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"Calama es minera, mostremos esa Calama"

IDENTIDAD. Silvia Lisoni, docente y destacada emprendedora turística en la comuna.
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Corría el año 1987, cuando Silvia Lisoni, decidió probar suerte en la zona y no fue precisamente la actividad turística lo que la trajo, sino su profesión de docente. Ese año se integró al equipo del Colegio Chuquicamata e impartió sus clases de Historia y Geografía hasta 1995, cuando Codelco traspasó el colegio a una fundación educacional para la que alcanzó a trabajar sólo cerca de seis meses.

De las aulas realiza el salto a la administración de un centro de llamados en el mineral, que pudo comprarlo con parte de su indemnización como docente. Pero prontamente la llegada del celular y la Internet provocó el colapso del negocio, su traslado a Calama y la necesidad de ver otra forma de subsistencia.

"Fue a partir del 2002 cuando empecé a ver la crisis de los centros de llamados que entendí que debía hacer otra cosa y como también tenía el centro de llamado en San Pedo de Atacama y esto de ser 'profe de Historia' , muchas veces con amigos nos poníamos de acuerdo e íbamos a las salitreras y otros lugares, donde yo me pegaba unos speach entretenidos, pero nunca pensé que me dedicaría a esto".

-¿Fue difícil dejar la docencia y terminar en el emprendimiento turístico?

El primer cambio (centro de llamados) fue relativamente fácil, pero con el emprendimiento turístico fue súper difícil, porque debo ser muy honesta al decir que no conocía el turismo. Y empecé poniendo un cartel donde escribí 'se hace turismo' y pensé que en el corto tiempo tendría que cerrar las puertas para que no ingresara más gente y no fue así. Entraban dos moscas y un perro. Recuerdo que abrí en agosto de 2006 y ese mes, en septiembre y octubre no tuve turistas. Pero siempre se mantenía la esperanza de que esto levantaría…

-…Y ¿recuerda a sus primeros clientes?

Fue en noviembre que llegaron tres señores querían ir a El Tatio. Y los llevé por la Cuesta de Chita, que yo la conocía. Había que ir en un vehículo 4x4 porque el camino era sin comentarios. Luego vino diciembre, enero, febrero y nada. Recuerdo que mis amigos me hablaban que en verano debía cambiar, pero no lo fue. Hay gente que quiere hacer cosas pero hay una falsedad muy grande en el rubro. Allí entendí que no entendía nada de turismo, pese a que en el inicio me ayudó mi cuñado que tenía experiencia en La Serena, pero más como guía que como propietario de un emprendimiento. Fue muy difícil, de verdad que más fácil me resultaba hacer clases.

-¿Cree que Calama y Alto Loa encontrarán el modo de hacer un turismo sustentable?

Tenemos este tremendo monstruo que es San Pedro de Atacama que para mí es un paraguas. Yo creo que todo esto depende de lo que quieran hacer los tour operadores mayoristas, porque hasta el momento es más fácil trabajar San Pedro que se conoce y que todos hablan de él. Te explico, es como si fueras a París y te dijeran no vayas a conocer la Torre Eiffel porque es fea, tú querrías conocerla sí o sí. Entonces a lo que yo apunto es a cohabitar. Cómo hacemos que San Pedro sea un gran paraguas y llegue para el Alto Loa y Calama. Es retriste cuando la gente te dice que el turista se baja del aeropuerto y de inmediato se va a San Pedro, pero es obvio, porque es lo que se conoce, es la marca Chile, lo que se ha vendido, lo que Sernatur ha promocionado, porque no olvidemos que somos centralizados. Sernatur Santiago espero que alguna vez se hayan dado una vuelta por Caspana, Lasana o Chiu Chiu.

-¿Entonces aún falta mucho por hacer?

Sí, porque si hablamos de turismo sustentable y rentable siento que se puede llegar, pero aún tenemos hoteles sin agua potable y sin alcantarillado que es lo que exige el Minsal y es obvio que así lo pidan, pero también tenemos ver de qué manera respetamos la red rural y el trabajo con las comunidades indígenas. Yo creo que sí se puede hacer un turismo sustentable y lo rentable viene detrasito, pero mientras no tengamos un destino que realmente se esté trabajando y esté consolidado no lo habrá. Tal vez ver en El Tatio, este otro paragüita, que si logra tener en sus redes, Caspana, Toconce, Ayquina y otras comunidades que quieren trabajar y tenemos que abordar si sería posible. Hay que ver como lo hacemos también, porque el territorio es muy extenso.

-El turismo ha sido muy golpeado por la pandemia, ¿Cómo ve una salida?

Me gustaría que fuera mañana, pero entiendo que este señor coronavid llegó para quedarse y mientras no se encuentre una vacuna o sepamos controlar esta pandemia va ser difícil.

-¿Cómo ve el futuro de Calama?

En el tema turístico voy a decir algo que tal vez me tiren huevos y tomates, pero para mí Calama no es turístico, Calama es minero, pero si tiene servicios que puede ofrecer. Por eso digo que me van a tirar huecos, porque se está trabajando en un nodo de turismo y otras iniciativas y no soy yo quien para decir que na' que ver, pero mi visión de Calama es distinta. Calama es de servicio a la minería y no turístico, pero por qué no crear que desde Calama los servicios que vayan a San Pedro, al Alto Loa a las salitreras, pasando por Chug Chug, ver si puede recibir mucha gente o grupitos pequeños. Saber si estamos preparados. Lo mismo en el Alto Loa. Pero primero tienen que llegar clientes.

-¿Qué siente por Calama?

Calama lo amo. Me gusta su gente. Estamos trabajando en los nodos, en la cámara y hay tanto por hacer. Pero entendamos que Calama es minera, mostremos un Calama minera ¿o nos da vergüenza? A mí no me da vergüenza.