"El escenario es difícil y no todos saldrán adelante"
Dice que el 87% de sus asociados dijo que no sobrevivirá más de tres meses sin vender y que mientras más tiempo transcurra, más difícil será reabrir. Espera además un mayo peor que abril y cuenta que el comercio online no está al alcance de todos.
No sólo consecuencias de salud ha tenido la pandemia del coronavirus que ha afectado a Chile por algo más de tres meses. El país pasa por un momento complejo en términos de contagiados, muertes y saturación de los sistemas sanitarios. Pero no menos complejo es el momento económico.
El mes de abril ha presentado una inédita contracción, manifestada en la caída mayor desde que se tiene registro del Imacec (Índice Mensual de Actividad Económica) y que se prevé aún peor para mayo, a causa de las medidas adoptadas por la autoridad, que han debido endurecerse, lo que se reflejará en una mayor caída del Producto Interno Bruto (PIB) de este año. Entre los sectores más afectados (y que venía dañado desde el estallido social e incluso antes, por otros motivos) está el comercio (y dentro de él, particularmente el turismo).
La Cámara Nacional de Comercio tiene un nombre un poco más largo: Cámara Nacional de Comercio, Turismo y Servicios y reúne a las cámaras regionales, binacionales, asociaciones especializadas y representantes de empresas dedicadas a esos rubros. Ya antes había alertado que muchas empresas del comercio, sobre todo pymes, no podrán sortear los efectos de esta pandemia. Viven, entonces, un momento particularmente complejo, y así lo corrobora Bernardita Silva, gerenta de estudios de la Cámara, con índices muy negativos. No es fácil estimar cuánto tiempo podrán soportar esto, señala, debido a la incertidumbre de las cuarentenas, y cuándo, por lo tanto, se podrá reabrir el comercio normal o más o menos normal. Mientras más tiempo transcurra, indica, más difícil será para las empresas, especialmente las más pequeñas, que han dicho, en las encuestas que ella maneja, que no aguantarán más de dos meses en esta situación.
-La Cámara es de: comercio, turismo y servicios. Esas tres áreas han sido de las más golpeadas por el estallido social y luego la pandemia. ¿Cómo anda el ánimo?
-Nosotros como sector, hemos sido los más afectados con esta crisis sanitaria, ya que tempranamente y por el bienestar de la salud de la población, debimos bajar nuestras cortinas, por lo que nos hemos visto imposibilitados de vender y proveer a los consumidores de gran parte de bienes y servicios, especialmente turísticos. El principal impacto es la fuerte baja que se está proyectando en los resultados del sector dada la imposibilidad de operar para muchos de ellos, junto con una demanda inexistente para otros. A esto se suma una alta probabilidad de cierre de muchos actores. Según una encuesta realizada a nuestros socios, un 87% dice no sobrevivir más de tres meses sin ventas, lo que pone en peligro también miles de puestos de trabajo. A esto se agrega el escenario que veníamos arrastrando tras la crisis social de octubre, donde el comercio experimentó una fuerte caída, las ventas minoristas se contrajeron un 16% el último trimestre, lo que hace que el sector no cuente con las espaldas para soportar este segundo golpe.
-Pero el comercio minorista venía con una baja incluso previa al estallido. ¿Hay algún indicador de la caída desde entonces hasta ahora?
-El comercio minorista ya venía mostrando débiles resultados desde mediados de 2018. Por un lado, hay factores transitorios que afectaron al sector como la debilidad en el mercado del trabajo, la incertidumbre internacional, la desconfianza local y una masa salarial más débil. Pero también entraron temas estructurales que afectaron a los actores locales del comercio como un menor gasto disponible, en parte debido a mayores niveles de deuda, cambios tecnológicos y la irrupción del e-commerce, que ha aumentado significativamente, con fuerte irrupción de sitios internacionales y plataformas informales, sumado a un consumidor que planifica de mejor manera sus compras y que ha modificado sus conductas de consumo. Este era el escenario que enfrentábamos cuando vino la crisis social y las ventas minoristas presenciales marcaron una histórica baja de 19% en octubre y noviembre. En los meses que siguieron se vio una leve recuperación en el sector, para volver a caer un 20% en marzo y un 45,9% en abril dada la crisis sanitaria que estamos atravesandO.
bernardita silva dice que las pequeñas empresas no pueden sostenerse más de dos meses sin ventas.
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