Karen Elena Cereceda Ramos

Un complejo e incierto panorama es lo que afecta a los dueños de locales comerciales de la ciudad quienes, al igual que en otros rubros, están afectados económicamente a causa de la crisis del COVID-19.

Muchos de estos comerciantes se encuentran con sus locales cerrados desde marzo como las salas de cerveza, locales nocturnos o restoranes. Otro grupo en tanto, tuvo que cerrar tras decretarse en junio la cuarentena total, sin embargo ya venían experimentando bajas en sus ventas.

Actualmente, sólo el comercio considerado esencial está autorizado para seguir funcionando, lo que se traduce en un porcentaje mínimo del total de total de los locales que se ubican, principalmente en el sector centro de la ciudad.

Rodrigo Barrera, presidente de la Cámara de Comercio de Calama hizo un balance de cómo están enfrentando esta crisis, la que ya estaba alicaída desde el estallido social de octubre de 2019.

"Para el comercio, y para algunos sectores en particular, ha sido muy complejo, porque en realidad si bien con el estallido hubo algunas mermas en el comercio, habíamos logrado tener cierta recuperación en los meses de diciembre, cierta recuperación porque hubo sectores que no pudieron desarrollarse en esos momentos, sin embargo ahora el coronavirus nos ha dejado muy mal", dijo.

Detalló que hay sectores que si bien se han visto favorecidos, como los almacenes de barrio se considera un segmento marginal dentro de la actividad comercial.

En el caso del rubro gastronómico explicó que está muy complicado, "porque los cierres los han dejado con muy poco margen para poder desenvolverse. Si bien, el delivery (reparto a domicilio) ha sido una opción, diríamos que representa solo el 10 o el 20% de lo que puede significar el desarrollo de un negocio gastronómico, por lo tanto no es una vía que venga a suplir las entradas de ingreso que se tenían normalmente", dijo.

En cuanto a los rubros que se han visto más afectados destacó a los comercios que se catalogan como no esenciales. "Lo han hecho saber algunos gremios, existe cierta competencia o cierta restricción que de alguna manera limita estos comercios, sin embargo los mismos productos, que ellos mismos venden como servicios no esenciales, son vendidos por los grandes supermercados, las tiendas de retail".

Por este motivo, Barrera hizo una crítica a la forma en como se aplican algunas medidas sanitarias. "Hay varios rubros que han sido no esenciales y que se han obligado acciones en virtud de que esos grandes negocios están abiertos, ahí también existen ciertas medidas que solo afectan a algunos sectores en este caso de los pymes o a los microempresarios, pero que no afecta al comercio mayor, entonces eso también debiese ser una condición que debe ser evaluada por parte del gobierno y del Estado en este caso.", concluyó.

Barrio Latorre

Para la presidenta del Barrio Comercial Latorre, Mónica Palacios el escenario del rubro está "más que alicaído".

Según las estimaciones de la dirigente comercial, se estima que durante este período entre un 30 a 40% de los locales comerciales se irán a la quiebra y tendrán que cerrar.

"Ya han cerrado varios locales , lo que pasa es que no se nota porque están las cortinas cerradas, pero hay comerciantes que entregaron los locales que se han ido, porque no son capaces de solventar los gastos. Yo estimo que la recuperación del comercio no va a ser fácil por lo menos, un año o dos", especificó Mónica Palacios.

Agregó que el actual escenario no se podrá revertir mientras la gente no respete la medida de quedarse en sus casas. "Anda en el centro mucha gente, demasiado para mi gusto. Si no se bajan los contagios no nos van a quitar nunca la cuarentena y como comercio no podemos exigir que nos dejen abrir, porque tenemos que cooperar con la pandemia y cooperar con las autoridades", manifestó Palacios.

Recordó que el comercio que se ubica en el centro de Calama da trabajo, al menos, a unas cinco mil personas y que mientras siga la crisis y el cierre de comercio se corre el riesgo de despidos, lo hará aumentar la cesantía. "Calama no sólo vive de la minería, sino que también del comercio", comentó.

Salas de cerveza

Vanessa Leal, presidenta del gremio de las patentes de alcohol del sector centro de Calama, que agrupa a 25 locales entre shoperías, restaurantes y otro tipo de locales, dijo que ya llevaban cuatro meses sin poder funcionar, pues fueron de los primeros rubros que tuvieron que dejar de atender público.

Dijo que durante este período hubo que despedir gente y otros debieron acogerse a la ley de protección del empleo. Según las cifras entregadas por Leal, de las 500 personas que trabajan en los locales de este gremio, el 50% fue desvinculado.

"Tuvimos que despedir, porque el tema se volvió insostenible algunos, obviamente, nos acogimos a la ley de la protección del empleo y nos quedamos con trabajadores y vamos a ver hasta cuándo porque todavía no se tiene nada claro de cuándo esto pueda volver y estamos en espera", detalló la presidenta del gremio.

Agregó que actualmente están a la espera de que el municipio acepte una solicitud realizada, no sólo por este gremio sino que por los representantes del comercio en general, para que se postergue o condone el pago de las patentes correspondientes al segundo semestre, debido a que no están generando ingresos y sólo algunos pueden sobrevivir de los ahorros.

Finalmente comentó que ya están analizando las medidas que deberán adoptar una vez que se inicie el desconfinamiento y se puedan reabrir los locales.

"Estamos claro que va a haber una forma distinta de trabajar al regresar ahí obviamente van a mandar un nuevo protocolo sanitario y vamos a tener que acogernos a eso como lo están haciendo los otros países. Va haber un antes y un después", puntualizó Leal.

En la actualidad, diez gremios asociados al comercio y otros rubros están agrupados en un nodo de Economía y Empleo junto a la Mesa Covid-19 y se encuentran elaborando diversas propuestas para la reactivación económica, durante y después de la pandemia.

"Ya han cerrado varios locales , lo que pasa es que no se nota porque están las cortinas cerradas, pero hay comerciantes que entregaron los locales que se han ido, porque no son capaces de solventar los gastos".

Mónica Palacios, Barrio Comercial Latorre

500 personas trabajan en los locales que pertenecen al gremio de las patentes de alcohol del centro de Calama.