"Mi única deuda con el club fue no haber sido campeón"
ACTUALIDAD. El inolvidable volante que brilló en Calama en la segunda mitad de los 90' vive en Santa Cruz.
Corrían 66 minutos de partido y Jaime Riveros se paró frente a la pelota, con una barrera colocolina de cuatro hombres y puso un zurdazo perfecto y sutil para dejar sin opción al golero Marcelo "Rambo" Ramírez.
Ese recuerdo imborrable del clásico entre "Zorros" y el Cacique es del 21 de agosto de 1999, una fecha que cada cierto tiempo se le aparece a Jaime Riveros, ese flamante "10" de Cobreloa y otros equipos que hizo una carrera respetable en el fútbol chileno, transformándose en el octavo máximo anotador de la historia con 204 tantos en 11 años de carrera.
"Es que ese partido con Colo Colo siempre era una final, siempre había que ganarla y fue todo en contra. Nos echaron a tres jugadores en el primer tiempo -Luis Fuentes, Rodrigo Meléndez y Paolo Vivar- y la gente no dejaba de apoyarnos. De repente, en el segundo tiempo me llega un rechazo largo y recuerdo que la arrastro sin tener con quien jugar y me acerco al área para fabricar el foul porque ya iba sin aliento. Me fabriqué ese foul y después me quedó la opción del tiro libre. Lamentablemente, Colo Colo nos empató en el minuto 90' y para nosotros, pese a tener tres menos eso fue como una derrota", relata "La Liebre", el icónico jugador que además tiene el récord imbatible en torneos nacionales de anotar 21 en 15 fechas consecutivas y además es el quinto máximo anotador en la historia de los naranjas con 87 goles.
Hoy, el recordado volante ofensivo que levantara títulos con Santiago Wanderers en 2001, Deportivo Cali en 2005 y Everton en 2008 recuerda su paso por Calama y desmiente cualquier mala relación o mal recuerdo que se haya llevado del norte.
"No sé por qué esta esa idea, de seguro porque después fui a Wanderers, justo el año en que decidí terminar mi estada en el norte para estar más cerca de mi familia. Esa vez me trataron mal pero cualquiera que juega en Cobreloa y después va con otra camiseta recibe el mismo trato y eso es normal. Yo sólo tengo grandes recuerdos de esa época en Calama. Mi única deuda con el club fu no haber salido campeón" pero compartí con gente extraordinaria en el fútbol, como Fernando Cornejo, a quien enfrentaba desde chico porque somos oriundos de la misma localidad. Lamenté mucho su muerte porque él era una gran persona", recuerda.
Y hoy, a sus 49 años y radicado en Santa Cruz donde trabaja en fútbol formativo, el ex jugador repasa su presente. "Decían que tenía una enfermedad grave pero sólo sufro de psoriasis, que es un mal crónico a la piel que controlo muy bien. Vivo feliz en mi tierra", reconoce.
Incluso, tiene tiempo para opinar sobre el actual momento de Cobreloa. "Todos lamentamos que descendiera y espero de verdad que logren volver a primera. Por la historia que tiene, por lo que representa, Cobreloa tiene que estar en primera división".