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"Lo mejor de los viajes es el regreso a casa"

IDENTIDAD. María Eugenia Vargas, periodista, escritora y viajera.
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La periodista María Eugenia Vargas nació en la comuna de Salamanca, Región de Coquimbo, pero vive hace 38 años en Antofagasta, ciudad que -dice- "me adoptó para siempre".

Después de jubilar el año pasado, se iba a dedicar a lo que es una de sus grandes pasiones: viajar. Pero primero el estallido social y luego la pandemia se lo han impedido.

Esta profesional, casada con el antropólogo y profesor de la UA, Alejandro Bustos, y madre de Nicolás, de 36, y Valentina, de 34, ha visitado 39 países, además de la Antártica, y con toda esta experiencia creó hace unos años un blog de viajeros (http://viajaconpasion.com/) donde comparte distinta información.

Hoy, como millones de personas en el mundo, permanece en confinamiento riguroso a la espera que la pandemia ceda y poder cumplir su deseo.

¿Cómo es para una viajera como tú vivir en confinamiento?

- Lo asumo como cualquier persona. Estoy sin salir desde el 15 de marzo, y los aviones y los hoteles ya son cosas del pasado, ahora me concentro en mantener comunicación con mis amigos viajeros y en las labores de casa.

¿Cómo suples esa necesidad de conocer lugares y tener nuevas experiencias, has encontrado alguna forma de hacerlo?

- Ante la imposibilidad de viajar destino mis energías y tiempo a otros temas como perfeccionar el inglés, visito los blogs de viajeros que han ido a lugares que deseo visitar, saco datos voy conociendo y aprendiendo. Antes veía blogs en castellano ahora solo reviso aquellos que están en inglés.

¿Cómo dirías que te ha marcado en lo personal haber conocido tantas culturas?

- Creo que mejora enormemente tu nivel de tolerancia y de respetar el modo de vida de los otros, que puede ser distinto al tuyo pero que igual merece ser valorado. Además, mientras más culturas conoces más valoras lo propio.

¿Qué cosas de Antofagasta o del norte dirías que son únicas, que no has visto en ninguna otra parte del mundo?

- Creo que tu ciudad, cualquiera que sea, representa tu visión de mundo, tus afectos tu entorno, y hay algo contra lo que uno no puede luchar y es una forma chauvinismo ancestral que uno mantiene guardado en un lugar recóndito del corazón. Así puedes estar en la más bella playa del mar Adriático y te metes al agua y la encuentras demasiado cálida, entonces te aparece ese angelito chauvinista y te dice al oído: "Las aguas de Antofagasta son más fresquitas". Y más allá de la broma, Antofagasta tiene condiciones climáticas que no encuentras en otras partes, en verano en cualquier capital europea, asiática o africana, puedes tener más de 40 grados, lo que acá nunca ocurre. Unas amigas de Canadá vinieron en invierno a Antofagasta y encontraron que vivir en una ciudad que no baja de los 14 grados es un sueño y si a eso le sumamos que esta ciudad tiene más días de sol que cualquier ciudad europea, da para gritar a los cuatro vientos, que esta es la ciudad ideal para vivir.

¿Qué te une a esta tierra, qué te hace volver siempre al norte?

- Lo mejor de los viajes es el regreso a casa, al desierto, a tu hogar, a tu ciudad, a tus afectos. Eso no tiene precio.

¿Después de tantos años ejerciendo el periodismo, en medios e instituciones, cuáles son las experiencias o momentos que más atesoras?

- 43 años de ejercicio del periodismo te permiten conocer muchas historias y acumulas un bagaje etnográfico que te enfrenta a lo mejor y lo peor de las personas, conoces gente importante, líderes, deportistas, artistas, y personas sencillas, sin educación. Todas ellas te aportan experiencias, frustraciones, alegrías y tristezas, todo ello te ayuda a conocer al ser humano y te dejan una gran lección. No hay países mejores ni peores, ni hombres más buenos ni más malos, sino simplemente personas, que se ven enfrentadas a sus circunstancias y a destinos de los que no se puede escapar.

¿Cuáles son tus proyectos actuales y futuros?

- Estoy trabajando en la edición de mi tercera novela que lleva por nombre "Flores del Desierto". También escribo una crónica de la pandemia, que espero sirva a mis nietos o bisnietos para entender mejor lo que significó esta pandemia para la familia, para el país y para el mundo, y como trabajamos para salir de ella. Sigo escribiendo y me apunté a un curso de perfeccionamiento inglés online.

¿Cómo imaginas el mundo y la sociedad post pandemia?

- El hombre se acostumbra a todo, nos adaptamos a la pandemia y luego tendremos que aprender a vivir la nueva vida, sea ella en nivel de normalidad, nueva normalidad o post normalidad. Igual eso me preocupa, ya que creo que debiéramos sacar muchas lecciones de estos momentos duros que hemos vivido, por ejemplo dedicar más tiempo a nuestra salud. No somos precavidos, vamos al médico cuando nos da un infarto y previamente no cuidamos de tener una alimentación sana. Tampoco cuidamos nuestros afectos, nuestros seres queridos nuestros amigos, tenemos que reeducarnos en que es más importante dar, que recibir.

¿Qué será lo primero que harás cuando este mal momento pase?

- Quiero ir a la Playa La Rinconada y sentarme allí a mirar el mar y poder conversar con mi comadre y colega Valentina Bedregal, cuyas cenizas están depositadas allí.