Camioneros
Con respecto a la discusión sobre la legitimidad de la paralización de los camioneros, me gustaría evidenciar una vez más la desconexión de la clase política respecto a la realidad chilena. Es lógico que quemar un camión no es equivalente a la muerte de una persona, sin embargo los políticos insisten en restarle importancia a estos hechos por ser daños materiales. Cada vez que uno de estos esenciales vehículos sufren atentados incendiarios, las llamas se llevan consigo el sustento de una familia completa, el correcto funcionamiento de una línea de transporte y la reposición de las estanterías e industrias de decenas de comunas. Despojar a alguien de su fuente de ingresos mediante la violencia es, efectivamente, un atentado a su vida. ¿Hasta cuándo van a insistir que lo único que se está destruyendo son camiones?
Martín Altamirano N.
Doble estándar
Cada cierto tiempo el doble estándar resurge en este país. En nuestros días, ha vuelto a tomar parte de la agenda debido a la presión ejercida por gremios de camioneros al ejecutivo -que, de no acceder a sus demandas por orden público y seguridad, iniciarán un paro nacional-. Resulta ilustrativo del doble estándar, que ante amenazas y ultimátum como estos, la izquierda salga a rasgar vestiduras de que es inaceptable que la democracia se encuentre amordazada por grupos de interés. ¿No es acaso el mismo fenómeno replicado en los paros del Colegio de Profesores, CUT, ANEF, Confusam? ¿No ocurrió una amenaza semejante a la deliberación democrática con los estallidos 2.0 ante el retiro de 10%? ¿Acaso el senador Lagos Weber no fue testigo en carne propia de este tipo de prácticas al promover una indicación tributaria en el "debate" del 10%?
Ocurre que a la izquierda no le interesa que la democracia y el Estado de Derecho se encuentren amenazados por presiones de grupos de interés, funas o paros nacionales. Lo que le repugna, es que éstas mismas prácticas nocivas sean utilizadas en causas que ellos no comparten. Allí radica, entonces, su patético doble estándar.
José Luis Trevia
Adultos mayores
Muchos adultos mayores, estamos cerca del final, es por eso, que deseamos y necesitamos que nuestros últimos días los disfrutemos de la mejor forma posible. Para muchos las condiciones económicas y de salud, tal vez no sean las mejores. Sin embargo, la comprensión, tolerancia y amor, pueden ser la mejor manera de hacernos saber que hemos sido y aún somos importantes para la familia. La pandemia, nos ha golpeado y el hecho de ser considerados personas de alto riesgo, nos ha limitado al punto de tener que permanecer enclaustrados en nuestros hogares. No todos estamos en las mismas condiciones. Muchos somos autovalentes a pesar de la edad y necesitados salir a distraernos y efectuar nuestros propios trámites. El permanecer en casa, ha sido más dañino que efectivo. ¡Ojalá! que el señor ministro nos suelte la rienda.
Jorge Valenzuela Araya
Pablo Longueira
El exsenador Pablo Longueira, al optar por el "Apruebo, pero no de cero" -lo que nadie garantiza, pues si ganase el Apruebo estaríamos partiendo de "una hoja en blanco"- está actuando de buena fe pero con ingenuidad .
¿Qué pasaría si la Constituyente quedare con un tercio más uno en manos de los sectores políticos más izquierdistas? Sería rechazada la mayoría de las ideas propias de una sociedad libre y responsable y todas las normas que no alcanzaren el quórum de los dos tercios pasarían a ser materia de ley ordinaria; lo que podría ocurrir con las relativas al derecho a la vida, a la autonomía del Banco Central, al Tribunal Constitucional, a las actividades económicas, al derecho de propiedad, a la libertad de enseñanza, al derecho preferente de los padres para educar a sus hijos, a la libertad de expresión, al estatuto de las Fuerzas Armadas y de Orden.
En tal caso y considerando que los sectores de izquierda son mayoría en el Congreso, no tendrían obstáculo alguno para instaurar "el otro modelo" o "el régimen de lo público", que son los eufemismos de "Estado socialista".
Adolfo Paúl Latorre
Crédito
El crédito se gana, no es gratis y nuestra clase política hoy hace muy poco para ganar su credibilidad. ¡Qué objetivo más fundamental ante su pueblo como los grandes responsables, lograr el entendimiento y el respeto necesario por sobre todas las cosas!, pero parecen haber renunciado a ello, por lo menos una gran mayoría; increíble a lo que hemos llegado.
José Manuel Caerols Silva