque siento que tiene que saldar una deuda. Y que los clubes sigan trabajando para crear identidad. Para que no veamos que ahora hay más hinchas de los equipos de Santiago. Pero esa es tarea de los clubes, de los dirigentes. No de la gente.
Asus 52 años, el ex futbolista de Cobreloa y Deportes Antofagasta Camilo Pino se define tan acostumbrado a vivir en la región que "cuando me voy de vacaciones echo de menos rapidito", según confiesa.