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Estrategias: Los caminos judiciales que destrabarían la situación del DT

COBRELOA. Por ahora, el único documento probatorio que existe es una carta que envío Marco Antonio Figueroa a la inspección del trabajo especificando que fue despedido por la directiva.
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Hay un "silencio por encargo" desde ambas partes. Ni la directiva sale a aclarar las acusaciones de Marco Antonio Figueroa ni el entrenador habla con algún medio nacional para reforzar su teoría de despido y exigir explicaciones públicas, dejando la opción solo para entrevistas a través de medios que están fuera del país.

¿La razón? Las representaciones legales del club y del adiestrador les recomendaron no darle ventaja al rival con algún dicho que pueda ser usado como prueba en una futura judicialización del tema, la que más allá de rumores, aún no comienza formalmente.

¿La situación actual? No hay diálogo de las partes directamente pero el club ya buscó un acercamiento por medio de su abogada para conocer la situación de MAF, quien abandonó la reunión del pasado 14 de mayo junto a su ayudante de campo, el colombiano Andrés Rozo asegurando que fueron despedidos verbalmente en dicha ocasión por los siete directivos presentes en la reunión, una situación que desde el club desconocen y tienen un aval importante: el acogerse a la ley de protección al empleo promulgada por el gobierno este año -21227-, a la que acogieron a todos sus trabajadores y en donde la inspección del trabajo funcionó como garante en el período de negociación entre el empleador y los futbolistas, documentos que constan en sus dependencias ratificando el acuerdo.

El dilema

Si MAF tiene razón y efectivamente sufrió una notificación verbal de despido, debe probarlo y hasta ahora, su carta declaración que se encuentra en la inspección del trabajo solo permite que el organismo solicite información a la administración de Cobreloa.

Una fuente al interior de la inspección del trabajo asegura que "por ahora sólo está la carta y Cobreloa no ha entregado documentación por escrito de un despido", lo que confirma que la cesión del contrato de trabajo en términos formales no existe.

La ley laboral es clara y aunque Figueroa expuso claramente en una entrevista con Félix Fernández a través de Instagram que "me dijeron que estaba despedido por falta de confianza", este proceso no se ha formalizado ni mediante una carta al funcionario ni menos mediante un documento a la inspección laboral.

Es decir, Marco Antonio Figueroa sigue siendo trabajador de Cobreloa ante la ley, una situación que más allá de sus dichos público, el entrenador conoce y por lo mismo, se mantiene en Calama a la espera de cerrar su relación con el club o mantenerse en el cargo.

Habrá un día clave: el de retorno a los entrenamientos. Desde la tienda naranja confirman que el grupo de jugadores no se reintegrará oficialmente a ninguna actividad de manera virtual en el futuro y que la opción de volver a trabajar será solo presencial.

"Cuando estén las condiciones" dicen desde dentro de la institución, situación que claramente dependerá de cómo evolucione el presente de la pandemia del coronavirus en la región. Por ahora, la seremi Rossana Díaz descarta cualquier actividad física o deportiva masiva con autorización. Es decir, el plantel y el cuerpo técnico deberían mantenerse a la espera. Cuando retornen, primero será con pruebas masivas para descartar contagios.

Ese día entregará luces definitivas. MAF, Rozo y el preparador físico, Diego Jiménez -el único que no está en Calama de acuerdo a lo revelado por el mismo entrenador- deberán estar a disposición del club porque, de no presentarse, invocan inmediatamente una causal de despido.

Mediación

La principal prueba de que "Fantasma" no tiene ninguna acreditación de su despido formal es que la condición que solicita para recomponer relaciones es "que el presidente agarre el micrófono y se disculpe públicamente, de la misma manera en que nos trató mal a los jugadores y a mi", dijo en la conversación con el medio azteca, insistiendo en que la representación legal del club está en conocimiento de esa condición.

Esto es lo que se conoce como "una mediación" en términos extrajudiciales, ya que si no existe cercanía, las dos posturas llegarán a tribunales con argumentos igual de consistentes que defender.

Por un lado, el DT puede insistir en que fue desafectado verbalmente, con Rozo como testigo presencial y aduciendo a "presión laboral", un contenido que la ley laboral castiga para garantizar la tranquilidad del trabajador. Un fundamento jurídico aplicable.

Mientras, Cobreloa esperará la reacción del DT una vez que se retomen los entrenamientos, intentando la mediación por medio de su abogada lejos de un tribunal, por ahora.

Eso porque en caso de seguir adelante con una eventual desvinculación del adiestrador por la causal de "falta de confianza" -la misma por la que fue despedido en 2013 de la institución- deberán probarla. Y de acuerdo a la legislación laboral chilena, que Figueroa haya intercedido facilitando a su abogado para que los jugadores negociaran sueldos futuros no puede considerarse una deslealtad al empleador. Y en ese caso, deberían indemnizarlo por todo el resto de 2020 o por el monto que un juez defina tras un juicio.

Tiempo tienen ambas partes por ahora y están jugando sus piezas en el "tablero de ajedrez". El grupo de jugadores se mantiene al margen, el cuerpo directivo definió no salir al paso de las declaraciones del técnico y MAF sigue hablando con medios mexicanos. Una que sí o sí debe zanjarse en los primeros días de junio...

1 carta de Marco Figueroa denunciando despido verbal consta en la inspección del trabajo de Calama, enviada hace una semana.

Junio es el mes en que parte el acuerdo club-plantel y Cobreloa deja de acogerse a la ley 21227. Ahí debe definir su tema contractual con MAF.