"Poeta en prosa: extractos de entrevistas a María Luisa Bombal"
Natacha Oyarzún investigó las entrevistas -sonoras y escritas- que dio María Luisa Bombal en la Biblioteca Nacional.
Bombal adaptó "La última niebla" para cine pero nadie la filmó.
"Poeta en prosa" revisó el Archivo de referencias críticas de la Biblioteca Nacional.
"Las cosas que mis sentimientos han forjado, las he vivido intensamente. Mi vida personal ha estado siempre vinculada a mi vida literaria", explicó Bombal al diario El Correo de Valdivia, un año antes de morir. Previamente, la escritora dijo a El Mercurio que "incluso de mis tragedias trato de extraer lo noble y lo bueno. Para poder seguir viviendo, necesito que las cosas sean poéticas, hermosas, que tengan corazón".
Tras los incidentes con armas, la autora se fue a Estados Unidos, donde vivió cerca de 30 años. Allí se casó con el conde francés Phaille de Saint Phalle y tuvo a su única hija, Brigitte. Mientras todo esto ocurría, Bombal reescribió "La última niebla" como un guión para Hollywood, y "un día (al equipo de producción) se le ocurrió que sería un buen tema para Audrey Hepburn (conocida mundialmente por protagonizar la adaptación de "Desayuno en Tiffany's", novela de Truman Capote), pero a la actriz no le agradó. Cada cierto tiempo me invitaban a cenar para comunicarme que alguien iba a filmar 'La última niebla', pero todo quedó en proyectos", contó en 1962.
-¿En qué momento crees que se produjo el quiebre que detonó su alcoholismo?
-Pienso que pudo ser algo idiomático, porque Bombal se fue a EE.UU. y tuvo que empezar a escribir en inglés, traducir sus propios textos, le compraron los derechos para hacer la película de 'La última niebla' que al final no resultó, entonces es una serie de fracasos que creo que tuvieron que ver con el idioma. Su esposo le traducía ciertas cosas, le ayudaba, pero pienso que pudo haber sido una crisis del lenguaje, porque en Latinoamérica era muy conocida y pasar a EE.UU., donde la industria es muy dura, puede que le haya afectado, aparte que la criticaban mucho porque los libros cortos no sirven para el mercado de allá. Ahí también se enteró de la muerte de Eulogio, lo cual también quizás la pudo haber dañado.
"Siempre me ha costado mucho escribir. No soy de aquellas para quienes escribir es una fuente de felicidad", advirtió Bombal transcurridos casi 30 años desde la publicación de su novela más recordada, afirmando además que "para mí escribir es doloroso" e, incluso, "si no tengo un trago al lado, ese trabajo me abruma. Tengo lo que Colette llamó 'la fobia del papel en blanco'". No obstante, "a pesar de todo, (escribir) es lo único que puedo y sé hacer".
Para Bombal la prosa debía ser como una ola: "Para mí, lo más importante ha sido siempre el ritmo, porque aunque me guste una palabra y sea la palabra precisa, la rechazo si no entra en el ritmo. Por eso tacho mucho cuando escribo. Siempre busco un ritmo que se parezca a una marea. La oración es una ola que asciende y desciende y luego vuelve a subir", describió en una entrevista.
Natacha Oyarzún cree que María Luisa Bombal "elevó un personaje al extremo. (…) Pienso que ella sufría (al escribir) pero más que nada en este deseo de perfección o de prolijidad excesiva con la palabra, la relación tan meticulosa y delicada que tenía con el texto. Ella también cuenta que cuando estaba en EE.UU. ya no podía escribir sin alcohol al lado. Se sabe que estaba escribiendo varias obras pero no publicó más, lo que tiene que ver con esta forma tan dolorosa de concebir la literatura, tan castigadora", sostiene Oyarzún.
La revista académica Scripta Humanistica rescató, de manera póstuma, una entrevista de Bombal donde afirmaba que "'La amortajada' es mi libro más importante porque es como un estado de pasaje entre la vida y la muerte; porque desprendida de la vida, ve la vida de una manera muy indulgente y comprende muchas cosas".
Natacha Oyarzún
Alquimia Ediciones
64 páginas
$7.900
viene de la página anterior
"A los tres meses de mi intento de suicidio, mi desamparo fue absoluto. ¡Qué tiempos de juventud y locura! Era muy atormentada. No sabía cuál era mi valor como literata".
memoria chilena
felipe fredes